Dante al ver quién es el intruso que entró a su habitación sin su permiso, rápido coge el bóxer y se lo pone, preguntándose qué hace esa mujer allí y cómo entró. Mientras Eva solo la mira, pensando que es muy hermosa y delicada.
—¿Qué haces aquí, Isabel? —pregunta Dante ya vestido. Ella le responde que llegó hace una semana de Francia, que necesitaba un descanso, y Eleonor esa mañana le recomendó que pasara unos días en la casa de campo, que a él y a Lucas no le importaría. Dante le dice que no le importa, pero que salga de su habitación, y que no vuelva a pasar sin llamar antes. A Eva le da repelús mirarla mientras habla, no cree que haya otra persona que hable tan pausado y con tanta parsimonia, le dan deseos de decirle que hable más rápido o deje de habUna semana después Eva y Laura están junto a Dante y Gael, en la oficina de Lucas, esperando que su jefe termine de revisar los documentos que las secretarias llevan un tiempo conciliando. Gael se queja muy enojado porque no le avisaron de esto.—Fueron revisiones de rutina, Laura y Eva llenando la base de datos como hacen cada mes, no creímos necesario informarte de ello. —responde Lucas a las quejas del director económico. La semana pasada ha sido de mucho ajetreo y estrés en la empresa. Los documentos que Eva y Laura han estado revisando no coinciden con la información dada a cada departamento, unas veces falta y otras sobra dinero. También hay incongruencias en los contratos que Dante está seguro que no estaban así el día que se firmaron, y Lucas lo corrobora. Gael no para de decir que la información brindad
Eva decide callar, ¿para qué decirle? Es algo que decidió dejar en el pasado, si Samael decidió no presentarse a la cita y bloquearla de las redes sociales mejor dejarlo así, para que pensar en algo que le deja un sabor agridulce.«Una lástima, me encantaba.»—No pasa nada, solo pensaba en nosotros, siempre que nos vemos fuera de la oficina es dentro de una habitación, y tú completamente desnudo. —responde al fin Eva y levanta la mano cuando él va a hablar—. El bar no cuenta, allí te portaste muy mal, como un patán troglodita.Dante levanta las manos como disculpándose, pero sonríe acercándose a Eva, la toma por la cintura y la acerca a él. —Pero si te encanta verme así, de que te quejas. Eva le da un golpe en el pecho y lo empuja riendo con
Eva piensa que, si no estuviera sentada, caería al piso, las piernas le temblaban. Tiene la garganta atorada por las lágrimas. Respira un poco al escuchar la respuesta de Dante.—¡¡No!! —responde inmediatamente Dante—. Bueno, no sé, supongo que lo normal para alguien con mi enfermedad. Yo recibí un trasplante de médula gracias a Lucas, estoy bien, puede empeorar si no me cuido, pero me hago chequeos regulares, por eso Oliver y los demás viven detrás de mí.—Entonces, ¿Por qué no tienes ninguna relación estable? ¿No quieres hijos, una familia? —Como dije, me cuido y puedo durar muchos años, pero ¿Y si muero dentro de un año o dos? Dejaría una viuda, o hijos pequeños sin un padre, prefiero no tenerlos. —dice Dante con los hombros y cabeza bajos—. Me gustar&i
Noche anteriorEva al llegar a casa cenó y se dio una ducha, y con una copa de vino se dispuso a considerar todo lo que habló con Dante. No quiso llamar a nadie por consejo, lo que fuera a hacer, quería que fuera porque ella lo decidió, sin dejarse llevar por lo que terceras personas podrían pensar al respecto, aunque estuvo tentada de levantar el teléfono varias veces. Estaba segura que su madre y su abuela le dirían que aceptara, solo por verla aunque sea en una "no-relación", Eva ríe al pensar en ellas, imaginándolas diciéndole que aproveche, si no su zona íntima cogerá tela de araña de no usarla. —Jajaja, locas que son las dos. —Pensó en voz alta y tomó un trago del vino.Sus amigas harán una lista de pros y contras y al final le recordarán su
Dante se relaja, pone las manos detrás de la cabeza y pregunta si él también puede demorar en dar una respuesta. Eva sonríe, haciéndole creer que si, pero se pone seria nuevamente y le dice que no, solo ella podía hacerlo.—Dame tu respuesta ahora, si no me voy. —dice ella, y hace el gesto de levantarse.—Vale, vale, acepto, yo no soy celoso así que no será un problema para mí abstenerme de decir o hacer nada que te haga creer que son celos. —claudica y agrega—: por ahora no mencionaré más a tu amigo.Eva mueve la cabeza, espera que sea cierto lo que dice, ya que lo que ha dicho y hecho demuestra lo contrario de lo que está diciendo ahora. —¿Y ahora qué? ¿Qué haremos a partir de ahora? ¿Nos citaremos cuando tengamos ganas? &i
—Vale, quizás me moleste, si es con alguna mujer y te cites con ella porque si y no me invites a mí, —responde Eva—. Si es algo como lo de ahora no me molestaría, entendería que fue solo un juego. No quedé con él a cenar porque me gusta, lo hice por los niños y mujeres que no tienen quien los ayude.Dante sigue enojado, y le dice que esa cena se interpondrá entre el viaje que tenían planificado, ella le dice que hablará con el ganador de la subasta para cambiar el día, pero el sigue ofuscado. Eva se gira para donde está Bruno y le dice:—Por favor, hable usted con él, yo estoy al perder la paciencia.Bruno suspira y le pide intercambiar asientos, pero Dante le toma el brazo a Eva impidiendo que se levante, le dice que no es necesario que, aunque el proteste y se enoje, la cena seguirá su curso.&mdas
Cinco días despuésEva está en el balcón de la habitación que le proporcionó Adrien con vistas a la plantación de vides, suspira mirando hacia la viña emparrada que se ve hermosa con la puesta de sol, todavía quedan algunos trabajadores regados por el campo, se están preparando para la vendimia según ha dicho Adrien. Ella piensa que es una lástima que se la pierdan pues le hubiese encantado participar, le han dicho que es muy divertida, pero el trabajo no permite que falten más días, tienen que regresar a casa en dos días, tres máximos, aunque no han dejado de trabajar y lo han hecho un rato en la mañana, no es lo mismo que trabajar en la oficina.A lo lejos ve a Paulette corriendo, el cabello rubio y rizado ondeando en el viento, se ve muy feliz jugando con otros niños tirándole algo a un perro, Eva supone que sea una pelota,
Eva y Dante se encuentran en la terraza compartiendo el desayuno con Adrien, este está empeñado en que Eva coma todo lo que pueda de las comidas típicas de la región, para el desayuno pidió que hicieran Gateau Basque, un pastel relleno con cerezas negras y mermelada de frutas. »La noche antes en la cena prepararon Entrecôte de Boeuf, un platillo que consiste en carne de buey bañada en salsa bordelesa, acompañada de ensalada y espárragos salpimentados acompañado de vino del viñedo Bouchet. Están riendo porque Eva le preguntó a Adrien si quiere que se vaya de Graves con muchísimos quilos de más.—Solo quiero que hables bien de la gastronomía de Burdeos, quizás una de tus amigas quiera una cita conmigo. —bromea Adrien—. Y para que veas que soy muy