JULIETTADesperté con mucho frio, la garganta seca y los ojos pesados. Abrí lentamente los ojos y observe todo a mí alrededor. Estaba en una habitación de hospital o clínica. Volví a mirar la habitación, estaba sola no había nadie en ella mas que yo.Me toque por todo el cuerpo para comprobar que estaba bien, lo único que tenia era una vía en la vena que seguro me suministraba suero.Respire profundo. La cabeza me dolía de forma descomunal. Nuevamente. Cerré los ojos por el dolor y luego los abrí de golpe. Me acaba de dar cuenta que mi memoria había vuelto. Recordé todo, totalmente todo.Dios! Pobre de Cristiano por lo que tuvo que pasar—pensé—tengo que verlo, buscarlo y contarle que ya recuerdo todo.Me senté en la cama y trate de bajarme de ella, pero el dolor de cabeza no me dejaba, me desorientaba, era tan fuerte que los ojos se me cerraban solos.Logre bajar una pierna, el frio que sentí a través de mi pies descalzo, al tocar el suelo, fue refrescante. Cuando baje la otra pierna
Julietta. Hace tres días desperté de la terapia del sueño. Me realizaron todos los exámenes rutinarios y según el medico todo estaba bien. Durante estos tres días, christiano nunca se separo de mí. Pasamos los días hablando. Aunque mas bien era el interrogándome, me preguntaba al azar sobre los momentos que mi memoria bloqueo. En el fondo se que el aun no creía que había recordado. La única forma de parar el bombardeo de preguntas fue una tarde que estábamos solos en la habitación. ¿Recuerdas el día de la terraza cuando realizamos la tregua?—pregunto—¿Qué fue lo que te hizo ir a verme?. ¡Christiano! ¡Ya! Deja de preguntarme cosas—dije molesta—lo recuerdo todo. ¿Qué tengo que hacer para hacerte entender que lo se todo? ¿A caso tengo que decir lo que nadie se atreve a mencionar y que es obvio? ¿De que hablas?—dijo esquivando mi mirada. Suspire. Y volví a tomar aire para tomar el valor suficiente para pronunciar las siguientes palabras. Christiano. E recordado todo, tanto así, que
JULIETTAEn las nubes. Así me siento. Estos días con Christiano han sido de maravilla. Tan solo llevamos 5 días aquí y me ha demostrado que de verdad me quiere. No me deja sola casi nunca, siempre esta buscando la forma de demostrarme de que esta feliz, ya sea por una caricia, un beso o simplemente me lo dice.Evangelina y marcos están iguales que nosotros dos. Aunque a diferencia de ellos, nosotros si salimos de la habitación, a realizar caminatas por el lugar o bañarnos en la piscina. No como ellos que solo salen es a comer.El hecho es que me siento plena, todos los sucesos pasados que nos oscurecieron nuestra felicidad, están siendo borrados. Es como si el estar aquí alejados de todos, nos permitiera borrar mágicamente lo sucedido. Hoy en nuestro quinto día mágico, nos volvíamos a encontrar en acostados en una hamaca en la piscina. Solos de nuevo. No es que no extrañáramos a los chicos pero disfrutábamos el estar solos. Incluso sin hablar entre los dos solo abrazados la pasábamos
Julietta.El sol poco a poco se comenzaba a filtrar a través de las ventanas de la habitación. Me encontraba plácidamente dormida sobre el pecho de Christiano. Estaba totalmente exhausta por la noche que habíamos tenido.Hoy era el último día en la hacienda. Y desde el día que lo había amenazado con dejarlo un mes sin sexo, se ha encargado de dejarme cansada y satisfecha todas las noches. Creo que su técnica esta funcionando. Porque no me gustaría dejar de tener este tipo de tratos especiales todas las noches.En un principio habíamos acordado en quedarnos una semana y tres días, para que me diera chance de participar en algún preparativo de la boda. Pero después de haber tenido una semana aquí, ambos sentimos que era mejor quedarnos más tiempo. Así que nos quedamos una semana y cinco días.Hoy viajaríamos a Roma. Y desde el día de mañana tendría dos días para la boda. Así que mis planes para cuando llegue a Roma es buscar un vestido de novia.Cuando los rayos del sol lograron filtrar
Julietta.Cuando aterrizamos en Roma. Ya era de noche. Pase la mayor parte del vuelo dormida.Realizamos todo lo de rutina en el aeropuerto y nos dirigimos al estacionamiento. El chofer de la familia ya se encontraba esperando por nosotros.Marcos y Evangelina fueron los primeros en entrar al auto. Cuando me disponía hacerlo Christiano me tomo del brazo y me lo impidió.Nosotros no. Nos vamos con ellos—dijo.¿Y eso? –pregunte.Porque nos vamos en mi auto—respondió. No le di importancia y me fui con el en su auto, el cual estaba en el mismo lugar en donde lo habíamos dejado cuando nos fuimos de viaje.Subí al auto y me abroche el cinturón. Christiano se encargo del equipaje.Al poco rato de haber salido del aeropuerto me percate de que no estábamos yendo por el camino frecuente para llegar a la casa.¿Por qué has tomado esta vía?—pregunte.Es más rápida—respondió.¿Para llegar a la casa?—No. —dijo.¿Entonces a donde?—A nuestra casa—dijo si quitar la vista de la vía.¿A nuestra casa?
