Björn se tensó y lo vio su padre.
―Lo sé, pero aún no he terminado con ella.
―No puedes dejar cabo suelto, no quiero que nuestros negocios se manchen con ese tipo de problemas, pagamos demasiado bien para ocultar la mierda. Espero que Bruno te haya enseñado bien.
―Bruno a mí no me enseñó nada, padre. ―Anton arqueó una ceja y Björn sabía que lo que estaba haciendo con ese tipo de comentarios, quería hacerlo flaquear, pero conocía bastante a su padre. ―Yo no pido consejos a nadie, yo soy el único que decide lo que quiere, cuando lo quiere, si no, hay consecuencias. ―Anton sonrió al escuchar cómo había dicho esas palabras, le recordó el carácter de su esposa.
―Pensé por un momento que…―Björn lo interrumpió.
―No soy igual a Bruno, padre.
―Bien, bien, entendí. ―Anton se rec
Björn no se había concentrado del todo esa mañana, incluso Ava tuvo que repetirle en varias ocasiones lo que había dicho segundos atrás, su padre tenía el ojo en la mujer que había comprado, tenía que hurgar más en el club, tenía que acercarse más a Costa y si era posible, ponerla de su lado.― ¿Es todo, señor? ―Ava estaba sentada en la silla del otro lado del gran escritorio de cristal, Björn salió de sus pensamientos y miró a Ava, ella había arrugado su frente un momento, miró el reloj y ya eran las ocho y media de la noche.―Cenemos. ―Ava quería negarse, ya que había notado que la visita de su padre lo había dejado bastante distraído durante el día, quizás había problemas ajenos a ella, así que se negaría para intentar no ser una carga en ese momento.―No tengo ha
Ava se retiró la mascarilla de su rostro, tenía recogido su cabello y ya tenía su pijama puesta, por un momento, se quedó mirándose al espejo, recordó lo de la noche anterior con Björn en la cama, se cubrió con ambas manos el rostro, sintió vergüenza por su acción, por hacer lo que le hizo, al retirarse las manos se miró de nuevo en el espejo.― ¿Quién eres, Ava Elizabeth Gray? ―sus mejillas se volvieron a tintar de un rojo escarlata, luego presionó sus muslos.Tocaron a la puerta, Ava brincó en el banquillo.― ¿Ava? ―era Yany, la cocinera del hotel.―Pasa, ―se giró en el mismo banquillo y miró hacia la puerta, esta se abrió y apareció su compañera. ― ¿Sí?― ¿Podemos hablar? ―Ava arrugó su ceño.―Claro, dime. ―Yany cerró la p
Ava escuchó a lo lejos la alarma, gruñó entre dientes al querer quedarse un rato más en la cama, abrió sus ojos y no vio a Björn, se sentó de un movimiento, pero él no estaba en la habitación, tomó su celular y vio un mensaje de él a las cinco de la mañana.― “Gracias.” ―y era todo, Ava soltó un largo suspiro.―De nada…―susurró después, tenía que levantarse y empezar a prepararse para irse a la oficina central.Durante el día, Ava no había dejado de pensar en cómo Björn había llegado a su habitación por la madrugada, ese silencio lo estaba asfixiando de alguna manera, pero quizás por orgullo él no dijo nada. “Hubiera querido estar más despierta…” pensó.―Señorita Gray, ―dijo Björn sacándola de su distracc
Bruno se ajustó el cordón de su bata de seda, caminó descalzo hasta la cama que estaba en el centro de aquella habitación. Una mujer desnuda, estaba sobre esa cama bocabajo, sus manos atrapadas junto con sus tobillos, tenía cubierta su boca por un pedazo de cinta negra. Sus lágrimas caían por sus mejillas rojizas, la rubia estaba siendo castigada.―Si sigues moviéndote, los picos se enterrarán en tu piel. ―Se sentó sobre sus talones y con su mano levantó el cabello que cubrió una parte del rostro de ella. ― Rompiendo mi preservativo, no lograrás amarrarme. ―antes de su sesión con la mujer rubia, había visto la escena. Ella cerró los ojos y siguió llorando, tenía las manos estiradas hac
Thomas abrió la puerta de la camioneta blindada para que Ava bajara, al hacerlo, se dio cuenta de donde se encontraban: El helipuerto privado. ― ¿A dónde vamos? ―preguntó Ava hacia Björn que se iba acercando a su lado, la tomó del codo y la guió al helicóptero que esperaba por ellos. ―A cenar. ―Björn contestó de manera casual, como si viajar menos de la hora a New York desde ahí, no fuese nada. Ava sintió su corazón latir a toda prisa, él le iba a ayudar a subir, pero ella se detuvo, Björn la miró. ― ¿Pasa algo? ―Podemos cenar en el hotel, no es necesario ir a la ciudad solo a cenar…―la voz de Ava se escuchó algo ansiosa, no quería volar solo por una cena. ―Ya hice reservaciones. ―e hizo Björn el movimiento de ayudarle a subir, ella subió pero estaba a punto de bajarse, pero se dio cuenta que lo que realmente temió, era esa conversación que él insistió en tener acerca de esa noche, mientras volaban, ella se perdió en sus pensamientos, “¿Qué es lo que
Ava se miró en el espejo de cuerpo completo, la maquillista y el peinador profesional, se habían marchado. El cabello largo y castaño, había quedado suelto de un solo lado dejando al descubierto la línea de su cuello pálido, le formaron unas ondas que quedaron perfecta por su rostro, la maquillaron como toda celebridad. El vestido era negro, holgado, de varios pliegues que caían al suelo a partir de su cintura, manga larga, el escote en V, llegó a unos cuantos centímetros debajo de sus dos pechos, a partir de ahí, tenía una línea de pedrería en forma de cinturón debajo estos mismos, portó un par de anillos a juego con el vestido y los aretes, el diseño del vestido simplemente era sencillo, algo recatado pero al mismo tiempo elegante y sofisticado. Resaltó mucho su belleza oculta, quizás que ni ella sabía que tenía.Björn se ajust&oac
Björn estaba platicando con Carter y otro joven millonario llamado, Luca Castilla, era un español que radicaba en la ciudad, se había sorprendido al ver a Björn y acompañado.― ¿Vamos a bailar? ―preguntó la pelirroja interrumpiendo la conversación entre ellos, Björn miró más allá a ver si venía Ava, pero para su sorpresa, no.― ¿Dónde está mi asistente? ―Björn le preguntó a la pelirroja pero esta solo movió sus hombros en respuesta que no lo sabía. ―Con permiso, ―dijo él esquivando a Carter y caminando hasta los servicios de mujeres, Thomas estaba en la esquina del pasillo, al ver a Björn se imaginó que entraría a buscar a Ava, como en el restaurante hace días atrás, quería sonreír al ver como estaba actuando, pero esa sonrisa la descartó de inmediato al ver la cara de su jefe. ―
New York, Estados Unidos.Horas después…― ¿No has pensando que quizás ella decidió irse? ¿No crees que se sintió abrumada por lo que pasaron ambos hace noches? Ella es joven, Björn. Quizás…ella se fue. Aprovechó que estaba en la ciudad, hay aeropuertos, centrales de autobuses y se le hizo fácil…―Carter finalmente lo dijo en voz alta. Ava no había aparecido desde que había ido al servicio de damas, han pasado ocho horas desde entonces y ya había amanecido. Thomas intentó buscar la prueba de que ella no había salido, que no había cruzado por dónde él estaba parado, pero se encontró con la noticia que las cámaras habían sido apagadas diez minutos atrás antes de