4. AMOR

El viernes llegó, después de una semana de subidas y bajadas, estaba emocionada que iría a ver a mis padres, era algo que me hacia ilusion y sabia que estando alla, me sentiria tranquila y segura de cualquier pensamiento con Varys. no quería generar ninguna expectativa con absolutamente nada, nada había pasado, así que simplemente, todo era cuestión de respirar, desatar nudos y avanzar. No quería enredarme en las redes del amor y más si no era correspondido.

Saliendo del hotel con una pequeña maleta para el fin de semana en casa, veo que cruzando la calle está la camioneta de Varys estacionada, por un momento pensé que estaba equivocada, no había recibido una llamada suya por ningún motivo, debía ser un error, pero nuevamente, estaba equivocada.

- ¿Te vas ?

Giro sobre mí y veo a Varys saliendo detrás de una de las columnas de entrada al hotel caminando hacia mi. Mi corazón en ese momento empezó a latir con más fuerza, con más rapidez, creo que cualquiera que estuviera cerca a mí podía escuchar sus latidos.

- Varys...

Que puedo decir, su cabello, su rostro, sus ojos negros brillantes y misteriosos, su cuerpo; todo de el me hacia vibrar y hasta esa noche, no pude estar mas segura, era innegable e inevitable… ¡Estaba enamorada de mi jefe!

Desde que empecé a trabajar en Monfort Industries Varys siempre fue muy atento conmigo, hablábamos de trabajo, pero también de música, de libros, de cine y me di cuenta que compartíamos muchos gustos, sentí atracción por él, me gustaba la clase de persona que era, aunque era varonil y atractivo, jamás llegué a pensar que un heredero de un gran emporio empresarial, era tan sencillo y gentil.

- ¿Te puedo llevar? - Mencionó.

- Llame un taxi, lo siento.

- Siempre puedes cancelar… o… ¿no qiueres?.

Mi cabeza hizo corto circuito, no entendía qué demonios estaba haciendo allí, justo a esa hora, porque aparecer así, si últimamente vivía ignorándome, evitándome; no sabía si quedarme a esperar una explicación o simplemente ignorarlo como estaba haciéndolo él.

- ¿Qué dices? - insiste.

dude…

- Voy a hablar en recepción. Espera… -Respondí sin más.

- Gracias.

- Mi billetera es la que te agradece. - Respondí con una sonrisa muy sutil.

En la camioneta vuelve a encender su reproductor de música, suena una canción que ya conocía, aquellos amantes viviendo con dolor uno separado del otro, deseandose lo mejor cada uno separado del otro, luchando por mo encontrarse, pero amandose todo el tiempo. La música volvió a acelerar mi corazón, pero no hice ningún comentario, no quería ser la primera en romper el silencio que nos distanciaba en ese momento.

- Aqui esta lo que te prometí.- Me entrega una caja con un CD

- ¿Y esto?

- La música que grabé para ti. ¿Recuerdas? te lo prometí.

Me sorprendí, después de tanto tiempo, pensé que ya no lo recordaba.

- Gracias. - respondí.

- ¿Solo gracias?

- Muchas, muchas gracias.

Sonríe.

- Eres genial.

No entendía absolutamente nada; si antes tenía un nudo en mi cabeza por su comportamiento de idas y venidas, ahora si que estaba por enloquecer.

- ¿Qué?- respondí con un poco de enfado.

Detuvo su coche a unos pocos metros de llegar a mi destino.

- Debo decirte algo antes de que te vayas.

- No voy a renunciar. - dije con una sonrisa un poco temerosa.

- Lo sé, bueno no lo sé, creo que no deberías hacerlo.

- No te entiendo Varys.

Se quitó el cinturón, respiro profundo, me mira fijamente. Yo sentada en el asiento de al lado hecha un mar de dudas y mi corazón a mil por horas, sorprendida por la situación, estábamos tan cerca que podía sentir su olor, era exquisito; pero también, pude notar que estaba un poco inquieto con lo que iba a salir de su boca.

- ¿Sabes que en mi empresa hay políticas que impiden tener una relación entre compañeros de trabajo?

- ¿Qué? ¿De qué me hablas? - respondí a su comentario extrañada.

- Si alguien te gusta no puedes tener una relación pública, que todos se enteren, puede haber consecuencias.

- Entiendo… -Respondí casi perdida.

- Por eso debemos ser muy exclusivos con la persona que nos gusta, nadie puede saberlo si estás con alguien de tu trabajo.

Mi cabeza se detuvo por un momento, sentí calor en mi cuerpo, sentí molestia y rabia.

- Espera un momento Varis, yo no ando con nadie del trabajo, no entiendo, ¿qué es lo que pasa?¿qué me quieres decir?. - Mencioné mientras me retiraba el cinturón de seguridad.

- Es importante que si hay alguna relación no se sepa.

Mi mente estaba a punto de estallar, así que con mi poca consciencia y calma me bajé del vehículo, abro la puerta trasera extrayendo la pequeña maleta y poniéndola con tal fuerza en el pavimento que una de sus ruedas salió de su eje.

- Me parece muy mal que pienses que estoy con alguien del equipo, todos han sido muy buenos compañeros, pero nada más, me parece un insulto. ¡para esto me trajiste! ¡Yo conozco muy bien las reglas, Jefe! ¿para decirme que ando con alguien?

Me dispuse a caminar con tanta furia y sin entender una palabra de lo que decía Varys que simplemente quería correr y huir de ese lugar.

