Esa mañana nos reunimos en la casa de An. Él estaba terminando unos bocetos mientras discutíamos los términos de un contrato para una exposición en una galería de París, cuando su teléfono empezó a sonar. Me preocupé al escucharlo maldecir en voz baja. Frunció el ceño mientras negaba con la cabeza a lo que oía al otro lado. Un escalofrío me recorrió. Poniéndose de pie, me dijo que continuaríamos más tarde porque tenía que salir por una emergencia. Asentí, recogiendo los papeles esparcidos por la mesa mientras él pedía al chofer que preparara el auto.- ¿Qué ocurre, An? ¿Tu madre...? - pregunté con curiosidad, sabiendo que si fuera un problema de la empresa, me contactarían primero.- Recibí un mensaje de Mica - dijo mirándome de reojo sin entrar en detalles.- ¿Qué sucedió? ¿Hay alguna emergencia? ¿Le pasó algo a ella? - vi que negaba con la cabeza y un sudor frío recorrió mi piel - Es Misha, ¿verdad? ¿Qué le pasó? - pregunté preocupado, sin entender lo que estaba pasando.- Estaban t
Comenzó a moverse entre mis brazos al tiempo que veía sus pestañas abrirse. - Eso es... mírame cielo, todo está bien- susurré intentando llevarle tranquilidad- Abre esos hermosos ojos para mí. - Khal…- balbuceó con voz rota y fuertes temblores en su cuerpo. - Tranquila hermosa, la ambulancia está en camino. - No hace falta, estoy bien- contestó intentando levantarse. - Te desvaneciste sobre mi… por favor deja que te revisen- rogué intentando convencerla mientras continuaba con mis brazos sujetándola. - Estoy bien, no te preocupes…mi teléfono… necesito llamar…- se removió inquieta entre mis brazos. - Tranquila, Mica se está ocupando… está llamando al detective- contesté interrumpiéndola, intentando calmarla- tranquila, todo está bien. - Khal…quiero ir a casa- sollozó sobre mi antebrazo rompiendo mi corazón. - Deja que el medico te revise primero y luego te llevar
- Estoy bien An- contestó tranquilamente- les adelanto que no es una historia bonita, todo lo contrario, podría ser una maldita película de terror. Todo comenzó hace cinco años en Houston, precisamente el dos de marzo. Recuerdo bien esa fecha porque acabábamos de firmar un contrato con un importante patrocinador. Después de las reuniones me dirigí al laboratorio para terminar unas muestras pendientes, pero un fuerte dolor de cabeza me obligó a dejar todo a medias y regresar a casa.Llegué, preparé un té y me recosté un rato cuando escuché el sonido de la puerta. Era él. Tim. Estaba hablando con alguien por teléfono. Pensé en levantarme y tener la conversación pendiente que teníamos pero la siguiente frase me dejó inmóvil “Misha nunca debe saberlo o será el fin ¿comprendes?”.Sentí cómo caminaba por el comedor hacia el pasillo y luego se asomaba a la habitación. Hice como si estuviera durmiendo. Le pidió a la persona que hablaba con él que esperara y me llamó en voz baja dos veces. Al
Ella había sido pasante en nuestro laboratorio durante un año, pero decidimos no renovar su contrato. Era una doctora graduada con honores y provenía de una familia adinerada. Su padre era dueño de una cadena de droguerías y buscaba asociarse con nosotros. Sin embargo, la mala reputación y los juicios por daños a la salud de su empresa nos llevaron a rechazar la propuesta.Desde sus primeros días en el laboratorio, Mary Ann había tenido conflictos con la mayoría de las pasantes. Con aires de superioridad, menospreciaba las opiniones de los demás. No se llevaba bien con nadie, excepto con Tim. Ahora entendía por qué. Su arrogancia y el desprecio con el que hablaba de las personas menos afortunadas fueron determinantes para no quererla en el equipo. A pesar de la oposición de Tim, éramos cuatro contra uno en nuestra decisión.Observé cómo se acerca para besarla y las náuseas me invadieron. "Así que esta era la famosa morena", pensé. Tras unos minutos de discusión, ella hizo una llamada
