Tengo el corazón acelerado. Es la primera vez que una mujer me pone de esta manera y lo más impresionante de todo, es que es una chica muy joven e inexperta. ¿Qué demonios me está ocurriendo? ¿Eso quiere decir que mis gustos están cambiando? ―Tengo sed ―me veo obligado a detener le beso y sacar mis manos de debajo de su blusa―, ¿puedes comprar más cerveza? ¡Joder! ¿No se da cuenta de que no estoy en condiciones de detenerme? Si alguien me ve en estas circunstancias, pensará que soy un aberrado sexual. ―Compraremos al llegar a casa, ¿te parece? Asiente en respuesta. Solucionado el asunto, vuelvo a estrecharla entre mis brazos y me la como a besos. Su boca es dulce y jugosa. Además, me fascina esa voracidad con la que absorbe mi lengua y arrasa con ella. De un momento a otro, escucho que alguien aclara su garganta y es cuando recuerdo que estamos en un taxi y que nos hemos olvidado del conductor. ¡Mierda! ―Hemos llegado, joven. Advierte con enfado. Saco un billete de mi bolsillo y
Tengo la mirada borrosa y la mente difusa. Sin embargo, estoy más consciente que nunca. Siento la piel caliente y mi vientre revuelto a causa de las diferentes emociones que he experimentado al lado del hombre del que me he enamorado. Esta ha sido una noche maravillosa y perfecta. Empezando por el concierto; uno del que pude disfrutar desde primera fila gracias a que Denzel nos consiguió la mejor ubicación para deleitarnos del espectáculo más sorprendente y fantástico de la historia. Pudimos vivirlo como si fuéramos los invitados especiales de la noche. No puedo negar que aquella sorpresa me dejó pasmada y sorprendida, no obstante, lo que ha pasado entre nosotros hasta ahora, ha superado con creces todas mis expectativas. ¿Quién iba a pensar que una chica como yo podría lograr que un tipo como él, se fije en mí? No me menosprecio, en absoluto, pero reconozco que, Denzel, está en las grandes ligas y yo apenas me muevo en las ligas menores como una simple novata. Lo miro a la cara y m
No me lo puedo creer. Es la primera vez que una mujer me echa de su habitación. Me paso las manos por la cara y bufo de arrepentimiento. De contárselo a mis amigos, se burlarían de mí en mi propia cara. ¿Por qué carajos decidí ser sincero justo en este momento? > Me quedo mirando la puerta hasta que la luz se apaga. Acabo de joder la que pudo ser la mejor oportunidad de mi vida. ¿Y todo por qué? Porque sé que Goldie es diferente. No merece que su primera vez sea con alguien que no está dispuesto a corresponderle como ella espera que lo haga. ¡Joder! No obstante, pensar en que otro ponga sus manos sobre ella me pone a trepar por las paredes como un maldito poseído. ¿Y si no la trata bien en su primera vez? ¿Si esa experiencia se convierte en la peor de su vida, en una pesadilla que destruirá su confianza en sí misma? Maldigo por lo bajo y bufo con impotencia. Me quedo allí parado, pensando en todas las opciones que tengo disponibles. Sin
Cierro los ojos cuando lo veo inclinarse y acercar su cara a la mía. Esto es completamente diferente a cualquier cosa que haya vivido antes. Denzel me hace sentir como ningún otro lo hizo. ―¿Estás segura de esto? Abro los ojos y los fijo en los suyos. ―Completamente segura. Sostiene el peso de su cuerpo en unos de sus brazos y eleva el otro para acunar mi rostro con su mano derecha. ―Quiero que esto sea espacial para ti, Goldie. Inhalo profundo. ―Lo sé, Denzel, solo no me hagas esperar más por ti. Sonríe antes de acercar sus labios a los míos y robarme el aliento con el beso más dulce y tierno de todos. Esto en nada se parece a las anteriores ocasiones en las que estuvimos a punto de ir a la cama. Me devora con paciencia y dedicación, poniendo especial cuidado en mi propio placer. Mi cuerpo arde en llamas cuando sus manos acarician mis costados y escalan con lentitud hasta la parte alta de mi cuerpo. Es la primera vez que un hombre me ve desnuda y, sin embargo, en sus brazos si
