Era hoy. El momento por fin había llegado.
Sentada en una sala de entrevistas especial, en el Centro de Detenciones de Tokio, Matsushita Yui observaba con calma al vacío, y esperaba.
La puerta, de color plata, metalizada, se abrió.
—Buenos días, señora Matsushita. Lamento mucho haberme tardado… pero los de afuera son bastante especiales cuando se trata de invitados —se anunció el recién llegado
Minato, con un par de vasos de papel entre manos, y un bolso a cuestas, entró, cerró, y camino. Él hablaba de forma amistosa, sin ninguna clase de coerción, ni nada parecido. Al llegar a la mesa que estaba al centro, dejó los vasos sobre la plancha metálica, jaló la silla libre y se sentó, justo frente a aquella mujer.
Viajó en tren desde su trabajo en Bunkyo, y fueron casi cincuenta minutos hasta aquí, en Ka
La dama resopló con ligereza, tomó su vaso con café, y bebió un trago de su contenido.—Era complicado —murmuró.De nuevo, «complicado», salía a la palestra.—La verdad es que, en ese entonces, yo sentía mucho miedo. —Se quedó en silencio por largos segundos, pensando, cosa que Minato no pasó por alto.»No tenía nada que perder, esa es la realidad, pero… tenía miedo —afirmó repetidas veces, y apretó las manos alrededor del vaso, que se sentía tibio a sus palmas frías.Minato respiró hondo, con ligereza excesiva. En este punto de la charla, estaría mal forzarla a ir hacia donde él quería que llegaran. En términos de tiempo, todavía le quedaba una buena porción.Relajó su cuerpo, y decidió afrontar las cosas ha
El cejo de Minato se encerró en la dama y, tras solo pocos instantes, se acercó hacia la mesa, para tomar la silla libre y volver a sentarse. Llegados a este punto, era importante disminuir tanto como pudiera el factor de intimidación, en especial para una señora de la edad que Matsushita tenía.—¿Qué quiere decir con eso? —cuestionó el rubio aún bajo.Se enfocaba en mantener un tono normal, cordial. No quería que la dama sintiera que era sometida a un interrogatorio feroz.—Yo… le dije antes a los policías que lo había hecho todo sola, y ellos seguían diciendo que no era posible, por mi espalda —recordó la mayor.—¿Era eso mentira?Matsushita asintió.—No estaba sola, otras personas se encontraban conmigo entonces —murmuró—. Me dolía mucho la espalda, por lo que
«Muy buenas tardes. Hemos interrumpido la programación habitual para informarles que la Policía Metropolitana de Tokio ha arrestado a tres personas como sospechosos en torno a la investigación del caso de asesinato de Igor y Haruka Azarov, ocurrido en el año dos mil trece. Los tres arrestos se efectuaron esta tarde, a la misma hora, cerca de las dos, según fuentes oficiales de la policía». «Nos encontramos en la sala de prensa de la Oficina Central de la Policía Metropolitana de Tokio, a la espera de un pronunciamiento de los agentes, que se espera en torno a las seis de la tarde, para conocer más detalles al respecto…»La transmisión continuó en el canal, tal como en otros.Por fin, la tormenta pudo desatarse.Tras la entrevista hecha por Minato a Matsushita Yui, y de que Mori y Nakahara pasaran toda la noche
Poco a poco, poco a poco… una casa grande se volvía más grande cuando estaba así de vacía.Miraba a su alrededor y no había nada, solo unas paredes claras y un piso de madera. Los accesorios, las mesas y las sillas, todo fue sacado del lugar. Por fin sucedía.Era septiembre, finales, y la casa Azarov era vaciada.En el mes de agosto, el juicio por el asesinato de Igor y Haruka Azarov dio comienzo, también por los asesinatos de Takeuchi Yuuto y Sono Keisuke; el juicio aún continuaba, aunque el jurado se encontraba deliberando en la sala, posiblemente tardarían unas horas más.En tanto eso pasaba, los tres hermanos despejaban la casa.Un par de meses atrás, fue Akari quien dijo que quería abandonar la casa familiar, buscar su propio espacio y construir su propio hogar; y a partir de allí la ola dio comienzo, porque Matsuri se encontraba rep
¡Hola! Si has llegado hasta aquí en la novela, quiero expresarte mi agradecimiento por tu lectura. Esta ha sido una novela experimental, cuyo argumento me gusta mucho. En el futuro, espero hacer una mejor novela haciendo uso de este argumento, porque soy consciente de que me falta mucho por aprender en este mundo.Gracias de nuevo por llegar tan lejos.Si quieres saber más sobre la novela, o sobre mis otros proyectos y nuevas novelas, puedes encontrarme en mis redes:Fanpage Facebook: Shi's world (/shisworld)Instagram: @theshisworld¡No olvides dejarme una reseña! Tu opinión es importante para mí. Espero que nos veamos en un futuro proyecto donde, de seguro, encontrarás a una mejor versión de SHI. ♥
Querido Jesús, este es otro año en el que te escribo y, quizás, te fastidio con mis deseos irracionales. Pero… todavía soy un crío, así que… ¿qué más puedo hacer?En tu venida al mundo de forma simbólica, como cada año, debes estar al pendiente de varios tipos de correspondencia; muchos te piden juguetes, otros te piden regalos más personales y significativos. Tal vez ese venga a ser mi caso, lo que me lleva a la pregunta: ¿vale la pena seguir escribiendo esto, o incluso especificar qué es lo que quiero como regalo para esta navidad? Desde hace un tiempo siempre te pido lo mismo, quiero decir. Aun así, quiero seguir siendo fiel a la tradición, al formato, y te explicaré por qué este año si merezco que me regales lo que deseo. Espero ser lo tan explícito como se debe para que, entre todos tus mil
La vida está llena de muchos y diferentes matices, y casi nunca es para nadie lo que este quiere que sea. Para los afortunados, la vida podría ser mucho mejor; para los desafortunados, siempre podría ser mejor, pero nunca peor.Akari caminaba por la calle sin prisas, porque no tenía nada grande en mente. Iba camino a encontrarse con alguien. Él era un varón espigado, de cabellera rojiza en un tono muy raro que muchos problemas le había traído antes, como rosáceo, y un poco ondulado y que caía con libertad desde el centro de su cabeza y hacia todas partes, cubriendo apenas su frente; vestía atavíos simples: jeans y camisa, una chaqueta y mocasines.A su alrededor, la gente caminaba como si estuvieran llegando tarde a alguna parte: cláxones de autos, música de publicidad, gritos, habladurías… todo sumaba a la hora de aumentar el bullicio y, en med
«Mientras más simple la persona, más complicados serán sus días».El otoño no brillaba como de costumbre, porque el hombre se había encargado de hacer que así fuera. El cambio climático ya se notaba en las cosas más simples, como que ahora, en octubre, un otoño que tenía por normal ser ventoso y muy frío, se transformara en una brisa soportable y amena para muchos.A pesar de ser sábado, Akari tuvo que trabajar, cosa normal para alguien dedicado a su posición, y ahora regresaba a casa con prisas por una simple razón: había recibido un correo.Y sí, podía usar el teléfono para contestarlo, pero no le pareció propicio; ni siquiera lo leyó, porque pensó que lo mejor sería hacerlo en la privacidad de su computadora personal.El correo en cuestión venía de un remitente particu