Christine caminó de un lado a otro, había investigado que Björn se había llevado a Ava a la ciudad, pero no sabía a qué. Su mente comenzó a armar una escena de ellos dos en una cama, en un cuarto de hotel y haciéndolo como dos amantes salvajes, se imaginó Christine de pie, mirando desde el centro de aquella habitación. Cerró sus ojos con fuerza y se limpió una lágrima que había intentado barrer con su dedo, tenía mucha ira contra Björn, realmente se había enamorado por primera vez y precisamente con él fue a caer a las redes del amor, pero al querer hacerlo más serio, él simplemente la descartó sin darle una oportunidad siquiera de demostrarle que eran sinceros sus sentimientos, y al ver que no lograría nada, había cambiado su táctica desde entonces, si no sería la esposa de Björn Hoffmann, lo sería a c
Sarah miró el reloj de nuevo, su esposo Arnold ya había llegado de la mina y en ese momento estaban cenando.—Ya mujer, deja de mirar ese reloj que me pones más nervioso. —se quejó el hombre, pero esta vez Sarah, lo ignoró. — ¿Qué es lo que pasa?—Frank debía de haber llegado desde hace media hora. —el tono de preocupación de la mujer era evidente. Arnold, dejó la cuchara a un lado del plato y se limpió los labios con la servilleta, luego miró a su esposa.—Frank ya es un hombre, deja de estar detrás de él. Quizás se encontró con el grupo de jóvenes con los que se juntan.—Esos son jóvenes no los conocemos, ¿No crees que podrían ser malas influencias? Frank nunca llega tarde, cariño.—Bueno, si no llega en media hora, yo mismo iré a buscarlo.
Ava había salido de la sala de juntas con el nudo en el centro de su estómago, la mirada asesina de parte de Christine le había hecho sentir demasiado incomoda en toda la reunión, algo que claro, Björn era ajeno.— ¿Ya te vas a ir? —escuchó a Björn preguntar desde su escritorio, Ava levantó la mirada.—Sí. Solo terminaré esto y me retiro…— ¿Y qué harás? —preguntó Björn, Ava no tuvo palabras rápidas para responderle en ese momento, solo hizo un movimiento de hombros. —Entonces, ¿Cenamos? —Ava se tensó y él lo notó. —Si no tienes planes o de plano vas a ponerme esa línea divisora entre jefe y empleado.Ava se sorprendió por sus palabras.—Creo que lo mejor de todo es…—detuvo sus palabras cuando Björn se levant&oac
Ava cerró la puerta de la casa donde se alojaba, se recargó y se quedó pensativa. No tenía ni el mes trabajando para Hoffmann y ya tenía su vida patas arriba, era la primera vez que sentía algo así por un hombre.— ¿Estás bien? —escuchó la voz de su compañera, Yany. Ava asintió rápidamente y comenzó a caminar hacia su cuarto, pero la detuvo. — ¿Sigues sin hablarte con Alice? —Ava miró a la joven a su lado.—He intentado hablar con ella, pero al parecer está empeñada en esquivarme no sé por cuánto tiempo más. —Yany hizo una mueca de “Oh”—Lo siento, ¿Quieres que hable con ella para que hagan las paces? —Ava negó rápidamente.—Yo lo voy a solucionar, gracias por tu preocupación. —ya iba a retomar su camino a su hab
Björn se recargó en el sillón de cuero negro que estaba en la oficina de Nicoletta, mientras ella se acercó al mueble de las bebidas para servirle un trago, al terminar, se acercó hasta a él y le entregó el vaso de cristal.—Así que, —comenzó a decir Nicoletta al sentarse en otro de los sillones de cuero negro, cruzó una pierna sobre la otra, lanzó una mirada a Björn quién esperaba a que hablara de una vez. —…la joven que has comprado en la subasta sigue trabajando como tu asistente personal. —Björn se tensó.—Sí. —solo dijo eso él, luego dio un largo sorbo a la bebida, sus ojos estaban puestos sobre ella, al terminar, habló. —Veo que mi madre te ha puesto al día.—No tiene nada de malo, más cuándo ella y yo trabajamos para un fin en común.— ¿
Ava estaba sentada en la alfombra de su habitación, a oscuras, pensando detenidamente el enfrentamiento con Alice, sería incomodo seguir viviendo con ella bajo el mismo techo, incluso sus palabras de que por ella había conseguido ese trabajo, le hizo sentir de la mierda. Pensó por un momento que podría terminar el mes y con ese dinero regresar a la ciudad y buscar un nuevo empleo, luego pensó en que tenía que separar para el depósito y la renta de un departamento, cerró los ojos y dejó su cabeza contra la base de hierro de la cama.—Mínimo seria estar un par de meses más si quiero sobrevivir en la ciudad…—susurró para sí misma, el celular vibró en la mesa de noche más cercana a ella, Ava solo miró la luz contra el techo, siguió vibrando, ella sabía quién era, si seguía acercándose a él de esa manera
Nicoletta estaba algo tensa por como Björn se había puesto, sabía que luchaba a diario con sus problemas de ira, y por ello había dudado en mostrar la evidencia esa misma noche, pero era mejor de una vez para quitarse de encima a Christine y a Bruno.—Dime algo, ¿Y qué pasó en la cena de beneficencia? —Björn arrugó su ceño y entendió lo que estaba preguntando.—Ya debes de saberlo, ¿Qué no todo lo hablan mi madre y tú?—Bien, solo quería que tú me contaras. —contestó ella arqueando de nuevo esa ceja perfecta. —Efectivamente, estamos al día de todo.— ¿Eso quiere decir que la tienes al día con lo que sucede conmigo y mi asistente? —ella presionó sus labios con dureza, se dio un tiempo antes de contestar esa pregunta, tomó un sorbo y lo disfrutó
Ava dio vueltas un y otras vez en su cama, la imagen de Björn no la dejaba en paz, miró el reloj de la mesa de noche y descubrió que apenas eran las dos de la madrugada, se removió de nuevo y luego se sentó en la orilla de la cama, soltó un largo suspiro.—Björn, Björn, ¿Qué es lo que estás haciendo de mí? —se llevó una mano a su pecho y sintió latir a toda prisa su corazón, sus pensamientos se alinearon con él. —Estás loca, Ava Elizabeth Gray. Definitivamente lo estás…—se levantó de la cama y se puso un cambio de ropa para salir, alcanzó su abrigo ya que estaba haciendo bastante frío, a hurtadillas salió de la casa sin que nadie lo notara, incluyendo la vigilancia 7/24 que tenía discretamente por parte de Björn.Ava sin ser vista, subió en uno de los elevadores del hotel, l
—Vaya, ¿Qué hace el hijo favorito en la ciudad? No sabía que estabas en el país…—comentó Björn, Bruno sonrió de oreja a oreja.—He solucionado mis problemas personales, ya estoy de regreso. —Björn arrugó su ceño por un momento.— ¿No ibas a estar fuera seis meses? No tienes ni el mes que me dejaste a cargo.—Aun no tomaré de regreso las riendas de lo que te encomendé. Nuestro padre tiene otros planes para mí en estos meses antes de regresar por la administración del hotel y del club. —Al terminar decir “Club” Bruno sonrió de manera malévola y lo sabía Björn, supuso de inmediato que al hacerle énfasis, era por las subastas millonarias con las mujeres que se hacían mensual, pero lo que aun él no sabía era que Björn acabaría con ello.