©Flores Jaz. 2024.
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Para Asher Arum siempre fue difícil encajar en algún círculo social, desde muy pequeño se dio cuenta de que era diferente al resto de los otros niños* de su edad, de que sus gustos iban hacía otro rumbo, el cómo se sentía o lo que quería, quiso ser alguien normal, así que a la edad de 12 años tuvo una novia a la que nunca pudo besar o siquiera sujetar de la mano sin sentirse ansioso, a los 16, lo intentó de nuevo, y su primer beso lo hizo sentir asqueado y realmente mal. Creyó que había algo mal en él y creció siendo un chico introvertido, a pesar de que siempre estaba rodeado de amigos, nunca pudo ser él mismo, y eso, eso solo lo hacía sentirse asfixiado y afligido, hasta que un día, conoció a Víctor. Ambos iban en la misma universidad, fue durante una noche de fiesta qué Asher fijó su mirada en otro chico, y se dio cuenta de que fue correspondido, Victor lo miraba y le sonreía, y al final, fue Víctor quien se acercó a saludar, una cosa llevó a otra y Asher terminó accediendo a ir a la habitación de Víctor, con algunos tragos encima, un día que había sido pésimo, y el estrés de sentirse fuera de lugar, quiso encontrar algo en aquel chico que le llamó mucho la atención, intrigado por saber y entenderse un poco, lo siguió sin detenerse a preguntarse, ¿Qué estaba haciendo?. Víctor le mostró, que había algo más allá, de que en el mundo no solo es el hombre y la mujer, aquellos prejuicios plantados en su cerebro se vinieron abajo cuando Víctor lo besó, y por fin, algo dentro de él se sintió bien y se sintió perfecto. Fue ahí que Asher entendió que no le gustaban las mujeres, le gustaban los hombres. Todo encajó a la perfección, aunque tardó un poco en comprenderlo del todo. —Esto… —Oye, no te vuelvas loco, solo disfrútalo y ya, eres un chico muy lindo, me gustaría seguir viéndote, pero si no quieres, entenderé, puedes buscarme en el club de los solitarios cuando quieras. —¿El club de los solitarios?—Preguntó Asher sin saber a que se refería Víctor. —Nos reunimos una vez al mes, en la casa de alguien, te mandaré la dirección. —¿Quiénes van?. —Chicos gay por supuesto, he hecho buenos amigos ahí, nadie dirá que fuiste, es algo que mantenemos en secreto. —No, yo no soy Gay— afirmó Asher un poco avergonzado. Víctor sonrió. —Si te dan ganas de venir, solo ven, me encantaría verte una vez más. Asher salió de aquella habitación muy confundido, le tomó un tiempo, pero al final lo aceptó. Miraba a un chico gay de su clase, se vestía afeminado y hablaba de un modo que delataba su orientación sexual, no le desagradaba ni lo juzgaba. Asher no quería ser así, no quería verse afeminado, le gustaba verse masculino, no le llamaba la atención el maquillaje, no le interesaba parecer una mujer, ni tampoco se sentía una, así que eso le complicó entenderse así mismo. Y luego miró a Víctor, era parte del equipo de fútbol americano, era un tipo lleno de testosterona, muy masculino, alto, fornido, atractivo, quien lo viera nunca imaginaría qué un tipo como él, iba por ahí teniendo sexo con otros tipos. Asher descubría poco a poco quien quería ser. Y terminó yendo a aquel club, había chicos de todo tipo, bebían y socializaban. A partir de ahí, Asher se sintió mucho más feliz, aquella carga qué estaba sobre sus hombros se desvaneció dejándolo descansar, no se sintió juzgado por besar a otro hombre, o por decir abiertamente lo que pensaba, en aquel club, siempre se sintió bienvenido. Aún así, quiso mantener su orientación sexual en secreto, no quería ser el tema de conversación de nadie. Su ultimo año en la universidad se volvió uno de los mejores. Conoció a muchos chicos, y terminó enamorándose de Víctor, tuvieron un año de relación en secreto, hasta que Víctor firmó para un equipo profesional y tuvo que irse. Fue difícil para Asher, pero estuvo