Azriel buscó las llaves de su departamento dentro de su mochila, por suerte a él no le faltaba nada, todo había estado ahí, hasta el dinero. —Adelante— Y vaya, nunca pensó tener al diablo en su departamento, pero mucho menos en su vida, principalmente. —Lo siento por el desorden—
Kaden barrió el lugar con su mirada, y ¿de qué desorden estaba hablando este pequeño tonto? Todo estaba impecable y es su lugar, aunque si h**o algo que le molesto, el jodido lugar era tan diminuto. Este departamento era prácticamente el tamaño de su cuarto de baño. —Acabas de ganarte la lotería chico— Le hizo saber.
Y Azriel no creía que eso fuera cierto, deteniéndose en su camino hacia su habitación para preguntar:—¿Realmente tendré que dejar mi departamento?— A él le gustaba este lugar, era cómodo y a decir verdad, le tenía mucho cariño, había sido su pequeño hogar desde que se mudo de la casa de su padre.
—Es lo mejor, además serás como mi
Azriel se vio acorralado contra la pared, y su mirada estaba gacha, no tenía el suficiente valor para seguir mirando a su jefe a los ojos. El hombre daba miedo, así como demasiado y mucho más cuando sus ojos eran de un rojo fuego. Eso solo le recordaba a Azriel con quien estaba tratando, porque si, aun no estaba del todo, para nada, acostumbrado ni seguro de nada de lo que estaba pasando. Es decir, vamos, no podía solo aceptar como si nada el hecho de que estaba involucrado de alguna manera con el diablo, y mucho menos podía asimilar que estaría trabajando para él. Era todo muy difícil de digerir. —¿Pedirme un favor?— Warrick hizo uso de una voz tranquila, pero hizo vibrar el cuerpo de Azriel, pues ahí había algo más que solo tranquilidad.—¿Acaso aun no te entra en la cabeza quién soy?— Tragando saliva, Azreil se dijo a sí mismo que no debía ser tan miedoso, que lo que estaba haciendo no tenía nada de malo y que lo hacía era por su
Por suerte, y desgracia, las cosas fueron aclaradas. Azriel supo que su amiga no estaba verdaderamente involucrada con el diablo, al parecer este se involucraba íntimamente con la mayoría de sus trabajadores y trabajadoras, sobretodo con sus secretarias. Y de alguna manera Azriel lo llegaba a entender, el diablo podía hacer lo que quisiera, ¿no es así? De todas maneras, Azriel no aceptaría tener una relación así, no era ese tipo de persona y no lo sería en el futuro, ni cercano ni lejano. Y bien, Azriel Cassian tuvo que ponerle un alto a aquello, había hablado por horas con su amiga ese día, haciéndole ver lo mal que había estado sus acciones, aunque claro no la sacrificó, después de todo Alicia no estaba haciéndole daño a nadie, y bien, Kaden Warrick tampoco, pero este tenía mucha culpa; No estaba bien aprovecharse de las debilidades de las personas. Por lo que también se ocupó de sermonearle, estuvo una hora siguiéndole de un lado hacía el otr
—Gracias, no tardare— Le dijo Azriel alchofer, y él aun no estaba para nada acostumbrado en pensar en este buen hombre comosuchofer. Pero bien, le compraría algo de la cafetería como agradecimiento. Respirando hondo, Azriel comenzó a ir hacía la cafetería, y por lo visto todo seguía estando igual, o bueno, el único cambio que pudo observar fue la integración de un nuevo postre, pudo leerlo en la pizarra que estaba en la entrada. Pero caminando un poco más Azriel se percató de otra cosa, de algo un tanto importante. —No hay muchos clientes...— Murmuró, yendo ahora con lentitud. Y claro que aquello le llamó la atención, a este horario la cafetería siempre se encontraba llena, todo mundo parecía querer merendar aquí, pero ahora, ¿qué había ocurrido? El timbre se escuchó, Azriel sintió tanta nostalgia ante el pequeño ruido de la campana, la cual avisaba de un nuevo cliente. Y esta
