―Disculpa mi atrevimiento, yo no sé cómo…―detuvo sus palabras al sentir la mano de Björn sobre la de ella, lentamente y poco a poco la guió hasta el bulto duro, Ava jadeó, volvió a pasar saliva y la respiración se alteró más cuando vio que Björn cerró sus ojos, él iba a retirar la mano de Ava pero ella se negó a dejar ese lugar por encima del pantalón deportivo, él abrió sus ojos y miró decisión en su mirada, Ava, lentamente comenzó a acariciarlo y Björn se estremeció a su caricia. ― ¿Así…? ―susurró Ava, él asintió disfrutando lo que la mano de ella hacía, incluso, necesitaba retirar su mano por qué si seguía así, terminaría ahí mismo. ―No. ―dijo Ava, Björn la miró. ―Termina…―él negó rápidamente jadeando. ―Termina.
Horas después, el cielo comenzó a aclararse, Björn no recordó cuando fue la última noche que durmió tan bien. Se había duchado, incluso al arreglarse la barba, recordó como los dedos de Ava lo acariciaron, quería volver a sentirlo. Se sorprendió así mismo al sonreírse en el espejo, se arregló y esperó con ansía ver a Ava para desayunar juntos, tomaría ese tiempo para poder hablar con ella, hablar de cómo sería a partir de ese momento en adelante.―Quizás podría llevarla a la ciudad a una cena, hablar más tranquilos que aquí, sin que nadie nos interrumpa, ―se perdió en sus pensamientos por un momento. ―Podría llevarla a Los Hamptons, un fin de semana para conocernos más…―comenzó a hablar para sí mismo mientras miró los grandes jardines desde la gran ventana. Escuchó a lo l
Björn se tensó y lo vio su padre.―Lo sé, pero aún no he terminado con ella.―No puedes dejar cabo suelto, no quiero que nuestros negocios se manchen con ese tipo de problemas, pagamos demasiado bien para ocultar la mierda. Espero que Bruno te haya enseñado bien.―Bruno a mí no me enseñó nada, padre. ―Anton arqueó una ceja y Björn sabía que lo que estaba haciendo con ese tipo de comentarios, quería hacerlo flaquear, pero conocía bastante a su padre. ―Yo no pido consejos a nadie, yo soy el único que decide lo que quiere, cuando lo quiere, si no, hay consecuencias. ―Anton sonrió al escuchar cómo había dicho esas palabras, le recordó el carácter de su esposa.―Pensé por un momento que…―Björn lo interrumpió.―No soy igual a Bruno, padre.―Bien, bien, entendí. ―Anton se rec
Björn no se había concentrado del todo esa mañana, incluso Ava tuvo que repetirle en varias ocasiones lo que había dicho segundos atrás, su padre tenía el ojo en la mujer que había comprado, tenía que hurgar más en el club, tenía que acercarse más a Costa y si era posible, ponerla de su lado.― ¿Es todo, señor? ―Ava estaba sentada en la silla del otro lado del gran escritorio de cristal, Björn salió de sus pensamientos y miró a Ava, ella había arrugado su frente un momento, miró el reloj y ya eran las ocho y media de la noche.―Cenemos. ―Ava quería negarse, ya que había notado que la visita de su padre lo había dejado bastante distraído durante el día, quizás había problemas ajenos a ella, así que se negaría para intentar no ser una carga en ese momento.―No tengo ha
Ava se retiró la mascarilla de su rostro, tenía recogido su cabello y ya tenía su pijama puesta, por un momento, se quedó mirándose al espejo, recordó lo de la noche anterior con Björn en la cama, se cubrió con ambas manos el rostro, sintió vergüenza por su acción, por hacer lo que le hizo, al retirarse las manos se miró de nuevo en el espejo.― ¿Quién eres, Ava Elizabeth Gray? ―sus mejillas se volvieron a tintar de un rojo escarlata, luego presionó sus muslos.Tocaron a la puerta, Ava brincó en el banquillo.― ¿Ava? ―era Yany, la cocinera del hotel.―Pasa, ―se giró en el mismo banquillo y miró hacia la puerta, esta se abrió y apareció su compañera. ― ¿Sí?― ¿Podemos hablar? ―Ava arrugó su ceño.―Claro, dime. ―Yany cerró la p
