John tiro al bote de basura, el regalo que había llevado Saúl, pero unos palos sueltos se desviaron del camino y salieron volando para mojar y ensuciar el chamorro de una mujer. John, al darse cuenta de que le había ensuciado a alguien con la basura, se apresuró a disculparse con ella. Cuando el levanto la mirada para dirigirse a la persona, se dio cuenta de que la mujer era la misma de sus malos ratos, por lo que se giró para irse de inmediato. -¡Detente! ¿No te es suficiente con haber golpeado mi auto, si no que ahora arremete contra mí? -Julia dijo eso como si lo reconociera en seguida. John no tuvo de otra que detenerse, se giro hacia ella y poniendo una buena actitud, respondió: -¡Que coincidencia! Hoy está tan hermosa, que ni siquiera la reconocí -al estar más cerca pudo ver qué el golpe le había dejado sucio el área de su chamorro, pero solo era eso. -John, te has atrevido a tirar el obsequio que le traje a tu madre -Saúl salió muy enojado y justo lo vio platicando con una
-Vaya, ahora no solo los adolecentes se dan el lujo de hacer este tipo de escenas, si no también los adultos Deberían cuidar lo que hacen, están en un hospital y lugar público. Piensen mejor en su imagen, recuerden que son un ejemplo para la sociedad en que viven -Julia menciono directamente. Una leve sonrisa fue dibujada en el rostro de John. Pues el solo estaba hablando con su amiga en el hospital. ¿Eso en que afectaría a la sociedad? Además, el apenas era un simple mortal ahí. La mayoría aún no sabia de su existir. Subgerente Julia ¿No creo ser alguien muy influyente dentro de la sociedad aún? -John se paró justo frente a Susana. Ese comportamiento hizo que Julia se sintiera algo molesta, por su aptitud. ¿Cómo es que él todavía se atreve a proteger a esa mujer? ¿Acaso sabe quién es su futura esposa? Mejor lo olvido, solo estaré casada con él por poco tiempo, siempre que sepa comportarse ¡Haré como si no los hubiera visto! Julia guardó silencio y paso por un lado de John co
John regreso de forma apresurada a su área de trabajo y apenas regreso a su escritorio, le pregunto en silencio a la persona que estaba más cerca. -Disculpa, necesito saber ¿Cuál es el apellido de la presidente de nuestra empresa? Él lo miro confundido, pensando en que él ni siquiera sabía el nombre de la presidente, aunque trabajaba casi a su lado, ¿Qué clase de persona no sabe con quién trabaja?. John solo se había enfocado en mirar el sueldo en el aviso de reclutamiento y en el contrato que había firmado ya, para nada presto atención al nombre del responsable de la empresa, presidente, líder o lo que sea. -El apellido de nuestra presidente es Escalante y su nombre es Julia. Los periódicos y revistas casi diario publican sobre ella, porque están anotados de que a pesar de ser muy joven desde que está al frente esta empresa y todos sus socios han crecido mucho, y aunque para el mundo exterior ella solo es la subdirectora de la empresa para todos los que estamos dentro es la pr
John continuo trabajando de manera normal, ya no pensaba tanto en lo sucedido en la oficina de la presidente pues el ya había hecho lo que podía por ayudarla. Él no dijo nada a nadie. Esperaba que la presidenta aplicara el ungüento cómo debería ser para aliviar su molestia. Porque si no lo hacía entonces se le complicaría y ella tendría que acudir al medico. John pensaba que Julia era de las mujeres que no descansaban ni cuando tenían que hacerlo, que era tan perfeccionista que prefería seguir trabajando antes de atenderse. El solo llevaba trabajado pocos días, pero eran suficientes para comenzar a conocer al personal que manejaba esa empresa. Esperaba que si ella supiera que el fue quien le llevo la pomada. No lo fuera a tomar a mal, encontrá de su trabajo. John termino el trabajo que tenía que hacer y le pidió a uno de sus compañeros una revista o algún libro que le pudiera prestar que hablara sobre la empresa, personal e historia pues que quería conocer todo del lugar que le ha
