Pero ya una vez en la mansión, John noto que todo estaba muy tranquilo, miro su teléfono y pensó en que quizás solo había sido una mala broma, después miro hacia el taxista quien estaba dando la vuelta para marcharse y pensó en volver a detenerlo e irse nuevamente. Pero cuando le hizo una seña el taxista ya no lo alcanzó a ver. -Señor John, que bueno que ya está de regreso. ¿Quiere que pida algo ligero de cenar para usted? Dígame qué le apetece comer -Franco ya lo estaba esperando en la puerta, mirando la cara molesta de John porque el taxista ya no le hizo caso, Franco se sentía contento. Pues resulta que a la señorita Julia si le interesa o le importa el señor John. Está más que genial, así su matrimonio no sería solo por un contrato, también involucra sentimientos aunque por ahora ninguno de los dos se quiera dar cuenta -mientras pensaba en eso Franco no podía evitar sonreír. -No me apetece comer nada, me siento demasiado molesto. ¿Porque alguien me jugaría tan pésima broma? ¡Si
John fue sujetado del brazo por alguien más fuerte que él y obligado a ir más de prisa hacia el ascensor. El forcejeo para zafarse del agarre, pero no logro soltarse y le dio un gran golpe en el rostro a aquella persona sin querer realmente, haciendo que aquel hombre lo soltara una vez dentro del ascensor. -¡Señor es usted! -John miro a aquel hombre con una marca roja en su rostro. El hombre levanto la cabeza con enojo, pues no comprendía porque su jefa quería que defendiera a ese estúpido hombre, cada que observará que estuviera en problemas. Él hombre pensaba que John ya era demasiado grande para arreglar sus asuntos él mismo. John se paró frente a aquella persona muy avergonzado sin saber que decir o hacer. Él estaba totalmente en blanco. ¿No puede ser? Acabo de golpear al hombre que aquel día me defendió y ahora ¿Que debo hacer? - decía John para sí mismo, ya que por la complexión de aquel hombre él sabía que se trataba del mismo. -Señor disculpe ¡Yo lo siento de verdad! No
-Subgerente Saúl, no cree ¿Que ya le ha dado mucho por andar haciendo espectáculos? Aquí es parte de Empresas HE y no nos gustan ni las peleas, ni los show de personas tontas. Noto que ya la has tomado en contra de mi empleado, será mejor que vayan a arreglar sus asuntos a otra parte -Julia le decía a Saúl detrás. Cuando Saúl escucho su suave pero fuerte voz, se quedó pasmado por unos segundos y esos segundos John los aprovecho para zafarse de él. Al notar la mirada de desagrado de Julia el se sintió mal. -Presidente Julia, no es lo que está pensando, de verdad no es así -John intento explicar. No me interesa como sea, solo creo que su vida es muy complicada, al parecer usted es un hombre que ocasiona conflictos, al que le gusta llamar la atención tanto en hombres como en mujeres -al decir eso Julia sonó sarcástica. John decidió guardar silencio pues él ya no tenía nada que decir, considero que no tenía que darle más explicaciones a esa mujer, pues él no era nadie para ella.
