una fuerte tormenta

Romina salió de la oficina de su esposo muy afectada, la gran decepción y la inmensa tristeza que Apolo le había provocado, después de morir era sin duda la peor experiencia de su vida, la había tratado tan fríamente, no le importó que ella lo viera engañandola con sus propios ojos, que gran hijo de puta había resultado ser el amor de su vida

La secretaria Mariela sonrió triunfante, su jefe había despreciado a su esposa por ella, sabía que su atractivo era irresistible, eso era verdad, Mariela era irresistible para cualquier hombre pero para el Ceo Apolo no!

 —estás despedida!Furioso Apolo le ordenó bajar de sus piernas  —pasa a recursos humanos por tu liquidación.

 —CEO Valentain! no puede hacerme ésto necesito el trabajo! pensé....yo pensé que le gustaba por eso me acerqué a usted, por que entonces me dió un lugar delante de su esposa? por qué me hizo creer que le importaba?

 —Eso no es asunto tuyo! sal de aquí inmediatamente! no tengo por qué darte explicaciones, fuera!  —rugió Apolo asustando a la angustiada secretaria que ya lloraba por qué había perdido su trabajo, las empresas Valentain eran de las mejor pagadas, llegar a un puesto allí era muy difícil, ella lo logró pero debido a su falta de valores y comportamiento inapropiado ahora la habían despedido.

A Mariela noble quedó de otra que salir de la oficina de su jefe avergonzada y humillada, sus lágrimas no conmovieron al Ceo, Apolo se mostró frío e inexpresivo, Mariela lo pensó mejor, ¿si fue capaz de ser tan cruel con su propia esposa, que podía esperar ella de él? la pobre secretaria de dirigió llorando a recursos humanos, ya lo hecho no tenía vuelta atrás, era por todos sabido que el Ceo Valentain no daba segundas oportunidades

Apolo se quedó sentado en la costosa silla, ¿ qué demonios había pasado? todo había sido tan rápido que apenas lo estaba asimilando, su esposa le había llevado el almuerzo a la oficina y sin querer se encontró con una malentendida escena que lo mostraba como un esposo infiel, el Ceo pensaba que era lo mejor que su esposa pensara que la había engañado, así se marcharía por su propio pie, él de todas formas no la iba a poder amar nunca, fue allí que le agolparon los recursos de su amada Romina

FLASH BACK

Apolo por fin pudo llegar al estacionamiento, bajó de su auto apresurado, el pudo ver la terrible escena, su prometida, el amor de su vida estaba herida y sangrando profusamente, el Ceo sintió que moría, corrió hasta ella y casi arrebatandosela de las manos a su madre la tomó y pegó su frente a la de su novia, ¿por qué dios mío? por qué ella? repetía el Ceo

 —Apolo! llamó apenas Romina, mi amor! no llores, si éste es mi destino lo acepto, pero te prometo que buscaré la manera de volver a ti, Romina pudo apreciar los bellos ojos azul turquesa del hombre que amaba, ella sentía que sus fuerzas la estaban abandonando

 —No, Romina! no puedo perderte! no puedo perderte! eres mi todo, tu eres mi vida! lucha mi amor! no te rindas, hazlo por mí, todavía tenemos que vivir una larga vida juntos! no puedo perderte Romina! — repetía el Ceo con la voz entrecortada

Fin FLASH BACK

Si tan solo Apolo supiera que su esposa era en verdad el alma reencarnada de su amada Romina lamentaría de mil formas haberla tratado tan mal, haberle echo tantos desprecios y haberle roto el corazón, la había lastimado tanto que ya no tenía arreglo, el Ceo había perdido a su amor por segunda vez, no lo sabía pero algo en él no se sentía bien, era como si todo su ser le reclamará sus acciones

Romina salió sin rumbo de la enorme empresa, apenas había dado unos cuantos pasos una terrible tormenta se desató, gruesas gotas de lluvia helada caían sobre ella pero Romina no las sentía, su esbelto cuerpo no sentía el dolor físico por qué el dolor de su corazón y su alma eran desgarradores

Apolo se sirvió un vaso de whisky para calmar la ansiedad que sentía, tenía un mal presentimiento, no entendía por qué estaba así, quería a su esposa lejos de él, quería que se divorciaron y que lo dejara tranquilo, que todo el mundo lo dejara tranquilo!

Romina vagó por las calles sin rumbo, ella moría de frío, sus labios se volvieron violetas al igual que sus ojos, las lágrimas que derramaba se perdían en la lluvia que caía por su bello rostro, ella ya no soportaría más! había dejado la dignidad y la piel en ésta ardua conquista en la que no logró remover ni siquiera un poco la cruel frialdad del corazón de su esposo

Apolo por su parte de había quedado en su oficina, estaba dudando en ir a la mansión Valentain a buscar a su esposa para hablar o si dejar que ella misma se fuera por su propia voluntad, el quería decirle que aunque se divorciaran, él la compensaría excelentemente bien solo por haber sido su esposa ese poco tiempo

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