Roy tomo un sorbo de cerveza y John le siguió con uno también. -John de verdad ¿Volverás a casarte? Te casarás sin conocer a tu futura esposa, el otro día lo mencionaste, pero yo pensé que estabas jugando, que lo hacías solo para que te diga de cosas porque amas que te regañe como niño chiquito, pero ahora resulta que vives en su casa. ¿Dónde está esa casa? Voy a investigar a esa mujer no importa que tan fea o poco atractiva sea, debería de mostrarse ante ti ¿Cierto? ¿Apoco no te gustaría saber quién es en realidad esa alma caritativa?-Roy simplemente no comprendía del todo las acciones su amigo. Cuando estaban en la universidad, John era uno de los hombres más atractivos de la misma y lo que tenía de atractivo lo tenía de tímido y conservador, ahora su mentalidad a cambiado y al parecer es mucho más liberar que la de su amigo, quien siempre había sido el noviero y conquistador de los dos. -Es que realmente no me importa si la conozco o no. Porque solo estaremos casados por uno o d
Pero ya una vez en la mansión, John noto que todo estaba muy tranquilo, miro su teléfono y pensó en que quizás solo había sido una mala broma, después miro hacia el taxista quien estaba dando la vuelta para marcharse y pensó en volver a detenerlo e irse nuevamente. Pero cuando le hizo una seña el taxista ya no lo alcanzó a ver. -Señor John, que bueno que ya está de regreso. ¿Quiere que pida algo ligero de cenar para usted? Dígame qué le apetece comer -Franco ya lo estaba esperando en la puerta, mirando la cara molesta de John porque el taxista ya no le hizo caso, Franco se sentía contento. Pues resulta que a la señorita Julia si le interesa o le importa el señor John. Está más que genial, así su matrimonio no sería solo por un contrato, también involucra sentimientos aunque por ahora ninguno de los dos se quiera dar cuenta -mientras pensaba en eso Franco no podía evitar sonreír. -No me apetece comer nada, me siento demasiado molesto. ¿Porque alguien me jugaría tan pésima broma? ¡Si
John fue sujetado del brazo por alguien más fuerte que él y obligado a ir más de prisa hacia el ascensor. El forcejeo para zafarse del agarre, pero no logro soltarse y le dio un gran golpe en el rostro a aquella persona sin querer realmente, haciendo que aquel hombre lo soltara una vez dentro del ascensor. -¡Señor es usted! -John miro a aquel hombre con una marca roja en su rostro. El hombre levanto la cabeza con enojo, pues no comprendía porque su jefa quería que defendiera a ese estúpido hombre, cada que observará que estuviera en problemas. Él hombre pensaba que John ya era demasiado grande para arreglar sus asuntos él mismo. John se paró frente a aquella persona muy avergonzado sin saber que decir o hacer. Él estaba totalmente en blanco. ¿No puede ser? Acabo de golpear al hombre que aquel día me defendió y ahora ¿Que debo hacer? - decía John para sí mismo, ya que por la complexión de aquel hombre él sabía que se trataba del mismo. -Señor disculpe ¡Yo lo siento de verdad! No
-Subgerente Saúl, no cree ¿Que ya le ha dado mucho por andar haciendo espectáculos? Aquí es parte de Empresas HE y no nos gustan ni las peleas, ni los show de personas tontas. Noto que ya la has tomado en contra de mi empleado, será mejor que vayan a arreglar sus asuntos a otra parte -Julia le decía a Saúl detrás. Cuando Saúl escucho su suave pero fuerte voz, se quedó pasmado por unos segundos y esos segundos John los aprovecho para zafarse de él. Al notar la mirada de desagrado de Julia el se sintió mal. -Presidente Julia, no es lo que está pensando, de verdad no es así -John intento explicar. No me interesa como sea, solo creo que su vida es muy complicada, al parecer usted es un hombre que ocasiona conflictos, al que le gusta llamar la atención tanto en hombres como en mujeres -al decir eso Julia sonó sarcástica. John decidió guardar silencio pues él ya no tenía nada que decir, considero que no tenía que darle más explicaciones a esa mujer, pues él no era nadie para ella.