"Es mucho más fácil gritar a los cuatro vientos que estoy bien, que convencer a alguien de eso.
Es mucho más fácil escribir en un papel o hacer publicaciones de felicidad, que borrar la tristeza de una sonrisa.Es más fácil vivir en sintonía con el mundo exterior que con el caos de su interior.Es más sensato hacerse el fuerte que verse desmoronarse.En la boca de la gente, eres perfecto. En la visión de la gente, no tienes defectos, eres todo recto y tierno, cuando, en realidad, vives tu propio infierno.Es tan fácil fingir que eres fuerte, y cuando te despiertas, eres un desastre.Es tan simple tratar de ser la perfección sin la imaginación de lo que es ser perfecto.La vid"Ignorante no es aquel sin instrucción, es aquel que no se conoce a sí mismo."KrisnamurtiLa iglesia estaba llena. No, que en las otras misas no estuviera llena; pero creo que los comentarios acerca de lo que yo había hecho en la anterior, causaron cierta curiosidad. Oí un murmullo, al subir al altar solo con el cuello clerical, sin la tradicional sotana. Llevaba solo unos jeans, una camisa blanca de mangas cortas; al final, hacía un poco de calor, para el horario; y el cuello clerical, que indicaba que yo era el cura. Pedí a los fieles que cerraran sus ojos. Comenzaríamos la Misa conversando con Dios. Sin ceremonias, sin los ritos habituales, solo cada uno de nosotros y Dios. Después de unos minutos, tan pronto como terminé mi conversación con Dios, donde le pedí que me guiara por aquel claustro y me ayudara a conseg
"No esperes a una crisis, para descubrir lo que es importante en tu vida."PlatónMe quedé dormido. Mi cuerpo estaba exhausto, y mi mente, aún más.Me desperté con golpes en la puerta de mi habitación. Eran las seis de la mañana. Había dormido mucho más de lo habitual. Solía levantarme a las tres y media todos los días. La Misa no se celebraría hasta las seis de la tarde, y eso me permitió descansar sin el compromiso matutino martillando mi cabeza. Me levanté a atender los golpes, que se repetían insistentemente. Abrí la puerta y, por la rendija, pude ver a Magdalena, un tanto inquieta. Le hice señas con la mano para que entrara y se sentara, mientras yo realizaba mi higiene matutina. Mientras me lavaba la cara y me cepillaba los dientes, sentí un buen olor, de café fres
"Los diseñadores hacen canales, los arqueros Airam flechas, los artesanos modelan la madera y la arcilla, el hombre sabio se modela a sí mismo".Buda Gautama Sakyamuni.Sin una buena excusa para poner a alguien en mi lugar, no sería tan sencillo salir de Compostela. A pesar de que había más sacerdotes en el Santuario, el responsable de las misas principales, era yo. Alegar problemas familiares sería una buena idea. Mi padre y mi madre ya se habían ido, pero aún tenía a mis hermanos y sobrinos. Escribí una carta a la archidiócesis explicando mi ausencia durante la próxima semana. Esperaría la respuesta y el nombre del sacerdote que me reemplazaría. Mientras aguardaba, intentamos estudiar al máximo todas las posibilidades con las que podríamos encontrarnos. Iríamos los tres: Magdalena,
"Lo que Dios quiere son nuestros corazones, y no las ceremonias, ya que con ellas la fe en Él perece. Si queremos buscar a Dios, debemos buscarlo dentro de nosotros mismos, pues fuera de nosotros, jamás lo encontraremos".ParacelsoDebíamos darnos prisa. Solo teníamos unos días más, antes de que yo volviera a mi puesto de Párroco de Compostela. El mismo día, arreglamos los pasajes de regreso, pero esta vez, nuestro destino era Sevilla. Magdalena estaba muy callada, apenas me hablaba. No estaba seguro de los sentimientos que ella albergaba, detrás de aquel silencio sepulcral, pero temía. Traté de respetar al máximo su momento de introspección, pidiendo a Dios que, si era de su voluntad, Magdalena recobrara la razón y me viera solo como un sacerdote; pero, más que a ella, esa petición se remi
"No siempre soy una flor. A veces la espina me define mucho mejor. Pero sólo pincho los dedos de quien cree que me tiene en las manos."Clarice LispectorAún quedaban tres días para mi regreso a Compostela, donde retomaría el sacerdocio. Necesitábamos actuar rápidamente. Hace dos noches que no dormíamos. Parecíamos zombis. Luchábamos para que nuestros ojos se mantuvieran abiertos. ¡Necesitábamos descifrar ese Códice! Cada vez que miraba hacia el horizonte, veía la lucha más feroz y cada vez más cercana al plano terreno. Ángeles y demonios parecían cada vez más voraces, cada cual en su convicción ciega de estar haciendo lo mejor para las almas, que eran prácticamente desgarradas por la mitad... Es casi imposible imaginar algo etéreo siendo desgarrado,
"Si internamente, no modificamos nada, externamente, la vida continúa con sus dificultades. En primer lugar, debemos convertirnos en nuestros propios dueños. Mientras alguien no sepa gobernarse a sí mismo, tampoco sabremos gobernar las difíciles circunstancias de la existencia.".Samael Aun Weor.Mientras intentaba una llamada a los arzobispos responsables de mi parroquia, mil disculpas pasaron por mi cabeza. No podría, de ninguna manera, revelar el verdadero motivo de estar necesitando de una semana más de licencia. Con el aparato telefónico en las manos, pensé en cómo las mentiras tan afamadas por sus falsedades y manipulaciones pueden ser útiles al ser humano de vez en cuando. Eso me recordaba a cuestionar bien y mal. ¿Hasta qué punto estaban unidos, para que descubriéramos quiénes somos realmente? Las ment
"El amor es el sumo de la sabiduría"."La sabiduría debe ser transmutada en amor, y el amor se transmuta en felicidad. Los gérmenes de sabiduría se transmutan en flores de amor.El intelecto no puede dar felicidad.Los autores se contradicen en sus obras. El pobre lector tiene que beber del cáliz amargo de dudas.La duda engendra confusión y locura. Fausto, después de convertirse en ceniza, en el polvo de su biblioteca, exclama: todo lo que estudié con ansia viva, todo lo estudié con el deseo loco, y hoy, pobre loco infeliz, ¿qué es lo que sé? Lo mismo que sabía: ¡Sólo pude aprender que nada sé!El intelectualismo trae neurastenia y daños en el sistema nervioso cerebro-espinal.
"Es más fácil evaluar el espíritu de cualquier persona por sus preguntas que por sus respuestas."John LockeVolver al Claustro sería la única manera de encontrar a la Gacela. El seudónimo era muy apropiado, ya que este animal corre a gran velocidad, haciendo casi imposible que los depredadores lo capturen. Así era esa mujer, como una gacela. Graciosa, al punto de hacer que Castañeda se perdiera en sus encantos; y ligera, para escapar de las consecuencias de sus actos. ¿Sería ella la cabeza de todo? Lo que me intrigaba era el hecho de que, en mi última visita al Claustro, vi a un hombre en aquella antigua capilla, comandando aquella especie de ceremonia. Estaba caminando por los pasillos de ese lugar aterrador. Atraparla era la única forma de descubrir, con certeza, qué ritos fueron usados, para que