Elías FerrerLlegué al hospital tan rápido como la velocidad de mi auto lo permitió. Antes de buscar a mi tío, fui a la habitación de Abril. No se nos permitía entrar, solo en horas de visita, pero la cortina del ventanal de la habitación siempre permanecía abierta en el área de pacientes de intensivo. Acerqué mi rostro tanto como pude al cristal de la ventana. Allí estaba ella, tan inerte como la última vez que vine.—Perdóname por no venir tan seguido a verte como debería, pero estoy haciendo todo lo posible para hacer que despiertes, sólo necesito un poco de tiempo —digo. La voz se me quiebra al final de mi explicación, verla en ese estado me duele, no poder tocar sus labios con los míos me quema por dentro.Siento una mano que descansa en mi hombro. Me giro para ver quien es.—Tío Elian, necesito hablar contigo… —lo miró a los ojos, en su rostro puedo ver que es como si ya me hubiera estado esperando.Fija la mirada en Abril.—Sus padres quieren desconectarla, ya les he dado el fo
Llegué a casa de mis padres, hace casi un mes que no vivo aquí. El ama de llaves me dice que mis padres están en el jardín comiendo la cena. Me alegra que no hayan dejado las costumbres que tenían antes de cenar en la terraza. Mi madre siempre dijo que era algo que le encantaba, por que se le hacía muy romántico. Algún día me hubiera gustado llevar a Abril a cenar bajo las estrella, aún mantengo la esperanza de que se pueda.—Hola mamá, hola papá —saludo, le doy una cálida palmada a mi padre y un beso en la mejilla a mi madre.—Hijo, que sorpresa que estés por aquí, ¿quieres cenar? —dice mi padre.Me siento a su lado, pero niego —no tengo hambre, gracias, en realidad vengo a hablar con mamá, pero esperaré a que terminen la cena.Mis padres se miran, mamá carraspea algo nerviosa —puedes decir de que se trata, no tengo secretos con tu padre.Asiento.—Es sobre algo que me dijo el tío Elian hace un rato, dijo que estaba de acuerdo con que me dijeras algo pero la verdad es que no entendí
Elías FerrerConociendo a Edwin, pensé que sería mucho más difícil que me entregara la tutela legal de Abril, pero ahora tenía el documento en mis manos. Me encontraba sentado en la silla de mi despacho observando el documento que venía junto a una nota de advertencia. “Desaparece de nuestras vidas”. Y eso era lo que quería.Mientras guardaba el sobre en mi caja fuerte con llave, mi móvil sonó, era el número de la tía de Abril —diga, Laura —salude.—Te llamo por que Abril ha sido desconectada, Edwin acaba de decírnoslo, todos estamos deshechos, pensé que tú debías saberlo por el cariño que sentías por mi sobrina.Tragué en seco, tuve el impulso de llamar a mi tío Elian para corroborarlo, pero no me sorprendía que Edwin hubiera hecho todo esto solo para que la madre de Abril ya no estuviera al pendiente de ella.—No puedo creerlo… —musite, mi mirada estaba fija en un punto aleatorio de la pared.—Se irán en una semana al extranjero, quieren comenzar de nuevo —la voz de Laura se quebrab
Elías FerrerEl doctor Sherman me comunicó que enviaría alguien a recogerme al aeropuerto, ofreció que me quedaría en su casa, quise rechazar su propuesta, pero insistió y ya que me había hecho la invitación por cortesía tuve que aceptar. Para mí, lo más cómodo hubiera sido quedarme en un hotel.Miré a todos lados, luego el reloj en mi muñeca era raro que las personas como el doctor Sherman se retrasaran. De pronto, sentí como alguien me tocó en el hombro. Me di la media vuelta y mi mirada se encontró con la de una joven rubia, de ojos verdes, sonriente. Llevaba en sus manos un cartel con la leyenda “Busco al Dr. Ferrer”, parecía que lo hubiera escrito con su pie, esa letra era demasiado descuidada.Me mira de arriba abajo, su sonrisa juguetona no cambia.—¿Tú eres el doctor Ferrer? —pregunta curiosa.Asiento.Ella me mira con cierta desconfianza.—Mi padre dijo que eras joven, pero no tanto, no creo que seas tú.Mi ceja se frunce —¿Entonces por que me hablaste en primer lugar?Se lle
