Dos cuerpos se remueven en la cama, dependiendo del calor del otro para seguir teniendo un sueño tranquilo.Pero es Dorian, el cual siente la presión en sus bolas, el que abre los ojos de golpe.El corazón golpea con fuerza su pecho al darse cuenta que está de cucharita con la rubia; abrazando su cintura, con la mano peligrando en su entrepierna, mientras su pene hecho una roca apunta hacia la espalda baja de esta.Tragando seco, se separa de ella. Contiene la respiración mientras sale de la cama sin dejar se verla, y la ve moverse, haciendo una mueca de queja o dolor con sus ojitos cerrados.El pecho de Dorian se oprime. Recordando lo que ella le dijo en sueños, en todo lo que ha estado haciendo por ella, y se pasa las manos por la cara, frustrado.Generalmente le basta con mantener la mente en blanco para controlar sus impulsos sexuales, pero pasa unos minutos, duchándose, haciendo ejercicio y tomando su batido, y el dolor lo perturba, casi tanto como la idea de querer volver a la c
Dorian sonríe con malicia al ver a la actriz Sweet Belly salir de la empresa del hombre. —¿Lo tienes? —pregunta ansioso. La mujer pelinegra de pecho y trasero grande sonríe satisfecha mientras le entrega la pequeña cámara. —Me debes una —susurra pasando su uñas postizas por el pecho de Dorian. Él toma sus muñecas provocando en la mujer un jadeo y una cara pícara. —Cuando quieras... —responde fríamente, no pensando demasiado en las consecuencias de ese favor. Cada uno toma su camino mientras él siente la mirada de la mujer sobre él al subir a la moto. Desde el día en que se corrió en la cara de Candy algunas actrices han escrito a su DM, proponiendo provocarle lo mismo. Para ellas ha sido completamente excitante verlo así, dominado y extasiado en manos de otra mujer. Por esa razón el video se está haciendo tendencia, pero él no lo sabe. Con la grabación en sus manos y la idea de venganza sintiéndose en el paladar, regresa a su apartamento. Quisiera decirle a Leslie lo que har
Dorian la sostiene entre sus brazos mientras Leslie desvía la mirada, tratando de procesar lo que acaba de escuchar. ¿Realmente le está pidiendo que viva con él? Leslie imagina cómo podría ser compartir con él todos los días... Y se muerde el labio conteniendo las emociones.Si bien es cierto que estas horas la ha hecho sentir protegida... Está consciente de su propio cuerpo y el de él; la forma en que la mira... Cómo cada toque, roce o palabra se acentúa en la profundidad de la lujuria, esperando estar lo suficientemente pesada para explotar...Si la quiere viviendo junto a él, ¿es porque quiere más de ella que solo tener sexo?Dorian la siente removerse a su lado mientras su propio corazón parece querer salirse.Se lo ha dicho. No como una pregunta, sino como un deseo. Necesita su respuesta. Necesita asegurarse que a donde quiera que ella vaya, él esté a un paso detrás, observándola...—¿Qué dices? —susurra él, ansioso, separándola para mirarla mejor.—De acuerdo... —suelta el aire
En cuanto Dorian llegó para inyectarle él mismo la insulina, se encargó de volver a cambiar su venda también.En silencio, rozando su piel, solo se aseguraba que ella estuviera bien, mientras él mismo parecía morir cada hora a su lado.Jamás había pasado tanto tiempo con una mujer así, sin siquiera darle un beso. Y tratándose de Leslie, era el verdadero infierno.Ese día Leslie se interesó en ver una película, pero pasaron toda la tarde intentando escoger algo que a ella le llamara la atención, hasta que finalmente, casi al anochecer se interesó en una serie dramática.A él le parecía bastante aburrido pero no se atrevió a decirle nada. Compró bocadillos y en el sofá, siendo separados por la comida, intentaron disfrutar de los primeros capítulos.La verdad era que ninguno quería ver nada. Solo tenían la necesidad de estar más cerca.Leslie le pidió cocinar la cena, y él aceptó. La miró a la distancia mientras esquivaba llamadas de Kris y de Michael. Estos le dejaron mensajes diciéndol
