Ava llega a su boda, una a la que se vio obligada, por el único hombre que ha amado; su esposo. A pesar de que se encontraba rodeada por lujos, una estancia muy agradable, con flores en cada rincón del lugar, ella no sentía ahí, lo que perduraba en su mente era la reciente perdida de su padre en aquel accidente y su madre prácticamente convertida en un zombi.
Esa hermosa familia de la que se jactó en el pasado se vio destruida, con la noticia de su padre. Posteriormente, no obstante a eso, el que fue el amor de su vida, o al menos eso imaginaba, se transformó por completo, pasando de ser ese hombre de ensueño a un ogro, uno que la mantenía encerrada en su casa familiar.
Cualquiera que le prestará la debida atención podría comprobar que su mirada se encontraba perdida, como un cascarón sin vida, sus ojos se encontraban vacíos, como si su alma hubiese escapado de su cuerpo.
— ¿Ese no es…? —Cualquier rastrojo de felicidad se ve opacada por la entrada de su esposo—. ¿Quién es esa mujer?
No puede evitar preguntarse, siendo atacada por los celos de tan solo ver al que era hace apenas un mes su esposo, está siendo acompañado de una mujer desconocida para ella. Junto a eso, viene la inseguridad, y con ello un odio por haber sido reemplazada tan rápido.
Antes de que otro pensamiento pudiese surgir en su mente, su mirada se ve atrapada por la presencia repentina de un grupo de personas que entran en el sitio. Unas que no conoce en lo más mínimo, pero, sin necesidad de sobre analizar las cosas, no le toma mucho tiempo darse cuenta de sus identidades.
El momento de su entrada causo que toda la clase alta reunida en el sitio se alarmará. Harrison se acerca con rapidez a su ex.
—Pórtate bien, si sabes lo que te conviene, ahora vas a conocer a la familia de futuro esposo, es mejor que te comportes niña.
Ella aún se encuentra aturdida por el repentino cambia de su antes esposo, él se aprovecha de su falta de respuesta para guiarla hacia los recién llegados. Es increíble como ese hombre no dudo, es dar a su propio esposa a fin de obtener beneficios, la alegría de haber recibido la noticia de que su compensación había sido aceptada en innegable.
— ¿Esta es la chica, no es así? —Pregunta con frialdad la señora Hannah; la abuela de Tyler.
—Eso es correcto.
Ella se mantiene observando los rasgos de la chica, para luego dirigirle un pequeño asentimiento. Dando el visto bueno, lo que hace que Harrison pueda liberar la presión que sentía en su interior, sin saber si ella aceptaría por completo a Ava.
La chica se encuentra completamente abrumada, a la vez que se siente usada. Es casi como si la vieran como un objeto, uno que no dudarán en darle de baja cuando sea el momento, lo que la llena de odio interno, uno que no puede expresar abiertamente.
«¿Por qué me tiene que estar pasando esto a mí? ¿Cómo es posible que todo haya llegado hasta este punto?».
Lo peor de todo es que ni siquiera pudo tenerle el respectivo luto a su padre, eso es lo que tiene mal, porque no pudo guardarle respeto a esa persona que la estuvo apoyando desde el principio. Cumpliendo con todo lo que podía como padre.
Por como si no fuese poco, su madre, esa que siempre fue su pilar, se encuentra en un estado de ebriedad casi la totalidad del tiempo. Lo que la llena de mucho pesar, puesto que ya no queda ni la sombra de lo que fue en algún momento su mamá.
«¿Este es realmente mi destino? ¿Terminaré siendo el títere de estas personas?».
Mientras ellos se encuentran hablando sobre detalles que le tienen sin cuidado, ella se mantiene enfocada en los lindos recuerdos que genero al lado de su padre. Mentalizada en olvidar todo lo pasado con su ahora ex, en el momento que él mostró su verdadera cara, ella se enfocó en olvidarlo.
Esto dista mucho de ser una boda, el hombre que vendría a ser su futuro esposo no apareció en ningún momento. Lo que la mayoría de las personas veían como normal, para ella es todo lo contrario, se acerca mucho tiempo después al estrado con unos papeles frente a su rostro.
—Puede firmar aquí, señorita.
Asiente con una sonrisa triste en su rostro, siendo guiada por un extraño, a posar su firma en una línea en blanco. Sin importarle en lo más mínimo lo que estipula lo demás, solo sabe que quiere irse rápidamente de esa sala, y quitarse el ridículo vestido que trae puesto.