Elías Ferrer Brin—¿Estas seguro de esto Elías? —me cuestiona mi tío Elian, Francisco, Sophie y mi madre me miraron con incredulidad, todos estos meses estuve perfeccionando mi prototipo y había llegado a un nivel de 90 porciento de posibilidad de que fuera compatible con el cuerpo de Abril, lo había hecho especialmente para ella.Los miro a todos en el consultorio.—¿Qué pasará si todo sale mal? Debes pensar al menos en la posibilidad, esto que quieres hacer no es como arreglar un robot —añade Sophie.Suspiro, sabía que las preguntas y cuestionamientos sobre este tema llegarían en su momento.—Si muere intentando salvarla, ¿podrás vivir sin ella? —continúa Sophie.Francisco y mi madre, son las personas con las que más he hablado las últimas semanas, ellos comprenden mucho más mi manera de pensar y mi dolor, por ello es que no dicen nada.—Elías, te he ofrecido el hospital para operar a Abril, lo que estamos a punto de hacer es una aventurarnos, no sabemos que pueda pasar, incluso aun
Elías Ferrer BrinNo sabía como consolar el llanto de Laura, hace más de diez minutos que se la ha pasado llorando frente a la ventana de la habitación de Abril. He querido explicarle las cosas, pero creo que no es el momento, vuelvo a fijar mi vista en ella que por decima octava vez se ha limpiado las lagrimas del rostro con las manos.Yo también quisiera que Abby despertará, abrazarla, besarla, que me vea con esa dulce mirada marrón, quiero ver su rostro cuando se enteré que podrá vivir muchos años más, con un corazón fortalecido, también tengo mucha intriga de saber que efectos tuvo mi sangre en su cuerpo, espero que haya tenido efectos positivos en su sistema inmunológico y nervioso, tengo la esperanza de que pueda volver a caminar, pero eso esta en veremos, lo importante es que ella va a estar bien.Quisiera que estos días pasaran rápido, mi tío Elian me ha dicho que lo mejor es que los días de su recuperación post quirúrgica los pase aún dormida, después la sacaran del estado de
Abril LaraNunca había sentido tanta felicidad de ver a mi tía, a pesar de que no podía abrazarla por la herida que tenia en mi pecho, me sentí muy feliz y agradecida por verla. Estuvimos hablando, llorando y riendo. Al igual que Elías, sentía que me estaban ocultando algo puesto que cuando le pregunte sobre mi familia, ella solo cambio el tema. Quería saber, necesitaba saber que había pasado con mi familia desde aquella vez, si mi madre se enteró de la amante de papá o simplemente el ni si quiera se lo ha confesado.La imagen que yo tenía antes de mi padre se había roto por completo, ahora comprendía todos los problemas que tenía con mi madre, porque discutían tan seguido y es que mi padre tenía otra mujer en su vida. Pero mientras estuviera en el hospital nada podía hacer.—Elías te tiene muy consentida, Abril —dijo mi tía al terminar de acomodar todos los ramos de flores que él había pedido a la florería.—Me siento muy afortunada de que este conmigo, es un hombre maravilloso tía,
Abril LaraPoco a poco, con el pasar de los días mi cuerpo se iba recuperando. Comenzaron a quitarme algunos de los tubos que tenia conectados que monitoreaban el funcionamiento de mi corazón. Mis piernas se sentían diferentes, como si tuvieran mayor fuerza que antes.Antes había dado algunos pasos sin ayuda, me preguntaba si podría hacerlo ahora. Poco a poco quite la sábana que cubría mis piernas. Llevé mi mano al pecho, aún ardía, pero el dolor ya había aminorado bastante desde que desperté. Miré hacía el suelo por un instante, sentí mucho temor de caer, pero algo dentro de mí me decía que podía.Me deslicé poco a poco hasta que la punta de mi pie tocó el suelo. Después el otro pie. Apreté el colchón de la camilla con todas mis fuerzas cerrando los ojos. Cuando no sentí que había caído hasta el suelo, abrí los ojos viendo cómo podía sostenerme sin caer. Una leve sonrisa apareció en mi rostro. Llevé mi pie derecho un poco al frente, pero ahora no sentía esa sensación de pesadez. Pude