“Por favor ayuda, el gato de mi vecina es maltratado por ella, logre retratarlo hoy, alguien que pueda ayudarme para que le sea retirado. Anónimo”Elianna se llevaba la mano a su frente.“Esto es terrible, ¡Una persona así no debería tener animales! ¿Alguien sabe la ubicación para llamar a la policía? ¡Pobre bebé! ¡Quisiera tener en frente a esa mujer para hacerle saber porque no debe meterse con los animales!”Aquello era simplemente patético. En solo unas horas, aquel post “anónimo” con la fotografía de su gato, se había hecho realmente viral; incluso en los noticieros había visto la nota, y ahora toda la ciudad buscaba su casa y a su gato para rescatarlo. Acariciando la pancita de Bolita, escuchaba sus dulces ronroneos.—Ya veo lo maltratado que estas…solo mírate, eres un barrigón demasiado tragón, ¿Quién es un gato maltratado? — cuestionó entre risas a su mascota.Por supuesto, era tan obvio quien era la persona responsable de este escándalo, que era difícil contener la risa. Elar
—¿Por qué no me respondes? ¿Estás allí? ¡Demonios Cedric responde! ¡Tenemos que hablar! — La contestadora de su departamento le reproducía un mensaje nuevo que se sumaba a los más de cien que Elara había dejado en su bandeja. El calor de aquel lujoso licor le quemaba agradablemente la garganta, y lo hacía ir y venir entre el entusiasmo, la ira y la depresión. Cedric sabía que Elianna lo amaba; se negaba a creer otra cosa, y no aceptaría nunca que ella pudiese sentir algo por su hermano…pero, aún así, se sentía devastado al saber que esa mujer que lo había adorado siempre, pasaría a pertenecer a otro.Para nadie era un secreto que el en realidad no poseía ningún talento; no era particularmente inteligente como si lo era Caleb, o una estrella del deporte, el arte o lo que sea. Su único talento era el ser hermoso; su belleza le abría las puertas que necesitaba, y la explotaba al máximo…pero aquello no era suficiente. El poder de los Auritz era algo de tener; su familia poseía un gran
”Están cordialmente invitados a la fiesta del compromiso entre el honorable Caleb Auritz y la magnífica señorita Elianna Jhonson”Elara miraba aquella elegante invitación de bordes dorados. Apretándola con rencor, la arrojó violentamente para luego caminar hacia su auto. Nada de lo que había hecho había dado los resultados que esperaba; incluso lo de aquel gato no había funcionado y terminó por borrar aquel post en dónde fue tachada de mentirosa. Cedric tampoco estaba atendiendo sus llamadas, era casi como si la tierra se lo hubiese tragado y aquello solo lograba irritarla aún más. Elianna se estaba burlando de ella, no había dado marcha atrás a su fiesta de compromiso a pesar de las advertencias de su madre y no era solo eso; aquel salón era el más lujoso de la ciudad, el que ella había querido originalmente para su evento, pero que su madre y Cedric se negaron a pagar. Sentía un terrible ardor en la boca del estómago, era la primera vez en toda su vida que se sentía tan desplazada
—Estamos casi listos Elianna, el local está terminado, pronto podrás abrir y lanzar tu línea de ropa tal y como lo habíamos planeado cariño, esa perra de Elara no sabrá que la golpeó — Aquella voz masculina al otro lado de la habitación, la había hecho sonreír. —Esa es la idea, Alexei, pronto les haré ver qué Elara no es ni nunca fue quien dio las mejores ideas a la compañía, Afrodita Corp., se posiciona pronto como la tienda número 1 de todo New York, ya lo verás — respondía Elianna mientras se probaba aquel vestido. —De eso no tengo ninguna duda cariño, pero, ¿Por qué decidiste que no anunciaras de inmediato que eres la dueña? Realmente me muero de ganas por ver la cara que pondrá esa mujer, la tengo odiada desde que estudiábamos en la universidad, es increíble que te haya quitado a Cedric, realmente siempre supe que era lo de peor, pero ¿Qué clase de persona se mete con el hombre de su hermana? Hay cariño, de verdad me muero por ponerla en su lugar — decía Alexei acentuando u
