Warrick no era alguien con paciencia, mucho menos alguien que repitiese las mismas palabras dos veces. Él solía enojarse demasiado y por ende, terminaba mandando al infierno a la persona idiota. Y aquello no había cambiado en ninguna ocasión, hasta ahora.
Mandato N°6XIV: Toda alma pura, bondadosa y fuera de todo tipo de pecados, estaba absuelta de ser mandada al infierno por el resto de la eternidad, ya sea por el mismo soberano del averno o por un lacayo suyo. Se le será imposible m****r esta gentil alma al infierno, y no hay otro mandato que contradiga esta.
Y a esto se refería Warrick con no poder m****r esta alma al infierno, era por una estúpida ley que no poder matar a este chico petrificado frente suyo, el cual aun no respondía su m*****a pregunta. Y no le dejó opción, ya que al parecer el chico idiota no tenía ganas de hablar, entonces le haría hablar por medio del miedo.
—Tu lo pediste—. Kaden sonrió mientras sus ojos cambian de color, el rojo intenso y brillante se apoderó de sus pupilas, pero después todo en el ojo fue de color negro. Y eso no era todo, solo era el comienzo, su piel fue cambiando...
—¡Ah, me llamó Azriel Cassian!— El chico no quiso ver más, ya era bastante terrorífico los ojos rojos y oscuros. Dejó de estar sobre la cama, él prefería estar debajo de esta. Uh... si, en un rápido movimiento se metió debajo de la cama. Algo que cualquier niño pequeño haría, y claro, un adulto aterrado hasta las patas también.
Otra vez... ¡Jodidos infiernos! ¿A qué estaba jugando este pequeño idiota?
—Sal ahora mismo de ahí— Gruñó entre dientes Kaden, caminando hacia uno de los lados de su cama. —Se bueno y no te matare— Una amenaza que no podía cumplir era lo mejor ahora.
Azriel tembló, tembló como nunca en su vida, y se tomó un rápido momento para analizar su situación actual y lo que había visto. Bien... ¿¡Qué estaba ocurriendo!? Cerró sus párpados con fuerza, y golpeó levemente su mejilla, —Vamos, despierta— Porque sí, esto debía ser un sueño, una pesadilla mejor dicho. Primero lo despidierón del mejor trabajo del mundo... luego al parecer se encontró con el mismísimo señor del infierno. ¿No esas dos cosas eran una locura? Mucho más lo segundo, claramente.
¿Tal vez él murió?... O bueno, pude que este a punto de morir, —¿Estoy en coma?— Se preguntó a sí mismo, encontrándole mucha lógica a eso. Lo más seguro era que algo le hubiera pasado en medio del camino a su trabajo, tal vez un accidente de trafico o le cayó un florero en la cabeza. Pero... ¿por qué estaba soñando con estas cosas? ¿O de esto se trataba estar en ese estado?... Estaba soñando con lo que más miedo le daba, aunque lo de conocer al diablo era nuevo. Uhm...
—Hey— Kaden miró debajo de su cama, —No estas en un maldito coma, chico idiota, ahora sal de ahí ahora mismo—
¿No estaba en un coma? Entonces... Azriel volvió a gritar y se exaltó, tonto, su cabeza golpeó con la parte superior de la cama, y no fue el único golpe que se causo.
Warrick respiró profundo, esta bien, tenía que ser más rudo. Se puso de pie y dijo:—Vamos, solo sal de ahí, no te hare nada, solo quiero hablar contigo— Ya estaba cruzado de brazos, esperando, y agregó:—Además, ¿no crees que es muy descortés de tu parte huir o temerle al hombre que te recogió de la calle? Cualquier otro pudo haberse aprovechado de ti, tienes una cara bonita—
Azriel se tranquilizó, ¿una cara bonita?... No, espera, eso no. Ahora se sintió un poco apenado, este hombre le había ayudado, pero de nuevo —¡Eres el diablo!— Dejó ver su cabeza, sin embargo aun estaba en alerta. —Y-y ¡Y mataste a un hombre!— Recordó, —¡A dos!— Si, esto era lo importante.
Y Kaden simplemente respondió:—Es mi trabajo, esos dos no eran buenas personas, alguien debe castigarlos y ese alguien soy yo. Y si, soy el diablo, ¿algún problema con eso?—
Azriel asintió, bien, podría entender un poco lo primero, pero... ¿Algún problema con eso? Si, Azriel tenía un gran problema con eso, —¡Eres el diablo!— Aun claramente seguía alterado, muy, muy alterado. —¡No se supone que el diablo exista!— Retrocedió, temeroso y en alerta ante cualquier movimiento contrario. Fue tan mala idea no ir directamente hacia su departamento. ¿Por qué tuvo que quedarse bajando por las calles?
