Eva piensa que, si no estuviera sentada, caería al piso, las piernas le temblaban. Tiene la garganta atorada por las lágrimas. Respira un poco al escuchar la respuesta de Dante.
—¡¡No!! —responde inmediatamente Dante—. Bueno, no sé, supongo que lo normal para alguien con mi enfermedad. Yo recibí un trasplante de médula gracias a Lucas, estoy bien, puede empeorar si no me cuido, pero me hago chequeos regulares, por eso Oliver y los demás viven detrás de mí. —Entonces, ¿Por qué no tienes ninguna relación estable? ¿No quieres hijos, una familia? —Como dije, me cuido y puedo durar muchos años, pero ¿Y si muero dentro de un año o dos? Dejaría una viuda, o hijos pequeños sin un padre, prefiero no tenerlos. —dice Dante con los hombros y cabeza bajos—. Me gustar&iNoche anteriorEva al llegar a casa cenó y se dio una ducha, y con una copa de vino se dispuso a considerar todo lo que habló con Dante. No quiso llamar a nadie por consejo, lo que fuera a hacer, quería que fuera porque ella lo decidió, sin dejarse llevar por lo que terceras personas podrían pensar al respecto, aunque estuvo tentada de levantar el teléfono varias veces. Estaba segura que su madre y su abuela le dirían que aceptara, solo por verla aunque sea en una "no-relación", Eva ríe al pensar en ellas, imaginándolas diciéndole que aproveche, si no su zona íntima cogerá tela de araña de no usarla. —Jajaja, locas que son las dos. —Pensó en voz alta y tomó un trago del vino.Sus amigas harán una lista de pros y contras y al final le recordarán su
Dante se relaja, pone las manos detrás de la cabeza y pregunta si él también puede demorar en dar una respuesta. Eva sonríe, haciéndole creer que si, pero se pone seria nuevamente y le dice que no, solo ella podía hacerlo.—Dame tu respuesta ahora, si no me voy. —dice ella, y hace el gesto de levantarse.—Vale, vale, acepto, yo no soy celoso así que no será un problema para mí abstenerme de decir o hacer nada que te haga creer que son celos. —claudica y agrega—: por ahora no mencionaré más a tu amigo.Eva mueve la cabeza, espera que sea cierto lo que dice, ya que lo que ha dicho y hecho demuestra lo contrario de lo que está diciendo ahora. —¿Y ahora qué? ¿Qué haremos a partir de ahora? ¿Nos citaremos cuando tengamos ganas? &i
—Vale, quizás me moleste, si es con alguna mujer y te cites con ella porque si y no me invites a mí, —responde Eva—. Si es algo como lo de ahora no me molestaría, entendería que fue solo un juego. No quedé con él a cenar porque me gusta, lo hice por los niños y mujeres que no tienen quien los ayude.Dante sigue enojado, y le dice que esa cena se interpondrá entre el viaje que tenían planificado, ella le dice que hablará con el ganador de la subasta para cambiar el día, pero el sigue ofuscado. Eva se gira para donde está Bruno y le dice:—Por favor, hable usted con él, yo estoy al perder la paciencia.Bruno suspira y le pide intercambiar asientos, pero Dante le toma el brazo a Eva impidiendo que se levante, le dice que no es necesario que, aunque el proteste y se enoje, la cena seguirá su curso.&mdas
Cinco días despuésEva está en el balcón de la habitación que le proporcionó Adrien con vistas a la plantación de vides, suspira mirando hacia la viña emparrada que se ve hermosa con la puesta de sol, todavía quedan algunos trabajadores regados por el campo, se están preparando para la vendimia según ha dicho Adrien. Ella piensa que es una lástima que se la pierdan pues le hubiese encantado participar, le han dicho que es muy divertida, pero el trabajo no permite que falten más días, tienen que regresar a casa en dos días, tres máximos, aunque no han dejado de trabajar y lo han hecho un rato en la mañana, no es lo mismo que trabajar en la oficina.A lo lejos ve a Paulette corriendo, el cabello rubio y rizado ondeando en el viento, se ve muy feliz jugando con otros niños tirándole algo a un perro, Eva supone que sea una pelota,
Eva y Dante se encuentran en la terraza compartiendo el desayuno con Adrien, este está empeñado en que Eva coma todo lo que pueda de las comidas típicas de la región, para el desayuno pidió que hicieran Gateau Basque, un pastel relleno con cerezas negras y mermelada de frutas. »La noche antes en la cena prepararon Entrecôte de Boeuf, un platillo que consiste en carne de buey bañada en salsa bordelesa, acompañada de ensalada y espárragos salpimentados acompañado de vino del viñedo Bouchet. Están riendo porque Eva le preguntó a Adrien si quiere que se vaya de Graves con muchísimos quilos de más.—Solo quiero que hables bien de la gastronomía de Burdeos, quizás una de tus amigas quiera una cita conmigo. —bromea Adrien—. Y para que veas que soy muy
Dante siente que el corazón se le detiene por un momento al escuchar lo que lee el detective en la nota. Un sudor frío le invade el cuerpo al pensar en lo que hubiera pasado si Eva hubiese estado en la casa, conociéndola está seguro que hubiese peleado con Alina si tenia oportunidad. No puede contenerse más y va hasta donde está ella, la toma por la cintura y la acerca a él para abrazarla, lo hace más fuerte de lo que tenía pensado, pero el miedo hace que reaccione de esa manera. El detective le pregunta a Eva si tiene donde quedarse por unos días, solo hasta que den con el paradero de la ex empleada de los Lombardi. Ella trata de de mirar a través de Dante, pero el abrazo tan fuerte no le deja mucho margen de movimiento, y tiene que responder casi sin escucharse su voz que ya encontrará una buena empresa que instale sistemas de seguridad.—Se ir&aac
—¿Vas a ir a comer con nosotras? — pregunta Eva desde la puerta a Lea quien levanta la vista, pero no responde.—Pediremos budín. —Interviene Laura asomando la cabeza por detrás de Eva.Lea suelta un bufido poco femenino y sigue trabajando en los documentos que tiene frente a ella, ignorado a sus amigas como si no estuvieran allí. Las dos secretarias se adelantan hasta la mesa con caras de cachorrito herido, un puchero en la boca y le piden disculpas, y le explican un poco porque no le dijeron nada sobre la no relación de Eva y Dante y la relación semi escondida que llevan Laura y Lucas. —No irás a negar que eres un poco parlanchina, que a veces cuentas las cosas sin darte cuenta. —dice Laura e indica apresurada—. Aunque así te adoramos.Lea suspira y las apunta
Eva tamborilea los dedos en la mesa por el nerviosismo de que la hayan escuchado, pero al darse cuenta que no es así, suspira de alivio.—Michael, aquí venden todo el budín que quieras comer, ¿tenías que comerte el mío?Michael responde que se merece al menos una porción del dulce, ya que perdió una cena con ella y mucho dinero.—No fue culpa mía guapo, tú cancelaste. —alega Eva—. ¿Quieres reprogramar la cita?Él levanta la vista y mira frente a si antes de responder:—Esperemos otra gala benéfica mejor, sigo muy ocupado y tu guardián seguramente no te dejará salir en una cita conmigo.Eva ríe por como llamó a Dante, ya ve que su ogro personal no es el único que le pone nombre a las personas, pero al ver que él sigue mirando para otra parte aunque le h