Debido a que Tyler se encontraba gravemente herido, no era capaz de moverse como podía hacer en el pasado, por lo que le era imposible para él el levantarse de su cama. Con base en esa dificultad de movimiento, se le hacía difícil estirarse como quisiera para avisarle a su compañera de su estado.
Solo se mantuvo en su posición mirando a Ava, si ninguna expresión en su rostro, a la vez que se mantiene obviamente intrigado por la presencia de esta chica en su habitación. Ella lo había despertado sin darse cuenta, pensando que debido a su estado no podría haber nada que podría hacer para causar que este se despertase. Se equivocó completamente.
No le quedaba más que escuchar vagamente el sonido de los sollozos de la mujer, la cual permanecía aún con su rostro hundido entre sus brazos, llorando sin fin a obvia vista.
«¡Mierda! ¿Ahora como hago para detener a esta mujer de hacer esos sonidos vergonzosos?», comienza a meditar en su mente sin encontrar respuesta alguna.
Él, ignorando las corrientes en su cuerpo, tensa su mandíbula echando fuera toda la presión por la que se encuentra pasando su cuerpo con el simple hecho de mover su mano. Una que usó en muchas ocasiones para acciones más contundentes que tan solo despertar a la chica de su estado de obvia debilidad.
«¡Carajo! ¿¡Porque me cuesta tanto hacer un puto movimiento!?», maldice en su mente, logrando llegar hasta la mesa con mayor dificultad de la necesaria.
Hace un último esfuerzo para despertar a la chica, lo que causa que la taza que se encontraba sobre la mesa se caiga, generando un ruido fuerte en la alcoba. A causa de lo que sucede a la taza al romperse contra las baldosas del piso de porcelana.
— ¿Qué fue eso? —Se levanta alarmada la chica.
Dando un vistazo alrededor de la habitación, desplaza su mirada desde el hombre, hasta la taza en el piso. Al momento que ve su brazo en una posición diferente a la que se encontraba cuando llegó, une los puntos en su mente al instante.
— ¿Él puede moverse…? —Susurra, con evidente sorpresa, sin saber que este pudiese tener algún tipo de reacción.
En la esquina de la misma mesa, comprueba que se encuentra una pequeña campana. La cual se dispone a accionar en cuanto llega a su lado, lo que permite que está de una señal a todas las personas a los alrededores.
Casi como si de un arte de magia se tratase, varias personas entran con rapidez en la habitación, causando que ella sea completamente ignorada por todos. Proceden a asistir al hombre sobre la cama, importándoles muy poco haber interrumpido a la chica.
«¿En serio soy tan insignificante a los ojos de estas personas?», se pregunta con una pesadez en su interior «¡Claro que si Ava! ¿¡Acaso se te olvida en casa de quién te encuentras!?».
Ignora esa voz, a la vez que se aparta el tiempo necesario, mientras observa como los sirvientes revolotean alrededor de la cama con una mirada de miedo en sus rostros.
«¿Quién es este hombre, y como puede ser que una simple taza rota los haga alarmarse de esta manera?».
Ella comienza a dudar inmediatamente, comprendiendo que quizás el sitio donde ha venido que verse en la obligación de venir es más difícil de lo que aparenta. Sin obviar, que quizás las aguas turbulentas que se manejan en el interior de esta mansión son más profundas de lo que ella se imagina.
Ava se mantiene en la esquina de la habitación sin saber cuál debiese de ser su siguiente movimiento. Sigue en el vestido de cóctel que usó para su supuesta boda, una que parecía de todo menos una, a su parecer no parecía más que una reunión con las personas más importante del país. Nada diferente a una reunión de gala, con la diferencia de que ella tuvo que firmar un par de papeles, unos donde no conoce el contenido que hay en su interior.
«¿En qué te has metido? ¿Está realmente bien que me encuentre aquí? ¿No debería salir de una vez por todas?».
Las dudas siguen apareciendo en su mente, y aun así no es capaz de despertar de su estado. No hace falta decir, que la mujer que se encuentra en estos momentos siendo, es muy diferente a la que era en el pasado. Rota por completo, como una muñeca de porcelana vieja.
— ¿Qué haces todavía aquí? —Gruñe una de las mujeres en la habitación.
— ¿Como…?
— ¿Acaso eres sorda? Vete de una de aquí.
—Yo… —Ella aprieta con fuerza sus manos en forma de puño debido a la impotencia que siente.
—Mira niña, no creas que como te casaste con el señorito tienes poder aquí, no eres más que un títere. Así que recomiendo que sigas órdenes, sal de una vez de esta alcoba, si no quieres que usemos la fuerza para sacarte.
—Bien.
Reprime por completo la furia que siente por ser tratada como un objeto, permitiendo que una simple sirviente le dé órdenes. Pareciese como si el mundo hubiera dado un giro por completo, nunca se imaginó siendo mandada por una sirvienta a salir de lo que se supone que es la habitación que comparte con su esposo.
No es como si tuviese pensado compartir nada más que eso, pero, aun así, se siente muy mal. Por ser tratada de esa manera. Sigue su camino hacia el exterior, hasta que llega a un pasillo, dando un leve vistazo alrededor, termina por sentarse en una elegante silla al lado de la puerta.
