Capítulo 34. El diablo

Amelia paseó de un lado a otro en el pasillo frente a la puerta de aquella habitación, esta se abrió y apareció una mujer mayor con su maletín en mano.

—Tranquila, Amelia, —dijo la señora cerrando la puerta detrás de ella. —Está bien, le he suministrado suero y el efecto de la droga pasará en varias horas.

—Gracias, Clara. Eres la única en quien puedo confiar.

—Gracias, haces mucho por ellas, así que es un gusto ayudarte, y respecto a Nicoletta, en tres horas hay que suministrar el medicamento para el dolor, la chica que me acompaña, se quedará al cuidado de ellas dos.

—Muchas gracias.

Clara y Amelia se despidieron, Björn apareció unos momentos después.

— ¿Qué pasa? —preguntó Amelia a su hijo, quién no dejaba de teclear en su celular.

—Está la camioneta que mandaste esperando afuera de la casa donde ahora vive, pero le acaban de informar que no está Ava, —Björn levantó su mirada.

—Señor Hof

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App