El Secreto Del Magnate
El Secreto Del Magnate
Por: MilaWriter
1. El Engaño

— ¡Dael date prisa!, pronto llegará el imbécil de mi esposo y no quiero que me encuentre en esta situación— Decía la mujer dentro de la habitación que compartía con su esposo.

Ethan estaba afuera y apretaba fuertemente sus manos, hoy que había estado dispuesto a decirle la verdad a su esposa y llenarla de lujos y gloria se estaba dando cuenta que no era más que una burla para ella.

— Que importa si llega ese don nadie, acaso es capaz de meterse conmigo y mi familia, más bien le tocará arrastrarse como el perro que es.— Ethan soltó una burla suave, sus ojos se volvieron más negros y sus labios se apretaron.

Realizó una llamada a su abogado para que redactara el acuerdo de divorcio. No quería estar más relacionado con esta clase de personas.

Sin más el hombre pateó la puerta, las dos personas dentro de la habitación se quedaron sorprendidas cuando lo vieron.

— Dahia ¿Por qué me haces esto? — La voz de Ethan temblaba de impotencia, pero la mujer lo tomo como si su esposo fuera un cobarde, al principio el miedo se reflejó en sus ojos, después soltó una risa.

—¿Sabes quién es? ¡Dael Jones, el joven hijo de la familia Jones! Para ser sincera, hemos estado juntos en secreto durante mucho tiempo. Si no fuera porque mi abuelo no nos permitió divorciarnos, ¡te habría echado de casa hace mucho tiempo! —Una mirada burlona brilló en los ojos de Dahia.

— Ethan, la verdad estoy cansada de esta vida de miseria que me das, además ya no soportó estar ni un minuto más contigo, no te puedes comprar ni una cuarta parte con Dael Jones. Su familia tiene dinero, prestigio y poder, me ha dado más en estos meses que estos dos patéticos años casados contigo— Ethan solo podía ver como la mujer que decía amarlo lo trataba con tanto asco y como se burlaba de él.

— Es mejor que te divorcies de él lo antes posible si quieres continuar tu relación conmigo Dahia, no voy a soportar ser el segundo por mucho tiempo— Dijo Dael mientras terminaba de abotonar su camisa, tomaba su chaqueta y le daba un beso frente a Ethan. Sin más salió de la habitación dándole una tarjeta platino a la mujer, quien lo vio con un brillo en sus ojos.

Ethan Solo pudo apretar fuertemente sus manos y dejó salir al hombre, la verdad no quería perder su tiempo en una basura como lo eran estas dos personas.

— ¿Entonces Dahia esto es lo que significó para ti? Está bien, no te preocupes en la tarde enviaré los documentos de Divorcio, espero que no te arrepientas de la decisión que estás tomando Dahia.

—¿Arrepentirme?— Dijo con cierta burla La mujer. —No habrá nada por lo cual me tenga que arrepentir, más de haber estado casada contigo, espero que cuando nos volvamos a ver no tengas que dirigirme la palabra, la verdad nunca vas a poder estar ni a mi nivel ni al de los Jones. Espero que envíes los papeles cuanto antes, no hay dudas de que pronto seré la señora Jones. Ya no tendré que vivir en esta pocilga de casa.

Ethan solo le dio una última mirada a la mujer que continuaba semidesnuda en la casa y no dijo más nada, volvió sobre sus pies y se fue hacia la puerta, luego salió y subió a su auto destartalado, el cual usaba al llegar a su casa para no despertar las sospechas de su ahora futura exesposa.

La verdad no se sentía tan decepcionado como al principio pensó que estaría, aunque quería a su esposa, no logro llegar a amarla, pues está, siempre lo había tratado como si no le importará y ahora entendía el porqué, lo que no sabía es ¿por qué se había casado con él?

La verdad no tenía tiempo para pensar él eso y piso el acelerado, al ir a la oficina sus pensamientos fueron más claros y no le siguió dando más importancia, pero de algo estaba muy seguro, Dahia pagaría la humillación que le hizo, todos en la ciudad ahora conocerían al verdadero heredero de los Smith.

Cuando Ethan volvió a su oficina, su secretaria, quien ya se estaba preparando para salir, lo vio entrar a su oficina dando un portazo, la pobre mujer ahora no sabía qué hacer, si quedarse o irse a su hogar.

Tomo valor y fue a tocar la puerta de sí jefe quien la dejo pasar.

—Señor Smith se le ofrece algo antes de irme a mi hogar.— la pobre mujer vio la irá en los ojos de su jefe cuando la volteó a ver.

Claro, Ethan no podía desquitar su furia con nadie de su empresa y menos con la menuda mujer que observaba con miedo en sus ojos.

— No pasa Nada puede retirarse— Sin decir más la mujer cerro la puerta y se fue corriendo lo más rápido que pudo, no quería ser la persona en la que su jefe descargará su furia.

Pasados Una hora su abogado y amigo llego a su despacho.

— Llego por quien llorabas mi rico Bombón blanco— Ethan siempre le había sido graciosa la forma en la que su amigo lo trataba, pues ellos se conocían desde hace años y justamente fue el quién le dio la idea de que se hiciera pasar por pobre ante Dahia, pues no quería que las mujeres se enteran de quien era en realidad.

El joven quería una relación con una chica que de verdad lo amará de verdad y no por la cantidad que ceros que había en su cuenta bancaria.

—¿Ahora que paso con Dahia? ¿Por qué me pediste los papeles con tanta prisa?— pregunto Niko Nokavo un ruso de impotente cuerpo y gran tamaño.

— Esa Perra se atrevió a engañarme en mi propia cama con el imbécil de Dael Jones, ha también quiero que canceles toda clase de cooperación con los Jones, ya que ellos lo pidieron, les voy a dar el gusto de quedar en la quiebra y todo gracias a su adorado hijo.

La sonrisa que Niko hizo le dijo que iba a disfrutar todo este show.

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