- Tim ¿Qué demonios crees que estás haciendo? ¡Libérame ahora mismo! - murmuré con la boca seca - hazlo, ahora. - Dra. Saint Johns, usted no da las órdenes en este lugar ¿verdad, cariño? - dijo Mary Ann colocándose a su lado - así que por favor, mantente callada. - Mary Ann, ¿qué están haciendo? - pregunté intentando aclarar mi mente - ¿Tim? - Verás Misha, como no quisiste apoyarme en su momento, tuve que buscar financiamiento en otro lugar - dijo mientras besaba a Mary Ann - por supuesto, encontré otros incentivos también. -No puedo creerlo... - balbuceé con lágrimas en los ojos - siento que ya no te reconozco. -¿Están lastimando a estas personas? - pregunté, mirándolos fijamente. -¿Personas? Ja, son solo parásitos que viven en la calle dependiendo de limosnas. A nadie le importan - respondió Mary Ann con su habitual soberbia - Nadie notará su ausencia. -¡Están locos! - grité - Tim... no puedes hacer esto. - Oh Mishy, en estos últimos meses he progresado más que en meses de in
Poco después, presencié cómo llevaban a Mica inconsciente, siendo transportada por un hombre. Parecía herida. Le pedí a Tim que me permitiera acercarme a ella y accedió a pesar de la oposición de Mary Jane. Tenía sangre en la frente, pero lo que más me preocupaba era que no lograba despertarla. Empecé a desesperarme.- Tranquila, la durmieron con algo similar al cloroformo. Tomará unos minutos en recuperarse - dijo Tim a mi lado - pero la verdad es que debería dejar que terminaran con ella.- ¿Cómo puedes decir eso? La conoces desde hace años, es tu amiga... es como mi hermana - intenté convencerlo de no hacerle daño.- ¿Mi amiga? Ja, me odia, ¿no lo sabes? Siempre llenándote la cabeza en mi contra, siempre denigrándome como si ella fuera mejor que yo - respondió con resentimiento – la odio, pero la dejaré vivir por ahora solo para demostrarte cuánto te amo y valoro tus sentimientos.- Tim, por favor, tú no eres así, déjanos ir - rogué, aferrando sus manos - hazlo por mí, por nosotros
En el momento en que el hombre agarró a Mica, algo en mí se desató y me lancé sobre Tim, arañando su rostro. Vi a Mica luchando contra el hombre que la sometía sin poder escapar, en ese instante Mary Ann aprovechó para golpearme por detrás, hiriendo mi cabeza y dejándome sangrando y confundida.- ¡Detente y quédate quieta! Empezaré con ella si te comportas bien, sino tendré que lastimar este bonito cuerpo primero, y ese no es el plan - susurró Tim sujetándome con fuerza - no lo arruines, no quiero lastimarte, pero lo haré si no paras.- Tim, por favor, debemos irnos de este lugar, la policía está en camino - dijo Mary Ann - ¿Quieres arruinar todo el trabajo por ellas?- Te pedí que recogieras las cosas y llevaras a la mujer y al niño a otro lugar. Que los hombres lleven al anciano con cuidado en la ambulancia. El proceso aún no ha terminado y faltan datos por recabar - mencionó mientras la anciana entraba a la habitación con la macabra muñeca- pero antes de irte, extrae sangre de la q
Empecé a experimentar visión borrosa, dificultad para respirar, mi cabeza parecía a punto de estallar y sentía entumecimiento en todo el cuerpo. Tim retiró el bisturí de mi cuerpo, lo que aumentó el dolor, y se sentó sobre mis piernas mirándome, olvidándose de Mica.- Esto no debería haber acabado así - murmuró cerca de mi rostro - solo necesitabas apoyarme.- Estás loco - jadeé sin aliento - te detesto.- ¿Me detestas? ¿Es que acaso todavía no lo entiendes? - Preguntó con ojos llenos de furia - hice todo esto por nosotros, para que te dieras cuenta de lo que logramos, tú y yo. Hoy pudiste ver que funciona, podríamos ayudar a tantas personas, haríamos historia juntos ¿Por qué no puedes verlo?- Todo lo que vi fue a un puñado de criminales jugando a ser Dios con personas necesitadas- contesté jadeando en busca de aire – yo jamás, escúchame bien, jamás haría lo que ustedes hicieron en este lugar.- ¿Acaso es verdad que ya no me amas? - preguntó hundiendo sus dedos en mi herida - contést