Ellos proceden a comentarle sobre la evolución del joven amo, lo que le hace a ella tranquilizarse al instante, comprobando efectivamente al entrar que su amado Tyler se encuentra en perfectas condiciones. Sorprendida de ver que él despertó, desde el día del accidente no había dado ningún tipo de reacción.
Eso la desconcertó demasiado, él siempre ha sido su amado nieto. Se ha encargado de darle siempre la mejor educación, además de consentirle en lo que más ha podido, lo que la tiene sumamente feliz, es que él no se convirtió en lo que la mayoría de sus amistades sí.
Siempre ha sido un chico centrado, distante, lo que todos caracterizaban como un hombre frívolo, aunque para su abuela siempre fue todo lo contrario. Él no ha sido nunca el nieto amoroso que ella siempre quisiera haber tenido, pero, eso no ha impedido que se hayan olvidado mutuamente. Eso es más que suficiente para ella.
— ¿Qué sucedió abuela? —Pregunta su nieto.
Ella sale inmediatamente de sus recuerdos al escuchar la amada voz de Tyler, a la vez que en su interior comienza a surgir una emoción indescriptible. Recordando que efectivamente Ava se encontraba en su compañía cuando él se despertó.
«¿Será que la presencia de ella causó que él se despertase?», una emoción comienza a surgir en su interior de solo pensar en eso.
Nadie sabe de donde salió eso, pero, Hannah siempre ha sido una mujer supersticiosa, con muchos pensamientos cruzando con respecto al destino de las personas predestinadas. Ella siente que la aparición repentina de esa mujer, es justo lo que necesita para que Tyler siente cabeza.
«Definitivamente, tiene que ser una coincidencia que ella se hayan encontrado de esta manera tan extraña. ¡Esto tiene que ser el destino!».
Ella se acerca con rapidez a la cama de Tyler, comprobando efectivamente que él se encuentra completamente despierto.
— ¿Por qué estoy así, Hannah? Quiero la verdad.
Siente como entra en una bodega helada, con solo recordar la forma estrepitosa como se enteró de la noticia de su amado nieto. Sin querer hacerle esperar más, ella procede a comentarle todo, desde el accidente, el estado en que quedo. Tomando especial ahínco en como esa mujer apareció en sus vidas.
— ¿¡Que!? —Exclama furioso sin duda alguna—. ¿¡Cómo permitiste que esa mujer entrase en nuestra mansión de esa manera!?
—Tyler…
Todo va en una dirección completamente diferente a lo que ella pensaba, no hay ningún rastro de expresión más que la furia desmedida en el rostro del heredero misterioso de esta gran familia. A pesar de esto, ella mantiene una leve esperanza en que todo lo que se encuentra en el interior del hombre no sea más que la sorpresa.
— ¡Quiero que se vaya! —Grita furioso.
—Pero Tyler…
— ¿No fui lo suficientemente claro? ¡Esa mujer no la quiero a mi alrededor!
Nada va como ella creía, lo que le hace sentir como esa esperanza que conservaba se hace añicos. Pasan los días, cada uno de ellos se repite como un ciclo sin fin, Tyler no sabe la cantidad de veces que tuvo que fingir que estaba dormido, escuchando cada vez los sollozos incesantes de esa mujer una y otra vez.
Hannah se encontraba reacia a dejar de lado esa superstición a la que se encuentra tan arraigada hoy en día. Comienzan a pasar los días, hasta que los dos se ven encerrados sorprendidos por la visita de la señora nuevamente.
— ¿Qué haces aquí, abuela? —Ava abre ampliamente los ojos al escuchar por primera vez la voz del hombre.
— ¿Puedes hablar…? —Pregunta ella sorprendida por su descubrimiento.
—Si tú puedes hablar, ¿Por qué yo no podría hacerlo? —Responde el hombre con frialdad en su tono.
—Yo pensaba que…
— ¿Qué suponías? ¿Cómo estoy en este estado no puedo hablar? ¡No seas ridícula niña!
— ¿¡Porque me tienes que hablar de esa manera!? —Exclama ella, tratando de ocultar el nerviosismo en su tono.
— ¡Yo te hablo como a mí se me da la gana! ¡Te recuerdo que esta es mi puta casa!
— ¡Suficiente los dos! —La voz seria de la mujer los hace callarse inmediatamente.
—Pero… —Inquiere la chica indignada por el ataque del hombre.
—Cariño, yo sé que no es tu culpa que estés aquí. Prometo que te compensaré, pero ahora necesito tu ayuda.
— ¿Mi ayuda? ¿En qué podría necesitar mi ayuda?
Una sonrisa surge en las facciones de la mujer del bastón, su mente siendo atacada con los pensamientos que tiene hace muchos años queriendo que se cumplan, pero, por culpa del terco de su nieto, no se han podido ver cumplidos.
«Muy bien, esa mirada no me gusta en lo más mínimo. ¿Qué está por ocurrírsele a mi amada abuela?», se pregunta con burla Tyler al ver la expresión de la matriarca de la familia.