Amanezco encerrada en una prisión de brazos y piernas fuertes que me hacen sentir cálida. Estoy adolorida, pero la sensación de haber sido suya por primera vez, supera cualquier molestia que sienta. No me atrevo a mover ni un solo músculo, no quiero despertarlo y correr el riesgo de que se rompa el hechizo. Me gusta estar así con él. ¿Qué pasará ahora que nos toca enfrentar la realidad y no tenemos ni una sola gota de alcohol en nuestras venas? Reconozco que anoche estaba como una cuba, sin embargo, lo suficientemente consciente para saber lo que estaba haciendo. Quería esto más que cualquier cosa en mi vida. Me gusta Denzel, incluso, me atrevería a decir que me estoy enamorando de él, pero eso es algo que voy a reservar solo para mí misma. Él fue muy claro al respecto, me dijo que no estaba hecho para las relaciones serias y duraderas. Me duele aceptarlo, pero estuve de acuerdo con ello. Por supuesto, no voy a ponerme en plan tóxico y exigirle que se comprometa con algo para lo cual
¡Carajos! Se suponía que se iba a demorar más tiempo. ¿Por qué demonios no avisó antes de venir? ―¿Esta era la razón por la que ninguno de los dos contestaba su teléfono? Y allí está la respuesta a mi pregunta no hecha. Adoro a Ángela, pero detesto lo importuna que es. ―Yo no… ―Goldie intenta explicarse, con los dedos de sus manos aferrados a la sábana que cubre nuestros cuerpos desnudos―. Llegamos tarde y luego… Se queda callada, sin saber qué más decir. Ángela alterna su mirada furiosa entre el uno y el otro. Está cabreada y, por supuesto, que entiendo que lo esté. Pero tampoco es para tanto. ―¿Qué te parece si nos dejas tomar una ducha, vestirnos y luego podemos explicarte todo lo que quieras? Abre los ojos como dos platos redondos y me mira incrédula al escuchar mi solicitud. Goldie me da un codazo en la costilla para que cierre la boca. No entiendo el motivo de tanto drama. ―No es lo que piensas, Ángela. No puedo evitar soltar una carcajada. Razón por la que las dos mujere
Después de medio hora de sexo intenso y desenfrenado, me despido de Goldie y me dirijo a mi habitación para cambiarme la ropa. No puedo arrancarme esa sonrisa de felicidad y satisfacción que llevo dibujada en la boca. ¿Quién iba a pensar que el mejor sexo de mi vida iba a ser con una chica sin experiencia? Ilógico, ¿no? Guardo la cartera en el bolsillo de mi pantalón y me doy la vuelta al escuchar que mi teléfono suena. Me acerco a la mesa y al cogerlo, me doy cuenta de que en la pantalla aparece la imagen de papá. Aquello me toma por sorpresa. ¿Ahora qué quiere? Respondo de inmediato. ―Papá. Trago grueso y espero a que me diga la razón por la que está llamando. ―Denzel ―el tono que usa para dirigirse a mí, es serio y formal―, mañana en la noche tenemos una cena muy importante para la familia, para ti y para el futuro de nuestras empresas ―escuchar aquellas palabras, me produce mala espina―. Necesito que estés presente, tu asistencia es necesaria. ¿Qué se trae ahora entre manos?
Le tiendo las llaves de la moto y salimos de la casa con las manos agarradas. No le hemos dado ningún tipo de nombre a la relación que iniciamos, pero estoy satisfecha con la manera en que las cosas se van sucediendo. Sin embargo, me cuestiono el hecho de que lo que estamos haciendo promueva ideas equivocadas a aquellos que nos ven tomados de la mano y compartiendo besos en público, que podrían considerarse como pruebas inequívocas de que entre nosotros existe una relación seria y formal. ¿Cierto? ―Buenos días, vecinos. Intento devolver el saludo, pero me quedo pasmada al ver que Denzel lo hace con la mayor confianza y naturalidad del mundo. ―Buenos días, señora Carter, ¿cómo sigue su esposo? Observo la interacción, completamente enmudecida. ―Mucho mejor, Denzel, agradezco los consejos que me diste para despejar las vías respiratorias de mi pobre viejo, estaba tan constipado que no podía dormir ―¿en qué momento sucedió todo esto?―. Anoche pudo conciliar el sueño gracias a tus útil