Capitulo 36

Cada hora,cada día, cada semana, una tras otra era igual para mí. No podía olvidar aún lo que había sucedido. Mi corazón se negaba a creer todo lo que paso.

Supongo que en lo más profundo de mi alma trataba de hacerme la idea de que una enorme parte de mí había quedado como una pieza de rompecabezas a medio hacer.

- No corras cariño - digo mientras lo veo jugar con sus juguetes en el pasto.

- Mami - dice él y me acerco

hasta

donde

está.

Acá

estoy mi amor
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