Capítulo 68 – ¿Por qué yo?

Izan:

Poder tener otra vez a Brenda entre mis brazos, me llenaba de felicidad, una felicidad que nunca hubiera podido imaginar que me brindaría una mujer. Toda mi vida he sido un egoísta ególatra cuando de mujeres se trata. Nunca dejé que ninguna se acercara lo suficiente como para que me interesara ni para yo interesarle. Pero con Brenda era diferente, con ella sentía la necesidad de abrirme, de dejar que me conociera, hasta mi lado más vulnerable, era imperioso tenerla a mi lado. Esta chiquilla se había colado en mi corazón de una manera inimaginable para mí antes, pasó a ser mi vida y a que todo mi mundo girara entono a ella y solo a ella. Cuando me preguntó temerosa de mi respuesta:

– ¿Tú me amas Izan?

– Yo te adoro Brenda, te has metido bajo mi piel, vives en mí, no puedo quitarte ni un segundo de mi mente, no he podido tocar a otra mujer desde que te toqué a ti, solo pienso en meterme dentro tuyo y quedarme allí para siempre, abrazados mientras te digo