Ella sale de la cama con una mirada que deja entender que el tema no ha terminado aquí. Luego va a la ducha para asearse un poco, dice desde el baño que hoy hará el desayuno mientras él entrena, y Dorian no se rehúsa. Necesita concentrarse en algo para calmar los nervios que tiene por haberle propuesto algo así. En estos días, Dorian no ha dejado de tocarla, pero ella sabe que esta vez será diferente. Al salir de la ducha él entra y sus pieles rozan. Queman, pero ambos siguen su camino. Minutos después, Leslie está preparando el desayuno mientras lo escucha entrenar en la otra habitación. No tiene que estar cerca de ella para hacerla sentir en una caja pequeña. Los nervios, la invaden, pero aún así, logra concentrarse en el desayuno. Ella lo espera mientras ve la televisión, y lo ve regresar, duchado, con solo una bermuda. Su garganta se seca mientras sus ojos lo recorren de pies a cabeza. No lo había visto sin camisa desde el día en que lo conoció. Y es más perfecto de lo que pa
Mientras Leslie se siente mareada del placer, él se deshace de sus bragas y se inspira a lamer toda su vulva, probando sus flujos, sintiendo el vapor en su paladar. Su olor y sabor lo mantiene extasiado, como si quisiera prolongar cada minuto de su cuerpo estremeciéndose.—Ven acá, ven acá, pequeña... —La mira con hambre mientras ella se retuerce, nerviosa por cada nueva sensación en su cuerpo. No sabía que la lengua se podía usar para eso pero la textura en su punto sensible la enloquece.En un movimiento desesperado, sus manos se hunden en el cabello del hombre, el cual gruñe dándole una última lamida sobre su clítoris, y se aleja, sentándola bien en la mesa.Leslie tiene la respiración agitada y lo ve, temerosa de que él tenga intenciones de detenerse. Lo que está sintiendo, necesita acabarlo, como la otra vez.Dorian la observa con una sonrisa maliciosa, notando cómo la saliva combinada con sus fluidos brillan sobre sus labios menores.—¿Quieres decirme algo...? —pregunta con voz
Leslie contiene la respiración cuando Dorian pasa su lengua caliente y astuta por el lóbulo de su oreja.—¿Estás bien, pequeña? —murmura y sus ojos se cruzan en un estallido de deseo.—S–Sí... —Ella no puede evitar querer tocarlo, así que sus manos temblorosas exploran el cuerpo del hombre, desde su abdomen, erizándolo, hasta posarse sobre sus hombros.Leslie lo admira. Definitivamente es un hombre hermoso. Perfecto. Esa sonrisa que derrite, esa mirada que se clava en ella tan profunda como el orgasmo que le ha causado. Y esa forma que tiene de tocarla... Jamás imaginó que podría encontrar un hombre con quien pudiera explorar su cuerpo, ni siquiera pensaba en eso, pero aquí está debajo de él; acariciando su nuca mientras se estremece por los delicados besos que deja en su cuello, con su respiración caliente rozando.Le encanta como huele, le encanta la forma en que se presiona junto a ella sin asfixiarla. El cómo está cuidando hacerla disfrutar.—Dorian... —gime cerrando los ojos, si
Mientras Leslie prepara la merienda, Dorian se mantiene en la silla del comedor, observándola, pensando.¿Qué es lo que lo hace sentir tan atraído de ella?Piensa en su tipo de mujer. Castañas, ojos de ciervo, tetas y trasero acorde a su cuerpo, aura tentadora. En la industria son pocas las que llaman su atención y se siente a gusto follandolas. Pero Leslie...Leslie es rubia, con ojos expresivos, una boca pequeña rosada cuya curva se acentúa; sus pechos son pequeños, su trasero se mantiene donde debe estar, su cintura es una curva que lleva a la perdición, y sus muslos no son proporcionados con su cuerpo, son más gruesos y... tiene esta cara inocente que parece no tener idea del mundo pero ha tenido una vida más difícil que él mismo.Es su inocencia. Sí. Es eso. Él es un experto, y la idea de enseñarla, dominarla y verla ceder ante él, es como una visita al edén siendo el mismo demonio.Si no soporta la tentación de poseerla, ¿qué hará? ¿seguirá follandosela o su obsesión con ella d