agradecido. Después de recibirse, Asher trabajó por un tiempo en una compañía donde adquirió experiencia en marketing, tras tres años de trabajo decidió buscar algo más, y fue ahí que entró a trabajar a Koro, como pasante de asistente ejecutivo del departamento de Diseño. Koro era una empresa que se dedicaba a contratar y promocionar atletas de todo tipo, los lanzaban al estrellato y ganaban mucho dinero con ellos. Además tenían su propia línea de ropa deportiva. Asher sentía que ese era su lugar, el edificio era magnífico, la estructura y el diseño, todo era majestuoso. Asher entró junto con cinco pasantes más. Ángela, Laurent, Mako, Inés y Bruce. Les dieron un recorrido por las instalaciones y los llevaron a donde trabajarían durante aquel año. Durante ese tiempo, recibirían un salario mínimo, y al final del año, uno de ellos sería elegido para el puesto fijo, con un sueldo de ensueño, recibirían un departamento y un auto. Era todo o nada. El jefe de departamento, Franco Sarem, era un tipo engreído y de mal genio, Asher se dio cuenta de que no iba a ser fácil, pero estaba decidido a dar pelea. Y ya que el dinero no iba a ser mucho, decidió compartir departamento con Laurent y Mako, Mako era un tipo japonés muy listo, y Laurent era extrovertido y arriesgado. Competir contra ellos iba a ser difícil. Pero Asher tenía sus encantos. Era un tipo rubio y de ojos azules, de piel blanca y de complexión delgada, esa apariencia tan encantadora lo hacía ver tierno, amigable y confiable, por esa razón las personas se acercaban a él sin temor. En conclusión, Asher era un tipo muy lindo qué siempre resaltaba. —¿Soy yo, o hace un calor del demonio?—Preguntó Bruce mientras abrazaba a Asher y dejaba caer parte de su peso sobre él. —Exageras— dijo Asher sin darle tanta importancia a aquel abrazo, ya se había acostumbrado a tipos cariñosos como Bruce, no debía de volverse loco y confundir la amistad con otra cosa, pues eso solo le traería problemas. —¿Cómo vas con la lista de proveedores?— Preguntó Bruce con curiosidad, para Bruce, Asher, era como un hermano menor que le agradaba mucho. —Fatal, ¿Y tú?. —Es un asco, nos dejan los peores trabajos, en fin, ¿Quieres ir a beber algo esta noche?, vayamos a buscar chicas. Asher sonrió y apartó el brazo de Bruce. —No, gracias, no quiero tener resaca mañana, ve con Laurent, apuesto a que él querrá ir. —Escuché a una de las recepcionistas hablar sobre ti. —¿Sobre mi?—Preguntó Asher. —Si, dijo que eras un tipo muy lindo, ¿Por qué no la invitas a salir?, si lo haces, es seguro de que te la vas a follar sin problema. Asher miró a Bruce y asintió. —Tal vez lo haga, no lo sé, estoy muy ocupado para una relación justo ahora. —A veces te envidio— dijo Bruce y volvió a abrazarlo. —Eres muy guapo, por eso eres popular, si vienes conmigo al bar estoy seguro de que las chicas vendrán como moscas a la miel, vamos, salgamos. —Oye, ¿Crees que no pesas?, y no es moscas a la miel, es abejas a la miel…oye… —¿Crees que Inés quiera salir conmigo?—Preguntó Bruce ignorándolo y revolviéndole el cabello sin soltarlo. Asher y Bruce caminaban hacía él elevador jugueteando y peleando. —¿Por qué no le preguntas?, vamos ya déjame. —Estoy muy cansado, ¿Por qué siempre te vez tan fresco?. —¿Y que culpa tengo yo?. —No seas malo, solo cárgame un poco. —Agh, eres demasiado encimoso. Las puertas del elevador se abrieron y los ojos de Asher quedaron enganchados al guapo hombre que lo miró fijamente apenas la puerta se abrió. Asher nunca sintió aquel hormigueo en su estómago al ver a alguien, aquel hombre era alto, de complexión doble, de cabellera negra* y bien peinada, de ojos grandes, oscuros y mentón cuadrado, era un dios súper hermoso, inclusive a la distancia Asher pudo oler su fragancia tan masculina, el corazón de Asher latió con rapidez, emocionado y fascinado, no pudo apartar la vista. Además aquel