John regreso de forma apresurada a su área de trabajo y apenas regreso a su escritorio, le pregunto en silencio a la persona que estaba más cerca. -Disculpa, necesito saber ¿Cuál es el apellido de la presidente de nuestra empresa? Él lo miro confundido, pensando en que él ni siquiera sabía el nombre de la presidente, aunque trabajaba casi a su lado, ¿Qué clase de persona no sabe con quién trabaja?. John solo se había enfocado en mirar el sueldo en el aviso de reclutamiento y en el contrato que había firmado ya, para nada presto atención al nombre del responsable de la empresa, presidente, líder o lo que sea. -El apellido de nuestra presidente es Escalante y su nombre es Julia. Los periódicos y revistas casi diario publican sobre ella, porque están anotados de que a pesar de ser muy joven desde que está al frente esta empresa y todos sus socios han crecido mucho, y aunque para el mundo exterior ella solo es la subdirectora de la empresa para todos los que estamos dentro es la pr
John continuo trabajando de manera normal, ya no pensaba tanto en lo sucedido en la oficina de la presidente pues el ya había hecho lo que podía por ayudarla. Él no dijo nada a nadie. Esperaba que la presidenta aplicara el ungüento cómo debería ser para aliviar su molestia. Porque si no lo hacía entonces se le complicaría y ella tendría que acudir al medico. John pensaba que Julia era de las mujeres que no descansaban ni cuando tenían que hacerlo, que era tan perfeccionista que prefería seguir trabajando antes de atenderse. El solo llevaba trabajado pocos días, pero eran suficientes para comenzar a conocer al personal que manejaba esa empresa. Esperaba que si ella supiera que el fue quien le llevo la pomada. No lo fuera a tomar a mal, encontrá de su trabajo. John termino el trabajo que tenía que hacer y le pidió a uno de sus compañeros una revista o algún libro que le pudiera prestar que hablara sobre la empresa, personal e historia pues que quería conocer todo del lugar que le ha
Roy tomo un sorbo de cerveza y John le siguió con uno también. -John de verdad ¿Volverás a casarte? Te casarás sin conocer a tu futura esposa, el otro día lo mencionaste, pero yo pensé que estabas jugando, que lo hacías solo para que te diga de cosas porque amas que te regañe como niño chiquito, pero ahora resulta que vives en su casa. ¿Dónde está esa casa? Voy a investigar a esa mujer no importa que tan fea o poco atractiva sea, debería de mostrarse ante ti ¿Cierto? ¿Apoco no te gustaría saber quién es en realidad esa alma caritativa?-Roy simplemente no comprendía del todo las acciones su amigo. Cuando estaban en la universidad, John era uno de los hombres más atractivos de la misma y lo que tenía de atractivo lo tenía de tímido y conservador, ahora su mentalidad a cambiado y al parecer es mucho más liberar que la de su amigo, quien siempre había sido el noviero y conquistador de los dos. -Es que realmente no me importa si la conozco o no. Porque solo estaremos casados por uno o d
Pero ya una vez en la mansión, John noto que todo estaba muy tranquilo, miro su teléfono y pensó en que quizás solo había sido una mala broma, después miro hacia el taxista quien estaba dando la vuelta para marcharse y pensó en volver a detenerlo e irse nuevamente. Pero cuando le hizo una seña el taxista ya no lo alcanzó a ver. -Señor John, que bueno que ya está de regreso. ¿Quiere que pida algo ligero de cenar para usted? Dígame qué le apetece comer -Franco ya lo estaba esperando en la puerta, mirando la cara molesta de John porque el taxista ya no le hizo caso, Franco se sentía contento. Pues resulta que a la señorita Julia si le interesa o le importa el señor John. Está más que genial, así su matrimonio no sería solo por un contrato, también involucra sentimientos aunque por ahora ninguno de los dos se quiera dar cuenta -mientras pensaba en eso Franco no podía evitar sonreír. -No me apetece comer nada, me siento demasiado molesto. ¿Porque alguien me jugaría tan pésima broma? ¡Si