El viaje de camino a la mansión de Kaden Warrick fue en completo silencio, Azriel no pudo decir ni una sola palabra luego de que dejaron la comisaria; Su mirada clavada en el Lucas, quien pronto fue ayudado por dos oficiales. Pero eso fue todo, ahora Azriel no tenía idea de que si Lucas estaba bien o no, o si lo iba a estar o no. Además de ello, Azriel estaba asustado, otra vez. Siguiendo en todo momento a Warrick, Azriel siguió perteneciendo en silencio, reteniendo sus preguntas preocupadas para sí mismo. Y no fue hasta que ambos ingresaron a la mansión que Warrick habló, pero no estaba hablándole al chico asustado detrás suyo, no, él le habló a sus empleados, dándoles ordenes tras ordenes. Claramente estaba furioso. Desquitándose con ellos al darle tareas sin sentido y ya realizadas. Eso sin duda hizo a Azriel sentirse mucho peor, ahora no solo estaba asustado hasta las patas, sino que ahora también estaba sintiéndose completam
—Alicia— Llamó el hombre por el intercomunicador, su voz salió tosca, pareciera estar enojado.—Agarra tus cosas, estas despedida— Si, Kaden Warrick estaba más que enojado, estaba furioso, aunque bueno, él no era un hombre de buen humor de todas formas y toda persona que lo rodeaba, y la que no lo hacia, lo sabía. Warrick era un hombre difícil con el cual tratar, ya que era: Exigente, cruel, arrogante, mal humorado, orgulloso, mandón, soberbio... y en fin, había mucho más, todas las malas características las tenía él.—Per-—Antes de que te vayas, busca a alguien realmente eficaz para remplazarte, y que empiece hoy mismo, dentro de media hora— Warrick finalizó, y por supuesto su secretaria no hizo ningún tipo de escandalo, sería estúpido de su parte ya que no volvería enco
Perfecto, simplemente perfecto.¡Jodidos infiernos! Ahora Warrick no sabía que diablos hacer, pero si tenía una opción, y era dejar al idiota metiche inconsciente en el piso e irse, aquello era lo mejor por hacer, pero estúpidamente era una mal idea, ya que este idiota sabía por obviedad que era. Un humano claramente no. Y lo peor de todo es que no tenía otra opción, pues matarlo no era factible.—Jodidos mandatos— Gruñó Kaden aun en cuclillas frente el idiota, ¿Qué se suponía que iba a hacer con él ahora? —¡Mierda!— Y volvió a maldecir ya que era increíble que se topase por primera vez con un idiota al parecer totalmente inocente, en todos los sentidos hablando. Solo debió irse directo a su mansión y matar a uno de sus empleados.Otra mirada y luego otra, Warrick lo dec
Un par de horas atrás... —Azriel— Llamó la chica bajita de nombre Alicia con sonrisa en boca, dejando las llaves del departamento colgadas en el gancho de la entrada. —¿Aun no despierta?— Se preguntó al no ver a su amigo en ningún lado, por lo que no le quedo de otra que ir hasta la habitación de este, y ahí lo encontró, aun envuelto entre las sábanas,—Azriel, hora de despertar—. Se ocupó de abrir las cantinas y entonces los rayos de sol ya estaban sobre sobre el dormilón de su amigo. —Cinco minutos más...— Balbuceó Azriel, ocultando su cabeza debajo de las almohadas. Alicia puso las manos sobre sus caderas, y quiso ser seria pero simplemente no pudo, no con este chico. Suspiró y le informó,—Compre tus donas favoritas, y café— Ella no pudo no hacer aquello, le gustaba mimar a su amigo, era como tener una pequeña mascota. —Alice— Su voz salió gagosa y casi en regaño mientr
Warrick no era alguien con paciencia, mucho menos alguien que repitiese las mismas palabras dos veces. Él solía enojarse demasiado y por ende, terminaba mandando al infierno a la persona idiota. Y aquello no había cambiado en ninguna ocasión, hasta ahora. Mandato N°6XIV:Toda alma pura, bondadosa y fuera de todo tipo de pecados, estaba absuelta de ser mandada al infierno por el resto de la eternidad, ya sea por el mismo soberano del averno o por un lacayo suyo. Se le será imposible m****r esta gentil alma al infierno, y no hay otro mandato que contradiga esta. Y a esto se refería Warrick con no poder m****r esta alma al infierno, era por una estúpida ley que no poder matar a este chico petrificado frente suyo, el cual aun no respondía su m*****a pregunta. Y no le dejó opción, ya que al parecer el chico idiota no tenía ganas de hablar, entonces le haría hablar por medio del miedo. —Tu lo pediste—. K