«¿En serio este será mi futuro?».
(***)
Por otro lado, en el interior de la habitación, varios doctores se encuentran revisando el estado de Tyler. Mientras que las sirvientas comprueban que todo se encuentre en perfecto estado, a la vez que verifican que todo esté en su lugar.
— ¿Qué estaba creyendo la señora Hannah al permitir que esa chica entré a la habitación personal del señor Tyler?
— ¿Señora Hannah? —Inquiere una de las sirvientas.
— ¿Desde cuándo te tomas tantas atribuciones Eva? Ella es solo una pobre mujer, déjala, tranquilla. Además, que ella no ha hecho nada malo.
— ¿No te irrita su presencia?
—Ella no me ha hecho nada malo, así que mejor te mantienes al margen y te enfocas en lo tuyo. ¿Te quedo claro?
A esa mujer no le queda más que asentir levemente, causando que esa pequeña riña quede en el olvido. Posteriormente, proceden a acomodar todo como estaba, respirando aliviados al comprobar que el señor se encuentra en óptimas condiciones.
—Menos mal que no fue nada malo, solo Dios sabe lo que la señora sería capaz de hacernos, si algo malo le pasase al joven Tyler.
—Sí, ahora que todo se encuentra perfectamente. Deberíamos de avisarle, ¿No lo crees? —Conversan los doctores con calma, anotando sus pensamientos sobre la evolución del hombre en las tablas en sus manos.
—Opino lo mismo, vamos.
Ava fue trasladada a una habitación provisional, mientras que la señora Hannah se dirigía a la habitación de su amado nieto con más rapidez de lo que es capaz permitirle su caro bastón.
— ¿¡Porque no me llamaron inmediatamente!?
—Nosotros… —Se detienen de lo que sea que fueran a decir, al ver la mirada fulminante de la señora de edad.
— ¡No vuelvan a actuar a mis espaldas! —Exclama furiosa—. ¡Díganme de una vez que sucede!
Ellos proceden a comentarle sobre la evolución del joven amo, lo que le hace a ella tranquilizarse al instante, comprobando efectivamente al entrar que su amado Tyler se encuentra en perfectas condiciones. Sorprendida de ver que él despertó, desde el día del accidente no había dado ningún tipo de reacción.Eso la desconcertó demasiado, él siempre ha sido su amado nieto. Se ha encargado de darle siempre la mejor educación, además de consentirle en lo que más ha podido, lo que la tiene sumamente feliz, es que él no se convirtió en lo que la mayoría de sus amistades sí.Siempre ha sido un chico centrado, distante, lo que todos caracterizaban como un hombre frívolo, aunque para su abuela siempre fue todo lo contrario. Él no ha sido nunca el nieto amoroso que ella siempre quisiera haber tenido, pero, eso no ha impedido que se hayan olvidado mutuamente. Eso es más que suficiente para ella.— ¿Qué sucedió abuela? —Pregunta su nieto.Ella sale inmediatamente de sus recuerdos al escuchar la am
Al ver la reticencia en los jóvenes, no le quedo más que darles tiempo para que lo pensasen, pero, al ver como pasan los días y ellos aún se encuentran negándose a ilusión de tener un hijo. Uno por motivos diferentes a la chica, mientras que Ava, siempre quiso tener un pequeño, nunca supuso que lo tendría con un hombre que apenas acaba de conocer, mientras que el magnate nunca se imaginó siquiera tener uno.«¿Realmente tengo que interceder nuevamente para obtener la respuesta deseada?».Pasan un día más, sin la señora Hannah recibir la respuesta que más desea en estos momentos. Por lo que toma una rápida decisión, la cual está segura que será rápidamente aceptada, pero, una que no quería usar, ya que con esto el supuesto destino que ella misma se planteó no ocurrirá como ella espera.Toma inmediatamente la resolución que necesita en estos momentos, para dirigirse al cuarto provisional de la chica. Pensó que al darle la comodidad de un cuarto diferente al que debería poseer con su niet
—Entiendo… —La joven se queda reflexionando un par de segundos, para luego continuar:—. Solo tengo una condición.—La que quiera —Hannah oculta la emoción que surge en su interior, al ver como la chica acepta sin dudarlo más tiempo, lo que menos le preocupa es esa supuesta condición—, lo que sea que diga se lo puedo cumplir sin ningún tipo de inconveniente.—Por motivos personales, prefiero que la fecundación sea in vitro.—No hay ningún problema en eso. ¿Puedo tomar esto, con que está de acuerdo con lo que hablamos?—Efectivamente.Luego de esa pequeña conversación, la señora sale con tranquilidad, pero, al momento de salir, una sonrisa se manifiesta inmediatamente en su rostro. Emocionada por lograr lo que tanto a querido en mucho tiempo, y aunque no será lo que ella quería ni el modo. Cumplió con lo que se dispuso.—Muy bien, ahora es momento de poner todo en orden.(***)Harrison se encuentra paseándose con inquietud por todo su despacho, sintiendo, esperando noticias de esa famil
