CAPÍTULO 20. PENSAMIENTOS. Abner viajó contento de regreso a Inglaterra, le parecía increíble el giro que habían dado las cosas en tan poco tiempo, la primera vez que socializó con Adara había sentido que ella le hacía perder la razón, al punto que se había escabullido a su habitación para verla dormir, eso le hacía sentir culpable, ella era muy joven, pero quería conquistarla, luego ella le dijo que no estaba interesada y que romperían el compromiso. En seis meses poco pensó en ella, decidió no darle importancia e intentar fijarse en alguien más, aunque no se había enamorado, había tenido algunas citas, pero ninguna chica era tan hermosa como ella ni tenía sus impresionantes ojos azules. No pensaba viajar en estas vacaciones, solo lo haría si ella estaba lista para enfrentar a la familia y romper el compromiso, pero aquella video llamada en que la observó con su cabello mojado y en toalla lo habían descolocado, sabía que necesitaba verla después de eso y si era posible, sentirla. A
CAPÍTULO 21. ¿ESTABAS JUGANDO CONMIGO? Abner había llegado a Inglaterra hacía quince días, la primera semana la utilizó para arreglar su horario laboral tomando en cuenta su horario de estudio y organizar el trabajo que debía hacer junto a su primo en la empresa de tecnología. Desde antes de iniciar sus estudios universitarios Abner y Alí ya hacían acto de presencia en la empresa, por lo que estaban bastante diestros en el trabajo y sus padres pensaban que al momento de graduarse les darían más responsabilidades y pasado cinco años ya podía dejarle a cada uno de sus herederos una de las sucursales para que se encarguen de presidirlas ellos mismos. En quince días Abner y Adara casi no habían conversado, pues ella le había dicho que si quería hablar con él, ella lo llamaría, a lo que él entendió que le pedía distanciamiento e intentaba respetar eso, solo le había escrito cuando bajó del avión para informarle que ya se encontraba en Inglaterra y que había pensado en ella durante el v
CAPÍTULO 22. TENGO QUE CONTARTE ALGO. Al final del día Abner estaba exhausto, solo quería descansar y olvidarse de las malas experiencias que había tenido en el día, pero aún no podía, él necesitaba hablar con Adara, antes de que Magdalena o su hermana Ana lo hiciera. Sabía que debía haber hecho eso antes, pero no sabía cómo hablar con Adara, su personalidad era indescifrable para él. Llegó a su departamento y tomó una ducha de agua fría, para ayudar a su cuerpo agotado y adolorido a cobrar fuerzas, se vistió solo con bóxer y pantalón deportivo, caminó descalzo para sentir el frío del suelo, se dirigió a la cocina y sacó una botella con jugo de naranja del refrigerador, sirvió jugo en un vaso de vidrio, caminó hacia el amplio y cómodo mueble azul marino de su sala, se sentó allí a tomar su jugo, mientras contemplaba el teléfono pensando en las palabras que debía usar con la chica. Adara es joven aún y aunque es muy inteligente, no sabe cómo serían sus reacciones emocionales, él
CAPÍTULO 23. ¡ESTAS JUGANDO CON FUEGO! Adara tenía una capacidad impresionante para dejar a Abner sin palabras, él solía ser el soltero codiciado, era inteligente, apuesto, amable, caballero y de buena familia, además de trabajador y con un futuro prometedor, algunas chicas en el pasado habían intentado algo serio con él, pero este solo acudía a fiestas y tenía sexo casual con alguna chica, después de un tiempo se enfocó en sus estudios y trabajo. Había cambiado, quería una vida más estable y tranquila, aunque año y medio de cambio en ocasiones parecía mucho y deseaba el calor de una mujer en su cama. Abner pensaba que debía tomar lo bueno que había aprendido de la religión y una de esas cosas buenas era el autocontrol y la determinación, pero Adara estaba acabando con sus límites, primero su imagen en toalla, luego aquellos besos tan íntimos y ahora le hablaba de la autoexploración, jamás hubiese pensado que esa dulce y virginal joven fuese tan directa y atrevida, y no podía engaña