—Las flores deben de permanecer frescas durante todo el día, también deben de acomodar el espacio para la prensa. Los mejores noticieros estarán presentes para a anunciar mi compromiso, así como mi nombramiento oficial como el nuevo CEO de Next Corporation. Todo debe de ser perfecto, no espero menos — —Si señor, así será — Caleb Auritz salía de aquel elegante salón que estaba siendo preparado para esa gran noche. “Solo merezco lo mejor”Las palabras de su hermosa prometida seguían resonando en su mente, y el se encargaría de que aquella fiesta fuera exactamente tan opulenta y espectacular como Elianna deseaba. Una nueva llamada de su hermano estaba entrando, seguramente, para discutir de nuevo sobre aquella mujer en la que ambos habían puesto sus ojos. Negándose a responde, sonrió para si mismo; Cedric había perdido su oportunidad y el no iba a desaprovechar la que había obtenido. En la mansión Jhonson, Elara se miraba en el espejo. Había gastado una fortuna de aquel Valentino q
Todas las miradas que se hallaban en el lugar, se habían concentrado en aquella pareja que recién entraba al elegante y opulento recinto. Elianna alcanzaba a divisar aquel gran esplendor que Caleb Auritz había preparado para esa noche. Aquella fiesta era mucho mas grande, costosa y elegante de lo que había sido la de Elara y Cedric, y aún cuando nunca le había gustado exagerar, se sintió satisfecha al notar aquella expresión de rabia y envidia marcada en el rostro de su hermana mayor. Sonriendo, se apretó más del brazo de su prometido, había cumplido su petición sin pedírselo realmente, después de todo. Cedric miraba a aquella hermosa mujer de cabellos castaños; nunca hubiese podido imaginar que Elianna fuera tan hermosa, al verla así, podría decir que, incluso, era más bella que la propia Elara. Sus ojos verdes, sin embargo, no se dignaron a mirarlo, y el verla tan cerca de su hermano, hacia que la sangre en sus venas hirviera de rabia. Sin soportarlo, se dirigió hacia el bar de aqu
Todo parecía de ensueño, aquella era la primera vez en toda su vida que era el centro de atención, y aún cuando no era tan agradable, tampoco le molestaba. La música sonaba suave, agradable, y varias parejas se habían unido a la pareja recién comprometida en la pista de baile. Elianna seguía recargada en el pecho de Caleb Auritz, dejándose llevar por los recuerdos de su abuelo al tiempo que se preguntaba si el la estaría observando en ese momento. Cedric observaba sintiendo su sangre ardiendo de celos. ¿Desde cuándo su Elianna se había vuelto tan cercana a Caleb? No recordaba que en toda su vida la castaña se recargara así en su pecho. Su hermano bailaba con ella con tanto orgullo que sentía el deseo de aplastarlo. Sin resistirlo más, dejaba aquel vaso en la barra para luego tomar la botella. Mirando su reloj, aquella sorpresa que había planeado se estaba demorando más de lo esperado. Quería salir y hacer una llamada, pero su furiosa prometida no parecía tener la intención de dejarlo
—¡Eres un desgraciado! —Cedric había golpeado a su hermano en el rostro. Caleb, incorporándose rápidamente, se acomodo el elegante saco y notó aquella botella de licor en las manos de su hermano. —Veo que igual que siempre, no eres más que un niño mimado e idiota — dijo Caleb con un deje de desprecio.—Silencio, tu eres un maldito desgraciado que siempre se ha sentido superior a mi siempre presumiendo ser el orgullo de nuestro padre, ¿Realmente crees que Elianna podrá amarte como si me amó a mi? — respondió Cedric burlándose. Caleb se burló. —¿Qué tonterías estás diciendo? Nuestro padre nos crio a ambos por igual, fuiste tú el que decidió vivir su vida como un mediocre, yo solo hice lo que tenía que hacer, a ambos se nos dio la misma elección, en cuanto a Elianna, hermano, ella ahora es mi asunto, así que no quiero volver a escuchar su nombre saliendo de tu ebria y descarada boca — —Miserable…eres un… — Cedric se abalanzó nuevamente con la intención de golpear a su hermano