entierroHoy enterramos al abuelo...Miraba mi reflejo en el espejo, y lo que observaba era un total desastre, mi maquillaje había desaparecido con las lágrimas, mis ojos tan azules, como el cielo en un día soleado, hoy se veían grises como mi estado de ánimo. Mi largo cabello castaño lo tenía recogido en un moño desordenado, y mi piel se veía más blanca de lo normal, por la ropa negra que usaba.Dejé de mirarme en el espejo y superarlo, por más que tratara de mejorar mi imagen, seguía igual.Esta mañana enterrábamos al abuelo, quien era en realidad era mi bisabuelo, pero por orden de él, todos le decíamos abuelo.Pensé en maquillarme de nuevo, pero opté por unas gafas de sol. Sabía que no tardaría en volver a llorar y quedaría peor de lo que estaba.Salí de mi cuarto en la gran casa de los abuelos, y baje donde se encontraba mi familia, todos vivíamos en la misma casa, el abuelo se encargó de construir una casa lo suficiente grande y espaciosa como un edificio. Mi primo Marcos y yo l
Lectura del testamentoEl entierro fue rápido para mi sorpresa, por petición de mi abuelo dijo que el odiaba los funerales y que cuando el muriera todo fuera rápido. Y así fue.Durante el funeral me percaté de la presencia del tal Paulino di Cavalcanti. Ya que sus constantes miradas a mi padre y a mí, me tenían algo incomoda.Al llegar a la gran casa mi padre me indico que subiera a mi habitación, que él me llamaría cuando vayan hacer la lectura del testamento.Para serles sincera me sentía agotada, así que no discutí con él y me fui como buena hija a mi cuarto.Me acosté en mi cama y el sueño me venció, pero al pasar el rato unos besos en la frente me despertaron, era mi padre y su forma de despertarme. Coloque una gran sonrisa en mi cara me gustaba cuando mi padre se portaba así cariñoso.Despierta princesa. Ya es hora—me dijo mi padre besándome de nuevo.Voy déjame lavarme los dientes y cambiarme a algo más cómodo y bajo—le dije.Jul.... primero me gustaría hablar contigo— lo note
El caosEl caos. Que mejor palabra para describir lo que siento. Mi mente daba vueltas, aún no lo podía creer, el como un suceso te puede cambiar la vida. Y de repente, todo explotara mi alrededor.La sala exploto en discusiones solo se escuchaba:¡QUE DEMONIOS!¿SE VOLVIO LOCO EL VIEJO?¡YO NO PIESO VIVIR EN LA CALLE!¡ESTAMOS EN PLENO SIGLO XXI!¡ESTO ES UNA LOCURA!Yo aun no reaccionaba, pero en lo que Marcos me hablo volví en sí.¡Julietta! ¡Acabo de entender mal o el abuelo nos arregló un matrimonio a los dos! —me pregunto.Pero los gritos de mis tíos y primos seguían. Me levante Y grite a todo pulmón.¡SILENCIO!...Y vaya que funciono todos se callaron. Me dirigí directo al italiano.¡Tú! —le dije señalándole con un dedo--¿por eso estas aquí? ¿verdad?El italiano se paro derecho y se acercó para hablarme, pero mi padre se interpuso.No pienso sacrificar a mi hija por una herencia—dijo. Y más vale no hubiera dicho eso porque la sala estallo de nuevo con quejas.Luego de un buen
A la mañana siguiente o mejor dicho a medio día me desperté y baje a desayualmorzar ya que me había perdido la hora del desayuno.La familia entera se encontraba a la mesa me preguntaron por mi primo y les informe que pasamos la noche viendo tele y que estaba roncando como un cerdo en mi cuarto.No le dieron tanta importancia era costumbre que uno o el otro durmiera en el cuarto del otro a diferencia de mis otros primos Marcos y yo nos llevábamos de maravilla claro hay que acotar que éramos los únicos de la misma edad.Ya que entre los tíos de mi padre, es decir, mis tíos abuelos el mas joven tenia 50 años, luego le seguían los hermanos de papa y sus primos donde el mas joven tenia 31y entre los bisnietos que era la generación en l que entrabamos mi primo y yo éramos los mayores, ya que el que se nos aproximaba tenia 15 años y el resto eran niños. Así que como comprenderán éramos como hermanos desde niños.***Volviendo a mi patética vida, ese día recibí una llamada de paulino el ital
