No podía negar que desde hace mucho tiempo no me sentía así, pero no podía permitir dejar entrar en mi vida a Andrey. Lo pondría en peligro si Alejandro se enteraba.
Hace mucho tiempo deje de mantener emociones en mi corazón, para ser exacta el mismo tiempo en el que firme el contrato.
- No lo vuelvas a hacer, por favor - intento contener todos mis sentimientos, recordar a la mujer que algún día fui, aquella que era dulce y tierma hace mucho tiempo había desaparecido,ya no había rastro de ella.
- ¿Qué sucede? ¿Porqué reaccionas así? - su mano acaricia mi mejilla y es la primera vez que un gesto de esa manera me hace sonreír internamente.
Es la primera vez que me siento cómoda al lado de un hombre.
En ese instante lo que más quería con todas mi fuerzas era que Andrey se marchara, que se fuera enseguida, incluso si creía aquello que le había dicho de mí.- ¡Vete! - lo empujo a un lado mientras pasa sus manos por sus cabellos y vuelve a fijar su vista en la mía.- Entonces... si lo que me has dicho es verdad, sólo significa que no eres más que una mentirosa aparentando ser otra persona y yo sólo un estúpido que llegó a creerte.Le había mentido pero por la única razón de que se marchara del bar y no hubieran problemas, sin embargo Andrey aún seguía ahí parado sin tener la mínima intención de dejarme.
En ese momento me era imposible moverme de mi posición, mi cuerpo se negaba a ponerse de pie, mi vida se estaba trasformado en un completo tormento, jamás olvidaría aquello, jamás olvidaría el dolor que sentía en ese momento, no me refería al del mi piel con el contacto con ese metal, me refería al dolor de mi alma. Porque justo en ese instante mi alma se había roto por completo, mi vida se había ido con las ilusiones de volver a ser la misma, y me dejaba como a un cuenco vacío.- ¡Suéltala hijo de puta! - la voz de alejando resuena en ese lugar, hay hombres que lo siguen mientras corre hasta donde estoy.Estoy inmóvil sin decir una sola palabra. Estoy clavada con mi vista en el suelo viendo todo lo que está sucediendo.
Esperaba llegar a tiempo al bar y que no hubiera sucedido nada que tuviera que lamentar. Mis manos sudaban mientras estaba dentro de ese taxi.Logro tranquilizarme cuando este me deja a una calle de distancia, corro frenéticamente hasta que llego a la entrada principal del bar. La imagen de Alaric parado allí es la primera que se encuentra mi campo de visión.- No puedes entrar - me detiene con una de sus manos.¿Qué coños está diciendo?Definitivamente este hombre se había ganado un espacio en el infierno para mí, porque ya había dejado pasar muchas cosas de parte de él,ahora sólo quería golpearlo en el rostro y que se callara de una buena vez.
Son varias cicatrices que abarcan desde el inicio de su espalda hasta el final de esta justo en donde empiezan sus caderas.- ¿Qué te sucedió? – detengo el beso mientras tengo su rostro entre mis manos.- Es lo único que no voy a decir de mi pasado – de repente su mirada ha cambiado a una que refleja un estado de furia.- No parecen que te las hubieras hecho accidentalmente.- Dije que no iba a decir nada – se aleja de mi mientras toma su camisa de la arena. Mi pregunta lo ha cabreado y le doy la razón yo también reaccionaria de esa forma si alguien intentara fisgonear en mi pasado.- Es mejor regresar a casa – dice mi
Mi cuerpo claro que lo quería mantener cerca, sus caricias eran explosivas y electrizantes que me empujaban a un sitio en el que no había camino de retorno.Las hormonas me estaban destrozando y haciendo trizas.Pero no podía permitirlo, quería estar bien conmigo misma porque así podría ser capaz de ofrecerle a otra persona un sentimiento de mi parte. Uno completo y no a medias.- Andrey.. - susurro y fijo mis ojos en él-. - Te creo en lo que me dices,y también siento lo mismo cuando estoy cerca de ti, pero... hay muchas cosas aún de mí pasado que no he sanado.- Date la oportunidad de ser feliz - responde mientras mantiene mi rostro entre sus manos.
Esos dos hombres se estaban transmitiendo odio con sólo sus miradas. Y yo no iba a quedarme sentada en ese asiento sin hacer nada esperando a que alguno de ellos se le pasará por la cabeza realizar algún acto salvaje o poco cuerdo de su parte.Abro la puerta del auto y avanzo unos cuantos pasos hasta que llego en donde se encuentran.- ¡Deja a Victoria en paz, sólo eres un egoísta, la tienes a tu puto lado aunque ella se niege!- Dime Vasilev..¿No harías lo mismo? ¿No la mantendrías a tu lado contigo siempre? Sabes que Victoria es más que una mujer. Me llamas egoísta. Pero si no sientieses que ella te hace feliz no estarías aquí.- Cabr&oa
La extraña sensación que me invade en ese instante es difícil de explicar, es la primera vez que tengo ese tipo de regalo con una persona que no es mi familia, aunque la realidad era que el término "familia" era lo menos que encajaba entre la relación que manejaba con mi madre y mi hermana desde hace tiempo.Creo que jamás me había detenido a pensar en aquello, porque vivía concentrada en hacer lo posible para retomar mi vida con normalidad, por no dejar sola a mi madre, por resolver los problemas en los que se metía Georgia. Todo eso se había mezclado y había ignorado que para ellas quizás yo no era una persona importante en sus vidas.Cuando le regale el hurón a Andrey pensé en que lo consideraría un regalo infantil y soso de
Mi cabeza palpitaba como si fuese a explotar. Conocía esa sensación era consecuencia de una terrible resaca, el dolor en mi cuerpo se hace presente, poco a poco vienen a mi los recuerdos de la noche anterior, aunque no son recuerdos lucidos en su totalidad. Aquellos brazos fuertes que me rodearon la cintura, esos ojos verdes hechizantes e enigmáticos, la sensación de su manos recorrer todo mi cuerpo, me aferro a su figura que se encuentra un lado mío, esperando encontrarlo allí, pero en cambio me topo con una figura completamente diferente a él.No se trata de Andrey.¡Jode..Es Alejandro y al igual que yo estamos desnudos en esa cama, mi vista ahora se clava en la habitación que comparto, no estamos en el bar, posiblemente