Julia el otro día, me tomé el atrevimiento de conocer a tu futuro marido sin tu consentimiento y déjame decirte que aparte de ser demasiado guapo es muy , educado y amable -menciono su hermana mientras tomaba un aperitivo. -¿De verdad? Llévame a dónde se encuentra, yo también lo quiero conocer. El hombre homenajeado por tu hermana debe de ser realmente lo que dice -menciono su padre interesado por el comentario de su hija hacia John. A su hija menor era raro que alguien le llenara el ojo. Julia prefería jugar a ignorar lo que decían tanto su hermana como su padre. Pero ellos realmente no necesitaban una respuesta de aprobación de su parte. Los dos comenzaron a planear como poder reunirse con John y que esto fuera mera coincidencia claro. No querían que Julia se fuera a molestar, pero tampoco estaban de acuerdo con su manera de actuar. -No deben hacer nada imprudente. Él no sabe aún quién soy yo -Julia los escuchaba realmente muy entusiasmados y por eso les indico eso. -Julia ¿Po
Susana ordeno varios platillos y postres, mientras John le contaba como su vida había cambiado a partir de que su tío abuelo muriera, leyeran su testamento y en las cláusulas indicara que para entregar su herencia a John él debía casarse con Yuliana Rojas y estar en matrimonio con ella al menos seis meses a menos que sucediera algo inesperado, después la muerte inesperada de su padre quien no soporto los problemas que tenía su negocio familiar, cómo su madre enfermo y por eso está ahora en el hospital, lo que le sucedió después de casarse, los problemas en los que lo metió su cuñado, la trágica muerte que Yuliana y el que lo culpen por lo sucedido y el cómo acepto casarse de nuevo con una desconocida para poder cubrir los gastos de su madre y de el mismo, mientras encontraba trabajo y arreglaba lo de su herencia para tener suficiente dinero y poder levantar el negocio familiar, para que así su madre ya no se preocupe por nada. Al contarle todo esto Susana no pudo evitar dejar salir u
John se sorprendió demasiado e intento separarse, pero al inhalar el olor de aquel aroma se dio cuenta de quién era su atacante, así que se dejó llevar por el beso. Julia desahogo toda la frustración que sintió mientras lo estaba esperando, llenando lo de besos salvajes y caricias ardientes, haciendo que él le tuviera que seguir el ritmo o se le iba el aire. Luego de terminar de besarlo y acariciarlo en el pasillo, ella le pidió a John que la tomara en brazos y la llevará a la habitación. A John no le quedó más que obedecer y enseguida hizo lo que le pidió y sintió que a pesar de su delgadez ella se sentía pesada. Julia se sentía más satisfecha al estar entre los brazos de John, se posaba sobre su cuerpo y lo aprisionaba cómo podía, lo besaba y acariciaba y le gustaba que él le correspondiera. La piel de John era tan firme y suave. Tocar su cuerpo desnudo ya se había convertido en una obsesión para Julia y eso que aún no se casaban. Paso parte de la noche con enojo y frustración,
John termino lo más rápido que pudo, aunque no fue en el tiempo que el esperaba, pues justo faltaban solo unos cuantos minutos para que terminada su jornada laboral del día. Al menos estaba tranquilo de no tener que quedarse más tiempo y de que su pantalón se viera perfecto. -Presidente, ya terminé y faltan solo unos minutos para salir, ¿Puedo retirarme a mi lugar de trabajo? -John informo y pidió. Julia se quedó mirando por un momento a John. El realmente se veía muy bien. -Ya te puedes marchar -dijo Julia de manera fría. John se sintió aliviado al poder irse ya. Después de que John se marchara, a Julia le costó mucho el poderse concentrar en su trabajo. ¿A qué se deberá eso? Mientras tanto John regreso a su área de trabajo, tenía que acomodar su escritorio y recoger sus cosas. Ya casi era hora de salir. Al entrar en el departamento, John noto como todos se le quedaban viendo, cómo si hubiera hecho algo malo o al menos que no les agradara. Faltaban solo algunos minutos para
El lugar en el que se encontraba comiendo John también disponía de habitaciones de alquiler, a Saúl se le hizo fácil llevar a John a una, cuidando que nadie lo viera. Después de meterlo, cerro la puerta con llave. Puso a John en la cama y se le quedó viendo por un momento. John no reaccionaba y Saúl lo miraba con odio y desprecio, pensando que demonios le habrá visto su hermana para haberlo querido tanto. Saúl llegó a sentir que Yuliana quería más a John que a él en varias ocasiones, ya que a ella no le gustaban las personas con las que se relacionaba y por eso solían tener problemas. El conocía a John desde que eran niños y siempre le había tenido envidia, pero está había incrementado los últimos 3 años y más aún cuando su hermana tomo la decisión de casarse con John, sin importarle lo que el pensará. -John llegó tu momento, disfrutaré darte tu merecido -le decía Saúl burlándose. Saúl se quitó el saco que llevaba y comenzó a doblar las mangas de su camisa de manera que le permit