Ava se mantiene a la deriva, sin entender por qué esa señora le ha hablado con tanto cariño, cuando efectivamente no son familia ni nada por el estilo. Ni siquiera se conocen el tiempo suficiente, como para que le mire de esa manera tan cálida.
«¿Qué está sucediendo aquí?».
La señora se mantiene alternando su mirada en los dos jóvenes, siendo enfrentada por dos miradas completamente diferentes. Mientras una se mantiene expectante, la otra tiene un rostro inexpresivo; aunque es imposible que ella no pueda notar el nerviosismo que adorna el interior de esos ojos verdes que conoce perfectamente.
—Amada Ava, ¿Qué piensas sobre el hecho de tener hijos?
—No entiendo, ¿Qué tiene que…? —Ella siente como es atacada por un rayo al momento que une los puntos de dicha pregunta—. ¡No, no, me niego rotundamente!
— ¿¡De qué carajo estás hablando abuela!? ¡No quiero tener nada con esa mujer!
A pesar de lo sorpresiva de la pregunta, ellos dos tienen reacciones similares, pero, con algunas diferencias entre ellas. Obviamente, el hombre se niega por completo al mero pensamiento de tener un posible hijo. Aunque su mirada es diferente a lo que esperaba su abuela, lo cual arroja una luz en medio de la oscuridad.
—Lo siento mucho, señora, con el debido respeto que usted se merece, pero, no creo poder cumplirle en ese aspecto.
Desde el otro punto tenemos a Ava, que si se encuentra en completa negación a la mera mención de esa proposición. La inquietud es, ¿Por qué el hombre de ojos verdes, no volvió a negarse como la señorita?
«¿Será la señora capaz de hacer que su nieto, y su ahora esposa, cambien su manera de pensar?».
Al ver la reticencia en los jóvenes, no le quedo más que darles tiempo para que lo pensasen, pero, al ver como pasan los días y ellos aún se encuentran negándose a ilusión de tener un hijo. Uno por motivos diferentes a la chica, mientras que Ava, siempre quiso tener un pequeño, nunca supuso que lo tendría con un hombre que apenas acaba de conocer, mientras que el magnate nunca se imaginó siquiera tener uno.«¿Realmente tengo que interceder nuevamente para obtener la respuesta deseada?».Pasan un día más, sin la señora Hannah recibir la respuesta que más desea en estos momentos. Por lo que toma una rápida decisión, la cual está segura que será rápidamente aceptada, pero, una que no quería usar, ya que con esto el supuesto destino que ella misma se planteó no ocurrirá como ella espera.Toma inmediatamente la resolución que necesita en estos momentos, para dirigirse al cuarto provisional de la chica. Pensó que al darle la comodidad de un cuarto diferente al que debería poseer con su niet
—Entiendo… —La joven se queda reflexionando un par de segundos, para luego continuar:—. Solo tengo una condición.—La que quiera —Hannah oculta la emoción que surge en su interior, al ver como la chica acepta sin dudarlo más tiempo, lo que menos le preocupa es esa supuesta condición—, lo que sea que diga se lo puedo cumplir sin ningún tipo de inconveniente.—Por motivos personales, prefiero que la fecundación sea in vitro.—No hay ningún problema en eso. ¿Puedo tomar esto, con que está de acuerdo con lo que hablamos?—Efectivamente.Luego de esa pequeña conversación, la señora sale con tranquilidad, pero, al momento de salir, una sonrisa se manifiesta inmediatamente en su rostro. Emocionada por lograr lo que tanto a querido en mucho tiempo, y aunque no será lo que ella quería ni el modo. Cumplió con lo que se dispuso.—Muy bien, ahora es momento de poner todo en orden.(***)Harrison se encuentra paseándose con inquietud por todo su despacho, sintiendo, esperando noticias de esa famil
Ava aparta su mirada del móvil que tiene en sus manos; se encontraba testeándose con su amiga por medio de las redes sociales. Aunque Greece y ella, tienen personalidades completamente diferentes, aun así han sido capaces de encontrar su punto de unión, logrando crear una linda amistad.Sus personalidades difieren en que mientras la señorita Sigh siempre ha tenido el típico comportamiento de niña de familia rica, enfocada siempre en salir a divertirse o hacer compras, con las cuales llena su armario con tantas prendas que hace dudar de si realmente las usará en algún momento.A pesar de estos pequeños detalles, y aunque dista de parecer de que ellas realmente puedan tener algo en común. Eso no es punto culminante en su relación, ya que a diferencia de su entonces esposo, Greece siempre ha permanecido a su lado, como señal de apoyo y muestra de amor incondicional, como solo una verdadera amiga es capaz de transmitir.«¿Cuánto tiempo me toca pasar en este sitio?».La chica pasa su mirad