Las presentaciones y problemasMicaela abrió la puerta, mostrando a un Paulino impecable, con un traje gris hecho a su medida detrás de él, se encontraba mi primo.Caminamos por el mismo pasillo por el cual nos habían dirigido a nuestras habitaciones, como ya me sabia el camino me dirigía a la puerta que lleva a la gran sala, cuando Paulino nos indicó que dobláramos a la izquierda, al parecer había otro pasillo y no me había fijado.Cuando llegamos al final este nos condujo a una gran puerta de madera.Entramos a un despacho, todo era de madera hasta las paredes y estaba lleno de estantes con libros, en el fondo había un gran escritorio de madera y a sus lados dos puertas, me fije que había en total cuatro puertas las dos del escritorio, por la que entramos y otra que era de vidrio y madera parecía una gran ventana. Por ella se vislumbraban luces tenues y una suave música.Me percate de que tres personas se encontraban en la gran habitación.Julietta. Marcos, estos son mis sobrinos, s
Sociedad:Al llegar al gran salón, nos encontramos con un gran recibimiento, había en total de unas 100 personas aplaudiendo nuestra entrada. O eso pensé eran muchas y supuestamente eran familiares y amigos más cercanos de la familia.Nos presentaron ante todos y nos llevaron al centro del salón donde nos colocaron con nuestras respectivas parejas para que iniciáramos un baile.El solo pensar en que debía tocar a ese imbécil me daban ganas de vomitar allí mismo sin ningún tipo de vergüenza.Me coloque entre los brazos de Christiano, evitando su mirada o mejor dicho su rostro, hasta su perfume, que era una exquisitez me empalagaba y me daba nauseas. El solo pensar que tendré que vivir con él y darle un hijo me hacía ver que estaba grave la situación para mí.Mientras nos movíamos al compás de la música observe como mi primo se veía muy relajado con su futura esposa. Por una parte, me alegraba que a él le estuviera yendo bien.Un euro por cada uno de tus pensamientos—dijo Christiano sac
Poco después.Me desvestí, llame a Micaela y le pedí que me trajera algo de cenar y algo dulce para después, como también agua y refrescos.Micaela apareció a la hora. Con una bandeja con mi cena y con una canasta llena de aperitivos y bebidas los metió en una pequeña nevera que no me había fijado que había en un rincón de la habitación.Se retiro. Y decidí salir a la gran terraza a fumarme un cigarrillo, estaba muy estresada. Me fije que era grande y que mi habitación compartía la terraza con otra, tenía una gran vista de la ciudad y de la piscina de la casa.Cuando me disponía a encender el cigarrillo escuche que llamaban a la puerta.Corrí hacia la habitación y me coloqué un pijama lo más rápido que pude. Me acerque a la puerta con temor de quien fuera.¿Quién es? —pregunte.Es Marcos. Abre necesitamos hablar--- Le abrí a mi primo y él se dirigió directo a la cama.¿Creo que tenemos que hablar? —me dijo.Crees no. Tenemos—dije¿Qué propones? — dijo mientras se incorporaba de la cam
En la mañana me despertó la sensación de no poder respirar. Al abrir mis ojos me encontré con que Marcos tenía todo su peso sobre de mí. Lo empujé como pude y el muy estúpido ni se despertó. Logré zafarme de él y me fui a mi habitación, tenía que vestirme para ir a desayunar.Al entrar a mi habitación me encontré con una Micaela preocupada.Señorita ¿Dónde estaba? — se le veía lo angustiada que estaba.Tranquila dormí con mi primo, mi vecino de cuarto resulto ser un escandaloso en la noche o mejor dicho su acompañante—dije acostándome en la cama.¿El joven Christiano? — pregunto.Si— respondí.¿Está segura? —en su cara se veía que no me creíaTan segura, que vi cómo le practicaba sexo oral a una pelirroja—dije.¡O por Dios! si era una pelirroja seguro era la señorita victoria, la ex novia del joven Christiano—dijoLa verdad no me importa quien sea, solo no espero que sea repita todas las noches, amo dormir en total silencio, y para ser sincera no me interesa saber de la vida sexual de