— ¿Qué tú sucede, niña? —Inquiere Harrison con una sonrisa falsa en su rostro—. ¿Ya no hablamos sobre esto?
—Me importa un comino lo que hayamos hablado, sabes que no quiero estar aquí.
—Pues te aguantas, porque en estos momentos tú no tienes ni voz ni voto en este momento.
—No puedes hacerme esto, ¿Dónde quedo todo lo que vivimos Thomas?
— ¿Todo lo que vivimos? —Su rostro se mantiene estoico, con una sonrisa fría adornando sus facciones—. No me hagas reír, todo no fue más que un juego.
— ¿Juego…? —Murmura, sintiendo como su interior se rompe más de lo que ya lo estaba.
—Claro, de otra manera. ¿Cómo crees tú que iba a estar tanto tiempo contigo?
—No, es imposible. Solo estás cegado en estos momentos, es eso.
—Ava, puede engañarte todo lo que quieras. Yo nunca quise estar contigo, solo me encapriché por lo que podrías suministrarme, y ahora que lo tengo.
— ¿Cómo puedes decir eso con tanta tranquilidad? —Sus ojos se humedecen al escuchar todo lo que le dice.
— ¿Qué tiene de malo en decir la verdad? ¿No es esto lo que querías saber? Sabes perfectamente que estoy siendo condescendiente al decirte la realidad de todo.
Él se va sin más, como si hubiese dicho algo completamente normal. Sin importarle en lo más mínimo, haber roto por completo a una persona, esa que se encontraba profundamente enamorada de ese déspota. Uno que solo persiguió los beneficios que ella podía brindarle.
Hay algo gritando en el interior de ella diciéndole que haga algo, que se levante. Lamentablemente, su estado actual le impide tomar la decisión más sabía.
Tiempo después es guiada por los desconocidos que llegaron antes, se montan en un auto desconocido para ella, en el camino no puede dejar de preguntarse que estará haciendo su madre. Deseando que al menos se encuentre bien alimentado, ya que ella comprende aún en su estado, que tardará mucho en poder verla.
— ¿En serio solo estabas detrás de eso…? —Susurra para sí misma.
Los hombres giran a verla con una mirada extraña, ella es inconsciente de las miradas preocupadas de quienes la acompañan. A pesar de haber sido contratados para cuidar de ella, y llevarla hacia su destino, no pueden sino sentirse muy mal por lo que ven.
Una mujer que parece haber perdido la esperanza, tristemente ellos son solo extras que no tienen ni voz ni voto en estos momentos.
No tardan mucho tiempo en llegar a la mansión, Ava ni siquiera presta atención en el sitio. Solo se ve obligada a llegar a una alcoba muy diferente a la suya. Lo primero que ve al entrar es una amplia cama de dosel en tonos azules, y en la misma se encuentra un hombre.
Al momento que su vista se encuentra con el hombre acostado en ella, se vuelve a derrumbar en llanto.
— ¿Por qué? ¿Por qué me pasas esto? —Repite una cantidad absurda de veces—. Papi, ¿En serio tuviste que irte de esa manera? —Sus lágrimas comienzan a bajar por todo su rostro, al sentir la calidez de las mismas estás comienzan a fluir con mayor rapidez—, no quiero este destino. ¿En dónde dice que tengo que sufrir de esta manera?
Se levanta después de mucho tiempo sin ayuda, estando sola. Rodeada del silencio de la alcoba, con un hombre que desconoce, está tan perdida en su dolor, que no se da cuenta de lo atractivo que es su ahora compañero. Ava se encuentra indiferente a los hermosos rasgos de ese hombre, sobre todo a esa mirada achocolatada que no puede ver.
—Tengo que huir, no puedo permitir que alguien más decida por mí. Es mi vida, yo debería ser la que decida lo que pasará, no un par de desconocidos que lo único que parecen querer es destruirme.
Toma fuerzas de donde no sabía que tenía, tristemente no llega muy lejos. Porque en cuanto toma esa decisión, cierta escena surge en su mente, y esa es la de su mamá, esa que se encuentra cautiva por ese degenerado que ella creía amar.
—No puedo, si él cumple sus amenazas, no podré soportarlo más. Tuve suficiente con mi papá, como ahora perder también a mi mamá.
