Eva deja de llorar al pasarse la impresión, a pesar de saber a lo que iba y los posibles resultados, el resultado la impresionó.

—¿Ahora si puedo gritar de alegría? —preguntó Lea emocionada igual que Eva.

—Puedes, pero bajo que si no nos echarán de aquí por escandalosas.

—AAA... —Comenzó a gritar Lea, sin embargo, se detuvo nada más empezar—, así no se puede, mejor lo hago en algún lugar donde no tenga que contenerme.

—Será mañana, cuando terminemos de hablar aquí, tengo que ir a decirle al futuro padre.

—Bien, pero tenemos que celebrar que voy a ser madrina.

Eva recogió su bolso riendo por las locuras de su amiga, que quería celebrar porque va a ser madrina y no porque ella tendrá un hijo.

—Celebraremos mañana en la casa de Laura, hoy lo haré con mi ogro. —respondió Eva pasando un brazo por los hombros de Lea—. Ahora mientras comemos hablemos sobre la verdadera razón del porqué estamos aq