— ¡Carajo! ¿¡Donde mierda tienes la cabeza!? —Grita furioso al sentir la comida ensuciándole.—Yo… no fue mi intención, señor.— ¡Me tiene sin cuidado si lo fue, o no! ¡Puedes enfocar tus putos pensamientos en lo que realmente importa!—Señor, en serio…— ¡Limpia lo que acabas de ensuciar!Controlando las lágrimas que luchan por sobresalir de ella, procede a buscar una toalla con la que poder limpiarle. Encuentra una en el salón adyacente. La habitación cuenta con su puerta principal, la cual te guiará hacia una pequeña habitación, en la cual hay artículos de aseo personal, y un par de batas para que él se cambie, a través de ella se puede vislumbrar lo que hay en el interior de la siguiente.Eso es debido a la ventana que hay al lado de la puerta, que te encaminará hacia lo que vendría a ser la habitación principal, donde el magnate descansa.«Comprendo que me equivoque, pero eso no es motivo para que me trate así. Ese hombre dista mucho de ser una persona, es como si, en vez de algu
Una sonrisa aliviada aparece en su expresión inmediatamente al encontrarse actualmente llenando lo que es ahora su maleta para irse de una vez de esta maldita mansión.—No sabía que era tan fácil, de haberlo sabido con anterioridad. Hace mucho que hubiera buscado la manera de que Tyler perdiera el control de sí mismo.A pesar de todo lo que sobrevino sobre ella, no puede negar que aunque se vio obligada a este matrimonio, obligada por la protección de su madre. Hay un hecho relevante, y es que, la señora Hannah la ha tratado bien. Quitando el hecho de que prácticamente la obligo a practicarse ese procedimiento, no la ha tratado como un paria.Solo hay que ver la cantidad de vestido, y ropas varias que le ha regalado. No ha sido mala con ella.«He llegado a pensar que el hecho de tener una nieta le ha hecho pensar que todo puede ir de maravilla, es como si hubiese olvidado que todo fue obligado. Esa mujer es tan extraña, pero aun así no puedo negar que de cierta manera es buena persona
Cuando está por estirarse para tomar la taza de té en la mesa de noche, cambia de opinión inmediatamente. Presiona el interruptor a un lado de la cama, avisándoles a las criadas de la mansión que necesita algo inmediatamente.Él se da un leve vistazo por todo el cuerpo, con una mirada enigmática en su rostro. A la vez que siente una sonrisa indiferente surgir en sus labios, recordando claramente lo que le dijo el doctor sobre su verdadera situación actual.—Esto es apenas el comienzo, Ava, el bastardo de tu padre, se encuentra metros bajo tierra. Pero, tú no te escaparás de mis manos.Ava ignora en estos momentos los pensamientos de su esposo, sin saber que esté posiblemente sea el comienzo de su tortura. Lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas, mientras desempaca la maleta que vistió con tanta felicidad hace un par de minutos atrás.— ¿Señorita? —la voz desconocida le hace congelarse, cierra inmediatamente la maleta a la vez que se limpia con rapidez las mejillas humedecidas por
A medida que fue pasando el tiempo Ava se fue encerrando más en sí misma. Creándose ella misma una barrera a su alrededor, que era capaz de impedir que las palabras hirientes del que era actualmente su esposo no fuesen capaces de afectarla de ninguna manera. Al menos eso era lo que ella creía.—Ya es momento.La chica se levanta de su asiento, para luego acercarse hacia el mostrador del hospital al que se vio obligada a ir por la respectiva revisión que le toca cada cierta cantidad de tiempo.—Señorita Wright es su turno —se congela inmediatamente en su sitio al escuchar esa combinación.—Muchas gracias.A pesar del agradecimiento en su tono, su mente no puede dejar de evocar ese nuevo apellido al que tiene que acostumbrarse. Legalmente efectivamente se encuentra casada con ese hombre, por lo que debe adecuarse lo mas pronto posible a esos repentinos cambios.«Esto es tan difícil, ¿Que haré ahora? ¿Como puedo acostumbrarme a este repentino cambio? Pasé de ser una Thomas, para luego vo
—Necesito que efectúen todo de la manera mas limpia posible. No quiero problemas.—Usted conoce nuestro trabajo doña Hannah, eso no es algo de lo que preocuparse.—Eso espero, ya saben que hacer. Busquen a la mama de Ava, para poder tenerla bajo nuestro cuidado.Los guardias asienten con tranquilidad, acostumbrados a este comportamiento de la matriarca. Luego de ella haber sido avisada por uno de sus hombres de que la chica efectivamente esta embarazada decidió proceder con el rescate de la señora. Hannah Wright es una mujer de palabra, ni bien se enteró de todo procedió a ponerse en contacto con sus hombres de confianza para cumplir su parte del trato.—Un acuerdo hecho por un Wright no se puede incumplir.Lo que no esperaba la señora es que antes de que la señora fuese ingresada en la respectiva habitación. Su hija llegase antes de lo previsto, dañando lo que ya tenía previsto con anterioridad. Todo ocurrió mientras ella permanecía tomándose una taza de té en una de las tantas salas