CAPÍTULO 24. SORPRESA. El tiempo pasó rápidamente para Adara, todas las cosas estaban saliendo conforme a lo que ella había planeado, se sentía feliz y también satisfecha por primera vez en mucho tiempo, a pesar de no coincidir con la mayoría de las personas en la forma de hacer las cosas ni en las reacciones que se deben tener en diferentes situaciones, ella se sentía por primera vez aceptada al poder expresarse como ella quería y no tener que imitar las reacciones o acciones de su madre. En el colegio, el cambio de Adara fue toda una sorpresa, sin embargo algunas de sus compañeras pudieron entender porque la joven era tan distante, callada y diferente, en pocas semanas los profesores se dieron cuenta de las grandes capacidades de Adara, a pesar de que ella y su madre habían conversado con el director y los profesores, para ellos era necesario ver con sus propios ojos los avances de la chica, por lo que le pidieron realizar varios proyectos que Adara terminó en tiempo récord con
CAPÍTULO 25. MALA IDEA. Adara estaba impaciente esperando a Abner en su departamento, desde que había llegado a Inglaterra no había descansado, solo habían comido, dejado sus pertenencias en el cuarto del hotel y la habían llevado al departamento de Abner, parecía que los adultos que la acompañaban estaban muy emocionados por ese encuentro, ella deseaba tener privacidad, pero parecía que estaban decididos a no dársela. Ella se encontraba bajo la mirada de Alí, Ava, Asaf y el abuelo Barak, ahora sentía que tal vez era mala idea llegar de sorpresa, podía ser que Abner no fuese tan predecible como pensaba o que fuese un buen mentiroso para fingir que llegaba temprano a casa después del trabajo. Lo más incómodo para ella era la forma como Alí la miraba, su mirada era intensa, penetrante y constante, quería preguntarle porque la miraba de esa forma, pero estaba con su madre, sabía que era mejor callar y concentrarse en alguna otra cosa para evitarle incomodidad a la mujer. Adara y Abner
CAPÍTULO 26. COMETÍ UN ERROR. No importaba cuanto se defendiera Abner de los ataques de su padre y el abuelo, ellos ya no confiaban en él, esperaban que Abner fuese un hombre de fe, íntegro según sus creencias, un hombre fiel, honrado y responsable, para eso había sido criado, saber que él se había ido a un bar a beber licor y se había besado y tal vez toqueteado con una extraña, era una vergüenza para su padre y abuelo, una deshonra, lo peor era saber que su prometida se había dado cuenta de su infidelidad. Todos sabían que Ava era callada y sumisa, ella no diría nada y perdonaría el hecho, pero la prometida de Abner no era Ava, sino su hija quien era muy distinta y no sabían que esperar de ella. Para Abner las fuertes palabras de su padre y abuelo no dolían tanto como el hecho de saber que Adara lo había visto y que solo un error podía tirar a la basura lo que había tardado meses en lograr. Sino fuese porque Abner estaba en la universidad y le faltaba poco tiempo para culminar
CAPÍTULO 27. UN TRATO. Abner no podía conciliar el sueño, el día que le esperaba no sería agradable, tendría que lidiar con malestares físicos por la resaca, pero lo peor era la parte emocional, Adara no lo consideraba buen partido, su padre y abuelo estaban decepcionados, sabía que sus acciones llegarían a oídos de su abuela y madre y que le darían un gran sermón, eso no importara si él se sintiera conforme con su actuación y Adara no le importara, por el contrario la chica si le interesaba y el mismo se sentía un idiota por ser tan tonto y débil. Caminó hacia el balcón a contemplar el cielo ligeramente estrellado, luego se sentó a pensar en su vida, estaba seguro de que él era un buen hombre, estudioso y trabajador, con buenos modales y buenas intenciones, estaba seguro de que era torpe y solía meterse en problemas, pero si Adara no podía valorarlo, es porque la chica no lo merecía, y no era la adecuada para él, además aun es muy joven y tiene mucho que vivir, Abner estaba seguro