John fue sujetado del brazo por alguien más fuerte que él y obligado a ir más de prisa hacia el ascensor. El forcejeo para zafarse del agarre, pero no logro soltarse y le dio un gran golpe en el rostro a aquella persona sin querer realmente, haciendo que aquel hombre lo soltara una vez dentro del ascensor. -¡Señor es usted! -John miro a aquel hombre con una marca roja en su rostro. El hombre levanto la cabeza con enojo, pues no comprendía porque su jefa quería que defendiera a ese estúpido hombre, cada que observará que estuviera en problemas. Él hombre pensaba que John ya era demasiado grande para arreglar sus asuntos él mismo. John se paró frente a aquella persona muy avergonzado sin saber que decir o hacer. Él estaba totalmente en blanco. ¿No puede ser? Acabo de golpear al hombre que aquel día me defendió y ahora ¿Que debo hacer? - decía John para sí mismo, ya que por la complexión de aquel hombre él sabía que se trataba del mismo. -Señor disculpe ¡Yo lo siento de verdad! No
-Subgerente Saúl, no cree ¿Que ya le ha dado mucho por andar haciendo espectáculos? Aquí es parte de Empresas HE y no nos gustan ni las peleas, ni los show de personas tontas. Noto que ya la has tomado en contra de mi empleado, será mejor que vayan a arreglar sus asuntos a otra parte -Julia le decía a Saúl detrás. Cuando Saúl escucho su suave pero fuerte voz, se quedó pasmado por unos segundos y esos segundos John los aprovecho para zafarse de él. Al notar la mirada de desagrado de Julia el se sintió mal. -Presidente Julia, no es lo que está pensando, de verdad no es así -John intento explicar. No me interesa como sea, solo creo que su vida es muy complicada, al parecer usted es un hombre que ocasiona conflictos, al que le gusta llamar la atención tanto en hombres como en mujeres -al decir eso Julia sonó sarcástica. John decidió guardar silencio pues él ya no tenía nada que decir, considero que no tenía que darle más explicaciones a esa mujer, pues él no era nadie para ella.
Julia el otro día, me tomé el atrevimiento de conocer a tu futuro marido sin tu consentimiento y déjame decirte que aparte de ser demasiado guapo es muy , educado y amable -menciono su hermana mientras tomaba un aperitivo. -¿De verdad? Llévame a dónde se encuentra, yo también lo quiero conocer. El hombre homenajeado por tu hermana debe de ser realmente lo que dice -menciono su padre interesado por el comentario de su hija hacia John. A su hija menor era raro que alguien le llenara el ojo. Julia prefería jugar a ignorar lo que decían tanto su hermana como su padre. Pero ellos realmente no necesitaban una respuesta de aprobación de su parte. Los dos comenzaron a planear como poder reunirse con John y que esto fuera mera coincidencia claro. No querían que Julia se fuera a molestar, pero tampoco estaban de acuerdo con su manera de actuar. -No deben hacer nada imprudente. Él no sabe aún quién soy yo -Julia los escuchaba realmente muy entusiasmados y por eso les indico eso. -Julia ¿Po
Susana ordeno varios platillos y postres, mientras John le contaba como su vida había cambiado a partir de que su tío abuelo muriera, leyeran su testamento y en las cláusulas indicara que para entregar su herencia a John él debía casarse con Yuliana Rojas y estar en matrimonio con ella al menos seis meses a menos que sucediera algo inesperado, después la muerte inesperada de su padre quien no soporto los problemas que tenía su negocio familiar, cómo su madre enfermo y por eso está ahora en el hospital, lo que le sucedió después de casarse, los problemas en los que lo metió su cuñado, la trágica muerte que Yuliana y el que lo culpen por lo sucedido y el cómo acepto casarse de nuevo con una desconocida para poder cubrir los gastos de su madre y de el mismo, mientras encontraba trabajo y arreglaba lo de su herencia para tener suficiente dinero y poder levantar el negocio familiar, para que así su madre ya no se preocupe por nada. Al contarle todo esto Susana no pudo evitar dejar salir u