El movimiento repentino en la habitación, hizo que Tyler se despertase abruptamente, a pesar de la oscuridad. Lo único que reverbera en sus oídos es el llanto de una mujer desconocida para él, lo que vuelve inmediatamente irritable sin siquiera poder evitarlo.
«¿De dónde proviene ese ruido?», es el primer pensamiento que surge en su mente «¿Qué hago aquí?».
Él reconoce al instante su habitación, pero, este no se enfoca tanto en eso. Solo sabe que se encuentra molesto por la presencia desconocida en su alcoba.
Debido a que Tyler se encontraba gravemente herido, no era capaz de moverse como podía hacer en el pasado, por lo que le era imposible para él el levantarse de su cama. Con base en esa dificultad de movimiento, se le hacía difícil estirarse como quisiera para avisarle a su compañera de su estado.Solo se mantuvo en su posición mirando a Ava, si ninguna expresión en su rostro, a la vez que se mantiene obviamente intrigado por la presencia de esta chica en su habitación. Ella lo había despertado sin darse cuenta, pensando que debido a su estado no podría haber nada que podría hacer para causar que este se despertase. Se equivocó completamente.No le quedaba más que escuchar vagamente el sonido de los sollozos de la mujer, la cual permanecía aún con su rostro hundido entre sus brazos, llorando sin fin a obvia vista.«¡Mierda! ¿Ahora como hago para detener a esta mujer de hacer esos sonidos vergonzosos?», comienza a meditar en su mente sin encontrar respuesta alguna.Él, ignorando las cor
Ellos proceden a comentarle sobre la evolución del joven amo, lo que le hace a ella tranquilizarse al instante, comprobando efectivamente al entrar que su amado Tyler se encuentra en perfectas condiciones. Sorprendida de ver que él despertó, desde el día del accidente no había dado ningún tipo de reacción.Eso la desconcertó demasiado, él siempre ha sido su amado nieto. Se ha encargado de darle siempre la mejor educación, además de consentirle en lo que más ha podido, lo que la tiene sumamente feliz, es que él no se convirtió en lo que la mayoría de sus amistades sí.Siempre ha sido un chico centrado, distante, lo que todos caracterizaban como un hombre frívolo, aunque para su abuela siempre fue todo lo contrario. Él no ha sido nunca el nieto amoroso que ella siempre quisiera haber tenido, pero, eso no ha impedido que se hayan olvidado mutuamente. Eso es más que suficiente para ella.— ¿Qué sucedió abuela? —Pregunta su nieto.Ella sale inmediatamente de sus recuerdos al escuchar la am
Al ver la reticencia en los jóvenes, no le quedo más que darles tiempo para que lo pensasen, pero, al ver como pasan los días y ellos aún se encuentran negándose a ilusión de tener un hijo. Uno por motivos diferentes a la chica, mientras que Ava, siempre quiso tener un pequeño, nunca supuso que lo tendría con un hombre que apenas acaba de conocer, mientras que el magnate nunca se imaginó siquiera tener uno.«¿Realmente tengo que interceder nuevamente para obtener la respuesta deseada?».Pasan un día más, sin la señora Hannah recibir la respuesta que más desea en estos momentos. Por lo que toma una rápida decisión, la cual está segura que será rápidamente aceptada, pero, una que no quería usar, ya que con esto el supuesto destino que ella misma se planteó no ocurrirá como ella espera.Toma inmediatamente la resolución que necesita en estos momentos, para dirigirse al cuarto provisional de la chica. Pensó que al darle la comodidad de un cuarto diferente al que debería poseer con su niet
—Entiendo… —La joven se queda reflexionando un par de segundos, para luego continuar:—. Solo tengo una condición.—La que quiera —Hannah oculta la emoción que surge en su interior, al ver como la chica acepta sin dudarlo más tiempo, lo que menos le preocupa es esa supuesta condición—, lo que sea que diga se lo puedo cumplir sin ningún tipo de inconveniente.—Por motivos personales, prefiero que la fecundación sea in vitro.—No hay ningún problema en eso. ¿Puedo tomar esto, con que está de acuerdo con lo que hablamos?—Efectivamente.Luego de esa pequeña conversación, la señora sale con tranquilidad, pero, al momento de salir, una sonrisa se manifiesta inmediatamente en su rostro. Emocionada por lograr lo que tanto a querido en mucho tiempo, y aunque no será lo que ella quería ni el modo. Cumplió con lo que se dispuso.—Muy bien, ahora es momento de poner todo en orden.(***)Harrison se encuentra paseándose con inquietud por todo su despacho, sintiendo, esperando noticias de esa famil