caballero, vestía un traje de diseñador de muy buen gusto, ¿Quién era él?. Bruce se enderezó y dejó de abrazar a Asher de inmediato, como si los hubieran pillado haciendo algo indebido, se disculpó de inmediato. Aquel caballero, no quitó la vista de Asher, parecía enojado y a la vez interesado, como si quisiera preguntar algo muy personal. —Me das permiso— dijo con aquella voz masculina qué hizo qué Asher se ruborizara y diera un respingo. —Lo siento— dijo Asher muy apenado y se hizo a un lado de inmediato, no se había dado cuenta de que no lo dejaba pasar. Lo miró pasar a su lado y detrás de él un hombre lo seguía como una sombra. —Hey, vamos sube— dijo Bruce trayéndolo a la realidad. Asher no apartó la mirada de ese hombre y casi pudo jurar, qué aquel tipo guapo, volteo a verlo de reojo.Asher fue jalado por Bruce, haciéndolo salir de su trance.—¿Quién era él?—Preguntó Asher con una interrogante muy grande en su cabeza, había quedado fascinado por tan hermosa persona.—¿No lo sabes?— Preguntó Bruce mientras picaba los botones del elevador.—¿Saber qué?.—Es Bastián Klutz, el presidente de Koro, llegó ayer, está en mi piso, todos le tienen miedo, llega y hay un silencio total, mi supervisor dice que él decidirá quien se queda y quien se va de nosotros, es a él al qué tenemos que impresionar, es aterrador ¿No?.—¿El presidente?—Murmuró Asher.—Si, escuché que va a quedarse un tiempo aquí, así que no tontees.Asher asintió.“Bastián Klutz…qué guapo es”.Mientras tanto…Bastián llegó a su oficina y se quitó el saco para estar más cómodo, se sentó en su silla de escritorio y prendió su computador, para Bastián, él trabajo era lo más importante, siempre fue un tipo dedicado y distante de las personas, muy popular entre las mujeres e inclusive entre los hombres, era intelige
Asher asintió. —Responderé… Con permiso — dijo para luego levantarse e irse a su mesa, dejando un silencio detrás de él.Bastián miró a Víctor y negó. —Disimula un poco siquiera— dijo él, al ver que Víctor miraba al pasante y sonreía con cierto coqueteo descarado.Víctor sonrió y regresó la vista Bastián. —Salí con él.Bastián se sorprendió un poco de escuchar aquello. —¿Salieron?.—Asher también asistió al club de los solitarios, sabes a que me refiero, es gay, es lindo ¿No?.Bastián giró su cabeza un poco, esta vez sin disimular, para solo ver a Asher, ¿Asher era gay?, aquello hizo qué Bastián se sintiera…animado.Le sorprendió mucho, pues a pesar de que tenía ese aspecto tierno y dócil, escondía muy bien sus gustos.—Sé que te gustó, los tipos como él son tu estilo ¿No?—Preguntó Víctor un poco divertido. —No sé si está soltero, pero es algo que podemos averiguar.Bastián no respondió. —Está trabajando en Koro, acaba de entrar, recién lo miré esta mañana, pero ahora que lo pienso, n
—Ya veo.—¿Y tú?, ¿Cómo lo conociste?—Preguntó Bastián.Asher sonrió un poco nervioso. —En una fiesta.Bastián sonrió. —No pareces un tipo de fiestas.—No, no lo soy, Víctor fue mi mala influencia.—Si, así es Víctor. Bastián no pudo evitar dirigir su vista hacía ese hermoso chico y Asher también lo miró, ninguno de los dos apartó la vista de inmediato.Era como si hubieran encontrado algo que aún no podían entender que era.—Ya llegamos.Ambos miraron al chofer, Asher miró por la ventana y asintió, nunca se había sentido tan decepcionado de llegar tan rápido a casa.—No mentías, si vives cerca— dijo Bastián.—Muchas gracias por traerme— dijo Asher abriendo la puerta para bajar.—Oye— lo detuvo Bastián con rapidez.Asher volteo a verlo.—¿Me das tu número de teléfono?.Asher sintió qué su corazón latió rápido.—Am…si…si por supuesto— respondió muy nervioso, sacó su teléfono y puso su código para que Bastián lo escaneara.Bastián se acercó y tomó la mano con la que Asher sujetaba su t
