JULIETTA. Nos encontrábamos sentados los dos en el jardín de la casa, ninguno de los dos decía nada. Pero el ambiente se sentía cargado. Pero no de mala forma, era una energía de atracción. Sentía la necesidad de volarle encima, era un deseo de besarlo que no aguantaba, no entendía que era lo que estaba pasando conmigo. Christiano me miraba de forma seductora, y en sus ojos podía observar que le pasaba lo mismo que a mí. No aguante más. Me levante y le di la espalda. ¿Julietta?—me llamo. Me gire y me le quede mirando. Dios que hombre tan bello estaba mirándome, ¿de verdad tuve una relación con este hombre? Camine lentamente hacia el y me detuve al llegar justo en frente de el. Y no se que me paso. Pero me senté sobre el y lo bese. El se sorprendió por unos segundos, pero luego me devolvió el beso. Era un beso cargado de tantas emociones, sentí que ya conocía sus labios y que había pasado mucho tiempo sin probarlos. El corazón de me acelero, cuando el profundizo el beso, me apreta
JULIETTA. Después de pasar el día con Christiano, me sentía tranquila, en el fondo sabía que ese hombre era especial para mi, deje de preocuparme por mi memoria, y comencé a volver loco a mi padre para que arreglara los preparativos del viaje. Durante esa semana, me llevarán al medico para realizarme chequeos. También para que el llenara un expediente sobre mi caso el cual se le daría al medico que continuaría mi tratamiento en Roma. En una semana estaría en Roma, y desde que llegara seria, solo para preparar todo lo relacionado con la boda. Por lo que me contaron el vestido que yo tenia había quedado vuelto un desastre en el accidente. La semana se esfumo en un abrir y cerrar de ojos. Ya estaba lista para abordar el avión. Esta ves no hice maletas para el viaje solo un pequeño bolso se mano, me acompañaría esta ves. Según marcos toda mi ropa estaba allá. Me encontraba nerviosa. Ansiosa por saber si al llegar tendré recuerdos. A mi lado se encontraba christiano. Se notaba que tam
JULIETTADesperté con mucho frio, la garganta seca y los ojos pesados. Abrí lentamente los ojos y observe todo a mí alrededor. Estaba en una habitación de hospital o clínica. Volví a mirar la habitación, estaba sola no había nadie en ella mas que yo.Me toque por todo el cuerpo para comprobar que estaba bien, lo único que tenia era una vía en la vena que seguro me suministraba suero.Respire profundo. La cabeza me dolía de forma descomunal. Nuevamente. Cerré los ojos por el dolor y luego los abrí de golpe. Me acaba de dar cuenta que mi memoria había vuelto. Recordé todo, totalmente todo.Dios! Pobre de Cristiano por lo que tuvo que pasar—pensé—tengo que verlo, buscarlo y contarle que ya recuerdo todo.Me senté en la cama y trate de bajarme de ella, pero el dolor de cabeza no me dejaba, me desorientaba, era tan fuerte que los ojos se me cerraban solos.Logre bajar una pierna, el frio que sentí a través de mi pies descalzo, al tocar el suelo, fue refrescante. Cuando baje la otra pierna
Julietta. Hace tres días desperté de la terapia del sueño. Me realizaron todos los exámenes rutinarios y según el medico todo estaba bien. Durante estos tres días, christiano nunca se separo de mí. Pasamos los días hablando. Aunque mas bien era el interrogándome, me preguntaba al azar sobre los momentos que mi memoria bloqueo. En el fondo se que el aun no creía que había recordado. La única forma de parar el bombardeo de preguntas fue una tarde que estábamos solos en la habitación. ¿Recuerdas el día de la terraza cuando realizamos la tregua?—pregunto—¿Qué fue lo que te hizo ir a verme?. ¡Christiano! ¡Ya! Deja de preguntarme cosas—dije molesta—lo recuerdo todo. ¿Qué tengo que hacer para hacerte entender que lo se todo? ¿A caso tengo que decir lo que nadie se atreve a mencionar y que es obvio? ¿De que hablas?—dijo esquivando mi mirada. Suspire. Y volví a tomar aire para tomar el valor suficiente para pronunciar las siguientes palabras. Christiano. E recordado todo, tanto así, que
