CRISTIANO.

Desde hace unos días la amenaza de mi tío me distraía de todo. Ya ni a Julietta le estaba prestando atención. Desde que la conocí, todo cambio. Primero la trate mal, pero luego mi tío me hizo ver que tenía que enamorarla, tratar de que las cosas ocurrieron bien con ella, aceptar porque sabía que necesitábamos la herencia. Pero nunca pensé que me fuera a enamorar de ella. No de forma tan rápida. Ni mucho menos que la embarazaría.

Se que todo paso muy rapido y que practicamente no, nos conocemos. Pero si debo de pasar mi vida con una extraña, doy gracias a Dios de que se ella.

Pero en estos momentos no se como explicarle a ella, que debo de hacerla firmar documentos antes de casarnos. Y para serles sincero no encuentro el motivo de porque mi tío esta con ese apuro.

Necesito hablar de esto con alguien.

Me fui directo al cuarto de marcos. Toque hasta que el abrio.

Oye que sucede?—pregunto casi dormido—se esta quemando algo?.

No soy solo yo necesito hablar con alguien—el miro