Asher asintió. —Me alegro por ti. —Te he extrañado mucho, a veces no puedo evitar pensar en ti, espero que puedas encontrar a alguien que te haga feliz, como yo no pude— dijo Víctor mientras acariciaba los dedos blancos y delgados de Asher. ……… Después de aquella charla, Víctor se fue, con la promesa de que le llamaría más seguido y lo invitaría a salir cuando tuviera oportunidad, Asher no se negó, aunque se sintió algo melancólico. No quería perder la amistad de Víctor ahora que lo encontraba de nuevo, pero también temía qué su corazón se viera en peligro, así que debía de andar con cuidado. Al llegar a Koro, fue a su escritorio a dejar sus cosas, cuando de pronto uno de los líderes de piso, le dejó un enorme bonche de papeles. —Hay que archivar todo esto, estoy muy ocupado así que encárgate. Asher no podía negarse, así que solo asintió, ni siquiera le había dado los buenos días todavía. —Asher puedes llamar a nuestros clientes, tenemos que llamar a todos e invitarlos a la fi
Al llegar al restaurante qué Bastián eligió, Asher no pudo no pensar en ¿Cuánto dinero iba a gastarse en aquel lugar?, la comida debía de ser costosa si él lugar se veía así de bien.Era un restaurante de comida japonesa. Asher sabía que ese lugar siempre estaba lleno y solo se podía apartar mesa con un mes de anticipación. ¡Un mes!.Pero al ver como recibían a Bastián, le quedó claro, que él sin duda no era un hombre que esperaría un mes por algo como una mesa para comer.Los llevaron hasta una sala privada y eso deslumbró aún más a Asher.¿Cómo había conseguido una sala privada?, ¿En verdad tenía tanto dinero?.Se sentó con cautela y admiró todo a su alrededor. El lugar era elegante, limpio y agradable, muy cómodo, entendía porque la gente esperaba tanto por tener la experiencia de comer en un lugar así.“¿Acaso quiere impresionarme?”…Asher sacudió la cabeza, por supuesto que no, cualquiera que viera a Bastián, se daría cuenta de que él tipo no comía en algún puesto callejero.—Orde
[Advertencia: A partir de este capítulo las escenas de sexo* pueden ser muy explícitas, se recomienda proceder con criterio].………….Bastián le quitó la toalla y pudo admirarlo sin limitaciones, era todo una delicia, de inmediato su miembr*o se puso rígido e impaciente de poder entrar en él.Era tan magnífico qué no pudo contener sus manos, quienes estaban impacientes por poder tocar esa hermosa piel.Acarició el cuerpo de Asher y se agachó para lamer sus pezones, mientras que Asher empezaba a sentir el placer inundarlo, avergonzado y con las mejillas enrojecidas, apenas y podía ver a Bastián a los ojos.Bastián se quitó la toalla qué lo cubría y Asher se sintió un poco alarmado, tenía un miembr*o enorme qué lo hizo tragar grueso, no había tenido muchos hombres en su vida, tan solo 3, pero ninguno de ellos se le comparaba a Bastián, ni siquiera Víctor, quien era un tipo atlético, ¿Cómo podía ser posible?, ¿Acaso era el destino?.No había tenido sexo en casi siete meses, así que sabía
Ahora si parecía que solo había sido un sueño, uno muy bueno, Bastián no volvió a mandar algún mensaje durante toda la semana, a veces Asher se lo topaba en el lobby, pero Bastián ni siquiera lo miraba, era como si se hubiera vuelto invisible ante sus ojos.“Tal vez si lo soñé”.Y todo volvió a la normalidad. Su escritorio se llenó de trabajo y de nuevo, rara vez salía a comer algo. —Estoy agotado— dijo Bruce abrazándose de Asher quien trataba de decidir que poner en su charola de comida. —En serio ¿Cómo le haces para tener ese rostro libre de ojeras?—Preguntó Bruce y le pellizcó la mejilla a Asher, un poco envidioso de esa piel tan lisa. —Deja de molestar, son mis genes, no hay secreto— dijo Asher alejando sus manos de su rostro. —Laurent me dijo que el otro día llegaste en la madrugada, tal vez tu secreto es el sexo, ¿Estas saliendo con alguien?. —Claro que no, solo fue algo de una noche— respondió Asher un poco melancólico, por un instante creyó que algo podría pasar entre Bas