—Si, bueno, déjame decirte que eso no es cierto. Existen muchas cosas en este mundo— Kaden no se vería alterado, no ayudaría en anda estándolo, luego castigaría a este chico. Volvió a hablar, —También encontré tu mochila, el tipo que me disparó lo tenía— Eso, por poco se olvidaba de ello.
Oh, Azriel se quedó callado por pocos segundos, luego abrió su boca y se vio muy pensativo, —Uh, gracias...— No estaba seguro si debía agradecer o no, —Pero estuvo mal, el que m-mataras a esos hombres...—
Si, ahora Kaden sabía perfectamente porque este chico no podía ni podría ser mandado al infierno, y bien, no seguiría siendo insistente con eso. Suspirando, Kaden caminó nuevamente hacia su cama, y estiró su brazo hacia abajo. —Déjame ayudarte, me llamó Kaden Warrick y soy el soberano del averno, pero en la tierra soy un simple empresario más—
¡Ja! ¿Un simple empresario más? Kaden quiso reír por sus propias palabras. Se aguantó las ganas, era lo mejor, por ahora.
Azriel dudo, dudo mucho, pero ya estaba tomando la mano de Kaden, uh, del diablo. Y el tacto fue caliente, o bueno, una mescla extraña de calor y frío, pero el calor resaltaba mucho más. Fue ayudado a salir de debajo de la cama, —Gracias...— Y vio al diablo ir por algo sobre la mesa, oh, su mochila. Al menos algo bueno había sucedido. —Grac-
La mochila fue lanzada lejos, y Azriel trató de salir corriendo pero lastima, fue atrapado y entonces su muñecas estaban siendo atadas y él luego fue alzado, lanzado sobre la cama. Por último, sus brazos fueron alzados y quedo así. Había sido atado a la cabecera de la cama. ¡No debió confiar en este hombre! Azriel ya estaba sintiéndose tonto, otra vez, pues había confiado en el diablo... ¡Tonto!
—Ahora hablaremos con más calma— Dijo Kaden al tomar asiento al pie de la cama. Ignorando a Azriel y sus lloriqueos, —Las cosas son así, tú sabes algo que no deberias saber y bien, no puedo dejarte ir, ¿entiendes?—
Azriel negó, —Y-yo no le diré nada a nadie— Él no era un bocazas, sabía mantener secretos.
Kaden sabía que por más bueno que este chico fuera él podría comentar esto a alguien, ya sea estando borracho o por alguna otra circunstancia. La mejor opción ahora era ser precavido, porque de nuevo, él no quería volver al infierno, al menos no por ahora.
—Tal vez no, pero no puedes estar enteramente seguro— Kaden sonrió, le estaba gustando mucho lo que estaba mirando. Se relamió los labios, recordando el sabor de la boca del chico, había sido dulce, la más dulce que nunca antes hubiera probado. Y Kaden había probado muchas bocas hasta ahora.
Poniéndose de pie, Kaden rodeó la cama y tomó asiento al lado del chico atado. —Seré directo— Su mano izquierda agarró la mandíbula contraria, sus dedos sintieron otra vez la suavidad de la piel. Ridículamente no pudo contenerse, estaba siendo tentado. Volvió a poseer la boca del muchacho, succionando su lengua y mordiendo sus labios. Esta vez estaba siendo un poco más lento. Se tomó su tiempo. Cuando dejó la boca libre, él dio con los ojos vidriosos de Azriel, —¿Te gustó tanto que estas a punto de llorar?—
Azriel dejó ir una lágrima, su voz fue un susurró... —No es así— "Mi primer y segundo beso fue con el diablo..."
Kaden rió en alto al saber los pensamientos contrarios, este chico obviamente aun era virgen. Y se lo hizo saber, bueno, se lo recodó de una no muy caballerosa manera. —Podría ser yo también el primero y el segundo en follarte—
Azriel enrojeció, no supo que decir, claro que quiso negarse pero no podía decir palabra.