Ava aparta su mirada del móvil que tiene en sus manos; se encontraba testeándose con su amiga por medio de las redes sociales. Aunque Greece y ella, tienen personalidades completamente diferentes, aun así han sido capaces de encontrar su punto de unión, logrando crear una linda amistad.Sus personalidades difieren en que mientras la señorita Sigh siempre ha tenido el típico comportamiento de niña de familia rica, enfocada siempre en salir a divertirse o hacer compras, con las cuales llena su armario con tantas prendas que hace dudar de si realmente las usará en algún momento.A pesar de estos pequeños detalles, y aunque dista de parecer de que ellas realmente puedan tener algo en común. Eso no es punto culminante en su relación, ya que a diferencia de su entonces esposo, Greece siempre ha permanecido a su lado, como señal de apoyo y muestra de amor incondicional, como solo una verdadera amiga es capaz de transmitir.«¿Cuánto tiempo me toca pasar en este sitio?».La chica pasa su mirad
— ¡Carajo! ¿¡Donde mierda tienes la cabeza!? —Grita furioso al sentir la comida ensuciándole.—Yo… no fue mi intención, señor.— ¡Me tiene sin cuidado si lo fue, o no! ¡Puedes enfocar tus putos pensamientos en lo que realmente importa!—Señor, en serio…— ¡Limpia lo que acabas de ensuciar!Controlando las lágrimas que luchan por sobresalir de ella, procede a buscar una toalla con la que poder limpiarle. Encuentra una en el salón adyacente. La habitación cuenta con su puerta principal, la cual te guiará hacia una pequeña habitación, en la cual hay artículos de aseo personal, y un par de batas para que él se cambie, a través de ella se puede vislumbrar lo que hay en el interior de la siguiente.Eso es debido a la ventana que hay al lado de la puerta, que te encaminará hacia lo que vendría a ser la habitación principal, donde el magnate descansa.«Comprendo que me equivoque, pero eso no es motivo para que me trate así. Ese hombre dista mucho de ser una persona, es como si, en vez de algu
Una sonrisa aliviada aparece en su expresión inmediatamente al encontrarse actualmente llenando lo que es ahora su maleta para irse de una vez de esta maldita mansión.—No sabía que era tan fácil, de haberlo sabido con anterioridad. Hace mucho que hubiera buscado la manera de que Tyler perdiera el control de sí mismo.A pesar de todo lo que sobrevino sobre ella, no puede negar que aunque se vio obligada a este matrimonio, obligada por la protección de su madre. Hay un hecho relevante, y es que, la señora Hannah la ha tratado bien. Quitando el hecho de que prácticamente la obligo a practicarse ese procedimiento, no la ha tratado como un paria.Solo hay que ver la cantidad de vestido, y ropas varias que le ha regalado. No ha sido mala con ella.«He llegado a pensar que el hecho de tener una nieta le ha hecho pensar que todo puede ir de maravilla, es como si hubiese olvidado que todo fue obligado. Esa mujer es tan extraña, pero aun así no puedo negar que de cierta manera es buena persona
Cuando está por estirarse para tomar la taza de té en la mesa de noche, cambia de opinión inmediatamente. Presiona el interruptor a un lado de la cama, avisándoles a las criadas de la mansión que necesita algo inmediatamente.Él se da un leve vistazo por todo el cuerpo, con una mirada enigmática en su rostro. A la vez que siente una sonrisa indiferente surgir en sus labios, recordando claramente lo que le dijo el doctor sobre su verdadera situación actual.—Esto es apenas el comienzo, Ava, el bastardo de tu padre, se encuentra metros bajo tierra. Pero, tú no te escaparás de mis manos.Ava ignora en estos momentos los pensamientos de su esposo, sin saber que esté posiblemente sea el comienzo de su tortura. Lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas, mientras desempaca la maleta que vistió con tanta felicidad hace un par de minutos atrás.— ¿Señorita? —la voz desconocida le hace congelarse, cierra inmediatamente la maleta a la vez que se limpia con rapidez las mejillas humedecidas por