Capítulo 38

Con mamá acordamos poner un negocio de venta de diarios y revistas para que lo dirija papá. La casa que alquilábamos tenía una cochera amplia donde cabía mi auto y el resto quedaba en desuso. Con mamá decidimos poner una tienda bien equipada, incluso con dulces y gaseosas y que lo maneje papá.

A mi padre le gustó la idea, se entusiasmó y todo iba bien hasta que golpeó a un cliente que le dijo que solo vendía "porquerías de diarios". Mi papá no aguantaba pulgas y le dio un gran puñete en la nariz al pobre sujeto renegón. Mi padre fue detenido por la policía.

Tuve que pagar la fianza. Cuando mi papá salió de la comandancia yo estaba muy molesta, con las manos en la cintura, tamborileando el piso con mi pie. -¿Y bien, señor Džiugas Povilaityté, ¿qué excusa me va a dar?-, estaba yo con la boca estrujada muy enfadada.

-Ese tipo se merecía ese buen puñetazo-, renegó mi papá, satisfecho, sin embargo, con lo que había hecho.

La doctora Brenda Murphy me dio muchos tips para manejar l
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