Un susurro, —No te preocupes no te estaré follando hoy, tal vez mañana— Lamió la oreja, aquello solo causo más verguenza en el muchacho, y claro, se vio como un tomate. —Hacia tiempo que no he tenido tanta diversión, y mucho menos en la cama, un chico inocente e ingenuo como tu no es fácil de encontrar—
Azriel quería quedarse sordo, aquellas palabras solo le hacían avergonzarse cada vez más. Y se sentía extraño, muy, muy extraño. Por suerte el diablo se alejó, pero no dejó de hablar, aunque ahora el tono de su voz había vuelto a cambiar.
—Trabajaras para mi— Dijó Kaden mientras se arreglaba el traje, —Mañana te acompañare a buscar tus cosas, vivirás conmigo a partir de hoy—
¿Uh?... Azriel estuvo a nada de protestar, él no iba hacer nada de eso.
—Si lo harás, o tendré que matarte, y sabes que puedo hacer que tu muerte sea muy dolorosa. Y tu alma tendrá el peor de los destinos— Claro Kaden estaba mintiendo, ya saben, no podía matar al ingenuo, además.. —¿Entendido?—
Azriel tragó saliva, terminó asintiendo mientras temblaba.
Y bien, así es como Azriel Cassian comenzó a trabajar junto al diablo. Divertido...
Había tenido un sueño extraño... así como muy loco y todo eso. Definitivamente debía de contárselo a Alicia, y Azriel ya estaba riéndose perezosamente mientras se levantaba de la cama, pues tenía que ir al trabajo. Por que sí, él también trabajaba los fines de semana, aunque su horario era reducido. En fin, era feliz con ello. Y rió cuando estuvo en el cuarto de baño, yendo directamente hacia la ducha. —Todo fue un sueño, por supuesto— Se sintió mucho más despierto cuando el agua cayó sobre su piel. Le gustaba tomar un baño con agua tibia, ni muy caliente, ni muy fría. —Ah~— Se sentía como un pez en el agua, tan comodo y a gusto. Lastimosamente y obviamente, Azriel no estaba solo, ya que, si, no había sido solo un loco sueño el que tuvo. Entonces Warrick estaba ahí, de pie, cruzado de brazos y apoyado en el marco de la puerta del baño. Observando muy atentamente y con excitación al chico tonto que se duchaba sin problema alguno en su duc
Azriel buscó las llaves de su departamento dentro de su mochila, por suerte a él no le faltaba nada, todo había estado ahí, hasta el dinero.—Adelante— Y vaya, nunca pensó tener al diablo en su departamento, pero mucho menos en su vida, principalmente.—Lo siento por el desorden— Kaden barrió el lugar con su mirada, y ¿de qué desorden estaba hablando este pequeño tonto? Todo estaba impecable y es su lugar, aunque si h**o algo que le molesto, el jodido lugar era tan diminuto. Este departamento era prácticamente el tamaño de su cuarto de baño. —Acabas de ganarte la lotería chico— Le hizo saber. Y Azriel no creía que eso fuera cierto, deteniéndose en su camino hacia su habitación para preguntar:—¿Realmente tendré que dejar mi departamento?— A él le gustaba este lugar, era cómodo y a decir verdad, le tenía mucho cariño, había sido su pequeño hogar desde que se mudo de la casa de su padre. —Es lo mejor, además serás como mi
Azriel se vio acorralado contra la pared, y su mirada estaba gacha, no tenía el suficiente valor para seguir mirando a su jefe a los ojos. El hombre daba miedo, así como demasiado y mucho más cuando sus ojos eran de un rojo fuego. Eso solo le recordaba a Azriel con quien estaba tratando, porque si, aun no estaba del todo, para nada, acostumbrado ni seguro de nada de lo que estaba pasando. Es decir, vamos, no podía solo aceptar como si nada el hecho de que estaba involucrado de alguna manera con el diablo, y mucho menos podía asimilar que estaría trabajando para él. Era todo muy difícil de digerir. —¿Pedirme un favor?— Warrick hizo uso de una voz tranquila, pero hizo vibrar el cuerpo de Azriel, pues ahí había algo más que solo tranquilidad.—¿Acaso aun no te entra en la cabeza quién soy?— Tragando saliva, Azreil se dijo a sí mismo que no debía ser tan miedoso, que lo que estaba haciendo no tenía nada de malo y que lo hacía era por su