Ava aparta su mirada del móvil que tiene en sus manos; se encontraba testeándose con su amiga por medio de las redes sociales. Aunque Greece y ella, tienen personalidades completamente diferentes, aun así han sido capaces de encontrar su punto de unión, logrando crear una linda amistad.Sus personalidades difieren en que mientras la señorita Sigh siempre ha tenido el típico comportamiento de niña de familia rica, enfocada siempre en salir a divertirse o hacer compras, con las cuales llena su armario con tantas prendas que hace dudar de si realmente las usará en algún momento.A pesar de estos pequeños detalles, y aunque dista de parecer de que ellas realmente puedan tener algo en común. Eso no es punto culminante en su relación, ya que a diferencia de su entonces esposo, Greece siempre ha permanecido a su lado, como señal de apoyo y muestra de amor incondicional, como solo una verdadera amiga es capaz de transmitir.«¿Cuánto tiempo me toca pasar en este sitio?».La chica pasa su mirad
— ¡Carajo! ¿¡Donde mierda tienes la cabeza!? —Grita furioso al sentir la comida ensuciándole.—Yo… no fue mi intención, señor.— ¡Me tiene sin cuidado si lo fue, o no! ¡Puedes enfocar tus putos pensamientos en lo que realmente importa!—Señor, en serio…— ¡Limpia lo que acabas de ensuciar!Controlando las lágrimas que luchan por sobresalir de ella, procede a buscar una toalla con la que poder limpiarle. Encuentra una en el salón adyacente. La habitación cuenta con su puerta principal, la cual te guiará hacia una pequeña habitación, en la cual hay artículos de aseo personal, y un par de batas para que él se cambie, a través de ella se puede vislumbrar lo que hay en el interior de la siguiente.Eso es debido a la ventana que hay al lado de la puerta, que te encaminará hacia lo que vendría a ser la habitación principal, donde el magnate descansa.«Comprendo que me equivoque, pero eso no es motivo para que me trate así. Ese hombre dista mucho de ser una persona, es como si, en vez de algu
Una sonrisa aliviada aparece en su expresión inmediatamente al encontrarse actualmente llenando lo que es ahora su maleta para irse de una vez de esta maldita mansión.—No sabía que era tan fácil, de haberlo sabido con anterioridad. Hace mucho que hubiera buscado la manera de que Tyler perdiera el control de sí mismo.A pesar de todo lo que sobrevino sobre ella, no puede negar que aunque se vio obligada a este matrimonio, obligada por la protección de su madre. Hay un hecho relevante, y es que, la señora Hannah la ha tratado bien. Quitando el hecho de que prácticamente la obligo a practicarse ese procedimiento, no la ha tratado como un paria.Solo hay que ver la cantidad de vestido, y ropas varias que le ha regalado. No ha sido mala con ella.«He llegado a pensar que el hecho de tener una nieta le ha hecho pensar que todo puede ir de maravilla, es como si hubiese olvidado que todo fue obligado. Esa mujer es tan extraña, pero aun así no puedo negar que de cierta manera es buena persona
Cuando está por estirarse para tomar la taza de té en la mesa de noche, cambia de opinión inmediatamente. Presiona el interruptor a un lado de la cama, avisándoles a las criadas de la mansión que necesita algo inmediatamente.Él se da un leve vistazo por todo el cuerpo, con una mirada enigmática en su rostro. A la vez que siente una sonrisa indiferente surgir en sus labios, recordando claramente lo que le dijo el doctor sobre su verdadera situación actual.—Esto es apenas el comienzo, Ava, el bastardo de tu padre, se encuentra metros bajo tierra. Pero, tú no te escaparás de mis manos.Ava ignora en estos momentos los pensamientos de su esposo, sin saber que esté posiblemente sea el comienzo de su tortura. Lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas, mientras desempaca la maleta que vistió con tanta felicidad hace un par de minutos atrás.— ¿Señorita? —la voz desconocida le hace congelarse, cierra inmediatamente la maleta a la vez que se limpia con rapidez las mejillas humedecidas por
A medida que fue pasando el tiempo Ava se fue encerrando más en sí misma. Creándose ella misma una barrera a su alrededor, que era capaz de impedir que las palabras hirientes del que era actualmente su esposo no fuesen capaces de afectarla de ninguna manera. Al menos eso era lo que ella creía.—Ya es momento.La chica se levanta de su asiento, para luego acercarse hacia el mostrador del hospital al que se vio obligada a ir por la respectiva revisión que le toca cada cierta cantidad de tiempo.—Señorita Wright es su turno —se congela inmediatamente en su sitio al escuchar esa combinación.—Muchas gracias.A pesar del agradecimiento en su tono, su mente no puede dejar de evocar ese nuevo apellido al que tiene que acostumbrarse. Legalmente efectivamente se encuentra casada con ese hombre, por lo que debe adecuarse lo mas pronto posible a esos repentinos cambios.«Esto es tan difícil, ¿Que haré ahora? ¿Como puedo acostumbrarme a este repentino cambio? Pasé de ser una Thomas, para luego vo