Ava escuchó a lo lejos la alarma, gruñó entre dientes al querer quedarse un rato más en la cama, abrió sus ojos y no vio a Björn, se sentó de un movimiento, pero él no estaba en la habitación, tomó su celular y vio un mensaje de él a las cinco de la mañana.― “Gracias.” ―y era todo, Ava soltó un largo suspiro.―De nada…―susurró después, tenía que levantarse y empezar a prepararse para irse a la oficina central.Durante el día, Ava no había dejado de pensar en cómo Björn había llegado a su habitación por la madrugada, ese silencio lo estaba asfixiando de alguna manera, pero quizás por orgullo él no dijo nada. “Hubiera querido estar más despierta…” pensó.―Señorita Gray, ―dijo Björn sacándola de su distracc
Bruno se ajustó el cordón de su bata de seda, caminó descalzo hasta la cama que estaba en el centro de aquella habitación. Una mujer desnuda, estaba sobre esa cama bocabajo, sus manos atrapadas junto con sus tobillos, tenía cubierta su boca por un pedazo de cinta negra. Sus lágrimas caían por sus mejillas rojizas, la rubia estaba siendo castigada.―Si sigues moviéndote, los picos se enterrarán en tu piel. ―Se sentó sobre sus talones y con su mano levantó el cabello que cubrió una parte del rostro de ella. ― Rompiendo mi preservativo, no lograrás amarrarme. ―antes de su sesión con la mujer rubia, había visto la escena. Ella cerró los ojos y siguió llorando, tenía las manos estiradas hac
Thomas abrió la puerta de la camioneta blindada para que Ava bajara, al hacerlo, se dio cuenta de donde se encontraban: El helipuerto privado. ― ¿A dónde vamos? ―preguntó Ava hacia Björn que se iba acercando a su lado, la tomó del codo y la guió al helicóptero que esperaba por ellos. ―A cenar. ―Björn contestó de manera casual, como si viajar menos de la hora a New York desde ahí, no fuese nada. Ava sintió su corazón latir a toda prisa, él le iba a ayudar a subir, pero ella se detuvo, Björn la miró. ― ¿Pasa algo? ―Podemos cenar en el hotel, no es necesario ir a la ciudad solo a cenar…―la voz de Ava se escuchó algo ansiosa, no quería volar solo por una cena. ―Ya hice reservaciones. ―e hizo Björn el movimiento de ayudarle a subir, ella subió pero estaba a punto de bajarse, pero se dio cuenta que lo que realmente temió, era esa conversación que él insistió en tener acerca de esa noche, mientras volaban, ella se perdió en sus pensamientos, “¿Qué es lo que
Ava se miró en el espejo de cuerpo completo, la maquillista y el peinador profesional, se habían marchado. El cabello largo y castaño, había quedado suelto de un solo lado dejando al descubierto la línea de su cuello pálido, le formaron unas ondas que quedaron perfecta por su rostro, la maquillaron como toda celebridad. El vestido era negro, holgado, de varios pliegues que caían al suelo a partir de su cintura, manga larga, el escote en V, llegó a unos cuantos centímetros debajo de sus dos pechos, a partir de ahí, tenía una línea de pedrería en forma de cinturón debajo estos mismos, portó un par de anillos a juego con el vestido y los aretes, el diseño del vestido simplemente era sencillo, algo recatado pero al mismo tiempo elegante y sofisticado. Resaltó mucho su belleza oculta, quizás que ni ella sabía que tenía.Björn se ajust&oac