Por suerte, y desgracia, las cosas fueron aclaradas. Azriel supo que su amiga no estaba verdaderamente involucrada con el diablo, al parecer este se involucraba íntimamente con la mayoría de sus trabajadores y trabajadoras, sobretodo con sus secretarias. Y de alguna manera Azriel lo llegaba a entender, el diablo podía hacer lo que quisiera, ¿no es así? De todas maneras, Azriel no aceptaría tener una relación así, no era ese tipo de persona y no lo sería en el futuro, ni cercano ni lejano. Y bien, Azriel Cassian tuvo que ponerle un alto a aquello, había hablado por horas con su amiga ese día, haciéndole ver lo mal que había estado sus acciones, aunque claro no la sacrificó, después de todo Alicia no estaba haciéndole daño a nadie, y bien, Kaden Warrick tampoco, pero este tenía mucha culpa; No estaba bien aprovecharse de las debilidades de las personas. Por lo que también se ocupó de sermonearle, estuvo una hora siguiéndole de un lado hacía el otr
—Gracias, no tardare— Le dijo Azriel alchofer, y él aun no estaba para nada acostumbrado en pensar en este buen hombre comosuchofer. Pero bien, le compraría algo de la cafetería como agradecimiento. Respirando hondo, Azriel comenzó a ir hacía la cafetería, y por lo visto todo seguía estando igual, o bueno, el único cambio que pudo observar fue la integración de un nuevo postre, pudo leerlo en la pizarra que estaba en la entrada. Pero caminando un poco más Azriel se percató de otra cosa, de algo un tanto importante. —No hay muchos clientes...— Murmuró, yendo ahora con lentitud. Y claro que aquello le llamó la atención, a este horario la cafetería siempre se encontraba llena, todo mundo parecía querer merendar aquí, pero ahora, ¿qué había ocurrido? El timbre se escuchó, Azriel sintió tanta nostalgia ante el pequeño ruido de la campana, la cual avisaba de un nuevo cliente. Y esta
El viaje de camino a la mansión de Kaden Warrick fue en completo silencio, Azriel no pudo decir ni una sola palabra luego de que dejaron la comisaria; Su mirada clavada en el Lucas, quien pronto fue ayudado por dos oficiales. Pero eso fue todo, ahora Azriel no tenía idea de que si Lucas estaba bien o no, o si lo iba a estar o no. Además de ello, Azriel estaba asustado, otra vez. Siguiendo en todo momento a Warrick, Azriel siguió perteneciendo en silencio, reteniendo sus preguntas preocupadas para sí mismo. Y no fue hasta que ambos ingresaron a la mansión que Warrick habló, pero no estaba hablándole al chico asustado detrás suyo, no, él le habló a sus empleados, dándoles ordenes tras ordenes. Claramente estaba furioso. Desquitándose con ellos al darle tareas sin sentido y ya realizadas. Eso sin duda hizo a Azriel sentirse mucho peor, ahora no solo estaba asustado hasta las patas, sino que ahora también estaba sintiéndose completam
—Alicia— Llamó el hombre por el intercomunicador, su voz salió tosca, pareciera estar enojado.—Agarra tus cosas, estas despedida— Si, Kaden Warrick estaba más que enojado, estaba furioso, aunque bueno, él no era un hombre de buen humor de todas formas y toda persona que lo rodeaba, y la que no lo hacia, lo sabía. Warrick era un hombre difícil con el cual tratar, ya que era: Exigente, cruel, arrogante, mal humorado, orgulloso, mandón, soberbio... y en fin, había mucho más, todas las malas características las tenía él.—Per-—Antes de que te vayas, busca a alguien realmente eficaz para remplazarte, y que empiece hoy mismo, dentro de media hora— Warrick finalizó, y por supuesto su secretaria no hizo ningún tipo de escandalo, sería estúpido de su parte ya que no volvería enco
Perfecto, simplemente perfecto.¡Jodidos infiernos! Ahora Warrick no sabía que diablos hacer, pero si tenía una opción, y era dejar al idiota metiche inconsciente en el piso e irse, aquello era lo mejor por hacer, pero estúpidamente era una mal idea, ya que este idiota sabía por obviedad que era. Un humano claramente no. Y lo peor de todo es que no tenía otra opción, pues matarlo no era factible.—Jodidos mandatos— Gruñó Kaden aun en cuclillas frente el idiota, ¿Qué se suponía que iba a hacer con él ahora? —¡Mierda!— Y volvió a maldecir ya que era increíble que se topase por primera vez con un idiota al parecer totalmente inocente, en todos los sentidos hablando. Solo debió irse directo a su mansión y matar a uno de sus empleados.Otra mirada y luego otra, Warrick lo dec