Me sentía tan tonta por pensar que él sintiera algo por mí, me sentí tonta en pensar que yo le gustara.

- ¡Espera! . - mencionó Varis.

- ¡Qué estupidez!

Al ver que no me detenía, gritó.

- ¡Espera, por favor!

Me detuve, respire profundamente y me gire.

- Varys, ¿qué quieres?

Cierra los ojos y respira, como tratando de encontrar las palabras adecuadas. al abrir sus encantadores y misteriosos ojos negros, menciona.

- A ti…

Creo que di un paso atrás al escucharlo, lo que escuche, no era lo que esperaba escuchar… o si… quizás era lo que esperaba en silencio y trataba de eliminarlo de mi mente. creo que en esos momentos mi alma salió de mi cuerpo y se fue con él, simplemente no podía creer que él también sintiera algo por mí, mi corazón se detuvo por un instante, el resto del mundo se borró y quedamos solo nosotros, mirándonos a unos pasos de distancia, con las almas abrazadas y los cuerpos separados..

- Te quiero a tí… Me gustas…

No sabía que decir... las palabras no salían. Me sentía en una especie de nube.

- Varys… tu…

- Sí, lo sé, sé que esto es muy loco y quizas tu no sientas lo mismo por mi, pero ya no puedo negarlo mas, lo intente, fuertemente, porque sé todo lo que trae consigo esto, trate de ignorar todas las señales, pero ganaste, me enamore, no me habia pasado esto hace mucho tiempo, no se que me hiciste, no queria decirtelo, pero necesitaba hacerlo, esto me iba a destrozar por dentro si seguía callando.

En ese momento ya había dado unos pasos y estaba más cerca a él, mi corazón lo escuchaba a mil por hora, sentía que no podía ser real lo que escuchaba, no podía creer que la persona que me gustaba declarara con tanto dolor y sentimiento su cariño por mi, podía ver más de cerca su rostro, sus ojos llenos de luz y agonía, sus manos temblaban, su cuerpo estaba intranquilo. cómo era posible que nos gustamos e intentamos evitarlo, pero, no se pudo, algo más grande que nosotros, nos empujaba a querernos.

Dude …

- ¿Por qué? ¿que hizo que fuera diferente?

- Tú, tú forma de tratar, tú forma de ver el mundo, tu optimismo y ver lo bueno de las personas, la forma en que sueñas, a lo grande, toda tú eres perfecta.

Mori…

- Varys…

- Dejame quererte, por favor.

Lo abrace… suspire, sentí tranquilidad al abrazarlo, con una sonrisa muy sutil, emocionada y asustada... lo dije.

- Tu también me gustas…

Lo abrace con tal fuerza que no podía más, él; al escuchar mis palabras también me abrazo, lo sentí suspirar, aliviado, feliz; era la primera vez que sentía su cuerpo tan cerca del mío y era tan mágico, era tan irreal, me sentí morir, el amor es como morir, cuando lo sientes tan vivo, hace parte de ti, amas con tal furor que experimentas sensaciones que aun viviendo, no experimentamos sino cuando amas y es correspondido, sientes que estás más vivo, pero también estás muriendo poco a poco por que ya no dependes de ti unicamente, tambien dependes de otra persona que al igual que tu esta dependiendo de tu amor.

Nos separamos un poco solo para ver nuestros rostros, ver a través de nuestros ojos, y sentir nuestros corazones, respirar con tranquilidad, tocar nuestras almas, escuchar nuestro silencio… y así; sin más, llegó nuestro primer beso.

Un beso con sabor a felicidad, angustia, e incertidumbre, un beso con pasión, un beso con temor.

- No lo puedo creer, no lo sabía. - dije sin separarme de su cuerpo.

- Lo siento…

- ¿por qué ?

- No pensé que tu sintieras algo por mí, me llenó de celos verte tan cerca de Jorge que pensé que sentían algún tipo de atracción el uno por el otro. nunca le pregunté, pero él habla tan bien de ti… Estaba muy angustiado por eso…

- Jorge tiene novia, la conozco y es igual de encantadora que él. -Dije con una risa burlona.

- En serio, tienes mi mundo de cabeza…

Volvimos a abrazarnos, quietos, en silencio, con los ojos cerrados, con la mente en calma, pero en agonía… la agonía que da el amor.

- Debo irme, sino, mis padres vendrán por mí.

- Yo debo quedarme, este fin de semana debo estar aquí por lo del proyecto..

-Debemos pensar que vamos a hacer. -respondí

- Nooo… no pienses por favor, no quiero que vuelvan los pensamientos. - Dijo mientras me volvía a abrazar fuertemente y me besaba en la frente.

Sabía a lo que se refería, lo que viene después del amor, las responsabilidades, las consecuencias, las decisiones, eso mata el amor, el amor es frágil y las banalidades del mundo lo hacen casi que irreal, único, mágico.

- tenemos que hacerlo, ¿recuerda las políticas?

Varys sonríe.

- Las reglas están para incumplirlas.

- Muy mal dicho, ya empezamos muy mal, Jefe. - Sonreí

Nos abrazamos fuertemente, con la realidad apartándonos cada uno para destinos diferentes, pero nuestras almas entrelazadas no nos permitían soltarnos.

Nos despedimos, con un beso interminable, de esos de película, un beso mas tranquilo, con calma, con sabor a esperarnos, un beso que perduraria el tiempo que íbamos a estar separados, un beso con sabor a inicio, a emoción, insertidumbre y cariño.

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