JuliettaBusque a Christiano por toda la fiesta. Encargue hasta los mesoneros de que lo buscaran. Cada ves que veía uno le preguntaba y le pedía el favor.Ya después de un rato, me resigne a que estuviera en la fiesta, así que decidí buscarlo dentro de la casa.Pero cuando estaba a solo unos pasos de la entrada del jardín a la casa, escuche la risa de una mujer. Mi curiosidad pudo más. Me desvié de mi camino y comencé a seguir el sonido de la risa. Una parte de mi, la Julietta enamorada, me decía que volviera a la fiesta, que confiara en el. Pero mi parte lógica, la Julietta sensata, me decía que posiblemente era una pareja que decidió alejarse para tener intimidad. Pero mi parte dudosa, la Julietta celosa, incentivaba a mi curiosidad a seguir hasta el lugar donde provenían las risas.No tarde mucho en llegar. Camine unos diez pasos y me encontré con una parte del jardín, donde estaba un banco y detrás de el había una especie de balcón, desde el cual había una hermosa vista a la ciu
Julietta ¡Julietta! ¡Julietta! ¡Vamos Despierta!—me gritaba la voz de Christiano. Sentía que estaba rodeada de agua, en algún momento me había quedado dormida.Christiano. Me sobre salte al escuchar su voz. Estaba furiosa con el. Me levante de la tina donde estaba acostada entre sus brazos. El se sorprendió de mi comportamiento y corrió hacia mí. Yo había salido del baño y me estaba empezando a dar de cuentas que estábamos en el apartamento. Me gire y me le quede viendo. En su cara había una notable preocupación.¿Cómo llegue aquí?—le exigí.¿Qué como llegasteis aquí?—me pregunto confundió— ¿te sientes bien?Dime. ¿Cómo llegue aquí?—le volví a exigir. Estaba muy confundida. Porque… porque sentía una rabia hacia el por lo que había visto y lo ultimo que recuerdo es que Evangelina se había acostado conmigo en mi antigua habitación y de repente ¿me despierto aquí? Algo no estaba bien.¿Quieres saber como llegasteis? ¿Es en serio?—me pregunto preocupado—no lo recuerdas—afirmo a ver que
Julietta.La celebración por nuestro matrimonio y mi recuperación, fue todo lo contrario a la locura de sueño que tuve.En realidad fue la reunión mas aburrida a la que e asistido. A las doce de la noche ya me quería ir.Era una reunión de viejos. Si puros socios de la empresa de la familia de Christiano. Amigos allegados a la familia y nuestras familias.La reunión se baso fue en un par de brindis. Conocer a más de un señor o señora importante. Y una cena. Que fue en realidad lo único especial de la reunión, o más bien, creo que fue el hecho de que me moría de hambre.Me encontraba escondida en un pequeño rincón del jardín fumándome un cigarrillo, volví al hábito de fumarme uno cuando estaba estresada p aburrida como era el caso en este momento. Cuando escuche un ruido a mis espaldas. Me voltee asustada y por poco tiro el cigarrillo.Tranquila—dijo Evangelina—soy yo. Y por lo que mas quieras no votes ese cigarrillo, le logre robar dos a Marcos—dijo mientras se acercaba y se colocaba