JULIETTAEn las nubes. Así me siento. Estos días con Christiano han sido de maravilla. Tan solo llevamos 5 días aquí y me ha demostrado que de verdad me quiere. No me deja sola casi nunca, siempre esta buscando la forma de demostrarme de que esta feliz, ya sea por una caricia, un beso o simplemente me lo dice.Evangelina y marcos están iguales que nosotros dos. Aunque a diferencia de ellos, nosotros si salimos de la habitación, a realizar caminatas por el lugar o bañarnos en la piscina. No como ellos que solo salen es a comer.El hecho es que me siento plena, todos los sucesos pasados que nos oscurecieron nuestra felicidad, están siendo borrados. Es como si el estar aquí alejados de todos, nos permitiera borrar mágicamente lo sucedido. Hoy en nuestro quinto día mágico, nos volvíamos a encontrar en acostados en una hamaca en la piscina. Solos de nuevo. No es que no extrañáramos a los chicos pero disfrutábamos el estar solos. Incluso sin hablar entre los dos solo abrazados la pasábamos
Julietta.El sol poco a poco se comenzaba a filtrar a través de las ventanas de la habitación. Me encontraba plácidamente dormida sobre el pecho de Christiano. Estaba totalmente exhausta por la noche que habíamos tenido.Hoy era el último día en la hacienda. Y desde el día que lo había amenazado con dejarlo un mes sin sexo, se ha encargado de dejarme cansada y satisfecha todas las noches. Creo que su técnica esta funcionando. Porque no me gustaría dejar de tener este tipo de tratos especiales todas las noches.En un principio habíamos acordado en quedarnos una semana y tres días, para que me diera chance de participar en algún preparativo de la boda. Pero después de haber tenido una semana aquí, ambos sentimos que era mejor quedarnos más tiempo. Así que nos quedamos una semana y cinco días.Hoy viajaríamos a Roma. Y desde el día de mañana tendría dos días para la boda. Así que mis planes para cuando llegue a Roma es buscar un vestido de novia.Cuando los rayos del sol lograron filtrar
Julietta.Cuando aterrizamos en Roma. Ya era de noche. Pase la mayor parte del vuelo dormida.Realizamos todo lo de rutina en el aeropuerto y nos dirigimos al estacionamiento. El chofer de la familia ya se encontraba esperando por nosotros.Marcos y Evangelina fueron los primeros en entrar al auto. Cuando me disponía hacerlo Christiano me tomo del brazo y me lo impidió.Nosotros no. Nos vamos con ellos—dijo.¿Y eso? –pregunte.Porque nos vamos en mi auto—respondió. No le di importancia y me fui con el en su auto, el cual estaba en el mismo lugar en donde lo habíamos dejado cuando nos fuimos de viaje.Subí al auto y me abroche el cinturón. Christiano se encargo del equipaje.Al poco rato de haber salido del aeropuerto me percate de que no estábamos yendo por el camino frecuente para llegar a la casa.¿Por qué has tomado esta vía?—pregunte.Es más rápida—respondió.¿Para llegar a la casa?—No. —dijo.¿Entonces a donde?—A nuestra casa—dijo si quitar la vista de la vía.¿A nuestra casa?
JuliettaBusque a Christiano por toda la fiesta. Encargue hasta los mesoneros de que lo buscaran. Cada ves que veía uno le preguntaba y le pedía el favor.Ya después de un rato, me resigne a que estuviera en la fiesta, así que decidí buscarlo dentro de la casa.Pero cuando estaba a solo unos pasos de la entrada del jardín a la casa, escuche la risa de una mujer. Mi curiosidad pudo más. Me desvié de mi camino y comencé a seguir el sonido de la risa. Una parte de mi, la Julietta enamorada, me decía que volviera a la fiesta, que confiara en el. Pero mi parte lógica, la Julietta sensata, me decía que posiblemente era una pareja que decidió alejarse para tener intimidad. Pero mi parte dudosa, la Julietta celosa, incentivaba a mi curiosidad a seguir hasta el lugar donde provenían las risas.No tarde mucho en llegar. Camine unos diez pasos y me encontré con una parte del jardín, donde estaba un banco y detrás de el había una especie de balcón, desde el cual había una hermosa vista a la ciu