"Lo que Dios quiere son nuestros corazones, y no las ceremonias, ya que con ellas la fe en Él perece. Si queremos buscar a Dios, debemos buscarlo dentro de nosotros mismos, pues fuera de nosotros, jamás lo encontraremos".
ParacelsoDebíamos darnos prisa. Solo teníamos unos días más, antes de que yo volviera a mi puesto de Párroco de Compostela.
El mismo día, arreglamos los pasajes de regreso, pero esta vez, nuestro destino era Sevilla. Magdalena estaba muy callada, apenas me hablaba. No estaba seguro de los sentimientos que ella albergaba, detrás de aquel silencio sepulcral, pero temía. Traté de respetar al máximo su momento de introspección, pidiendo a Dios que, si era de su voluntad, Magdalena recobrara la razón y me viera solo como un sacerdote; pero, más que a ella, esa petición se remi"No siempre soy una flor. A veces la espina me define mucho mejor. Pero sólo pincho los dedos de quien cree que me tiene en las manos."Clarice LispectorAún quedaban tres días para mi regreso a Compostela, donde retomaría el sacerdocio. Necesitábamos actuar rápidamente. Hace dos noches que no dormíamos. Parecíamos zombis. Luchábamos para que nuestros ojos se mantuvieran abiertos. ¡Necesitábamos descifrar ese Códice! Cada vez que miraba hacia el horizonte, veía la lucha más feroz y cada vez más cercana al plano terreno. Ángeles y demonios parecían cada vez más voraces, cada cual en su convicción ciega de estar haciendo lo mejor para las almas, que eran prácticamente desgarradas por la mitad... Es casi imposible imaginar algo etéreo siendo desgarrado,
"Si internamente, no modificamos nada, externamente, la vida continúa con sus dificultades. En primer lugar, debemos convertirnos en nuestros propios dueños. Mientras alguien no sepa gobernarse a sí mismo, tampoco sabremos gobernar las difíciles circunstancias de la existencia.".Samael Aun Weor.Mientras intentaba una llamada a los arzobispos responsables de mi parroquia, mil disculpas pasaron por mi cabeza. No podría, de ninguna manera, revelar el verdadero motivo de estar necesitando de una semana más de licencia. Con el aparato telefónico en las manos, pensé en cómo las mentiras tan afamadas por sus falsedades y manipulaciones pueden ser útiles al ser humano de vez en cuando. Eso me recordaba a cuestionar bien y mal. ¿Hasta qué punto estaban unidos, para que descubriéramos quiénes somos realmente? Las ment
"El amor es el sumo de la sabiduría"."La sabiduría debe ser transmutada en amor, y el amor se transmuta en felicidad. Los gérmenes de sabiduría se transmutan en flores de amor.El intelecto no puede dar felicidad.Los autores se contradicen en sus obras. El pobre lector tiene que beber del cáliz amargo de dudas.La duda engendra confusión y locura. Fausto, después de convertirse en ceniza, en el polvo de su biblioteca, exclama: todo lo que estudié con ansia viva, todo lo estudié con el deseo loco, y hoy, pobre loco infeliz, ¿qué es lo que sé? Lo mismo que sabía: ¡Sólo pude aprender que nada sé!El intelectualismo trae neurastenia y daños en el sistema nervioso cerebro-espinal.
"Es más fácil evaluar el espíritu de cualquier persona por sus preguntas que por sus respuestas."John LockeVolver al Claustro sería la única manera de encontrar a la Gacela. El seudónimo era muy apropiado, ya que este animal corre a gran velocidad, haciendo casi imposible que los depredadores lo capturen. Así era esa mujer, como una gacela. Graciosa, al punto de hacer que Castañeda se perdiera en sus encantos; y ligera, para escapar de las consecuencias de sus actos. ¿Sería ella la cabeza de todo? Lo que me intrigaba era el hecho de que, en mi última visita al Claustro, vi a un hombre en aquella antigua capilla, comandando aquella especie de ceremonia. Estaba caminando por los pasillos de ese lugar aterrador. Atraparla era la única forma de descubrir, con certeza, qué ritos fueron usados, para que
"Las grandes inteligencias, cuyas voluntades se equilibran, apenas se asemejan a los cometas, que son soles abortados".Eliphas LeviSalí de la cabaña. Necesitaba respirar. Sentía que todos esos informes recién comenzaban. Había mucho más que reportar por Sophia. Encendí un cigarrillo, y en bocanadas pausadas, observaba el horizonte, ahora, en un tono más púrpura. La gran batalla era más feroz. Pocas almas se veían. Eran ángeles y demonios, que se peleaban... ¡Era increíble y aterrador presenciar el poder que tenían! Era una energía indescriptible, que partía de sus cuerpos etéreos. Era una demostración de cuánto poder cargaban. El mal y el bien eran poderosos, cada uno a su manera y en equivalencia. Sophia había dicho que todo el Universo est&a
"Debemos analizar nuestros errores y eliminar esos elementos psíquicos que los ocasionan. Esa es la gran batalla de la que habla la Biblia.La gran batalla final. esa es dentro de nosotros. esa batalla no se realiza fuera, como creen, sino aquí dentro de nosotros".RabolúLas pocas horas que quedaban para que el día amaneciera, pasé en claro. Mis ojos abiertos observaban el techo de madera rústica, y mis pensamientos agitados no me permitían descansar. Mi padre era Castañeda. Mi hermano, el hombre con poder para modificar toda la estructura de un planeta. Mi madre... ¿Mi madre, una puta? ¡Jesús! Sabía que juzgar era el primer paso para la condenación de nuestras propias almas, pero era demasiado difícil... Conocí el carácter de mi madre. ¿Por qué
"El cuerpo humano es el carruaje; yo, el hombre que la conduce; los pensamientos, las riendas; los sentimientos son los caballos".PlatónCaminé algunos kilómetros, buscando librar mi mente de todo lo que la atormentaba. Mi carga era pesada. Sentía en mi espalda el peso de un mundo y todos sus habitantes. No pretendía, como Jesús, permanecer cuarenta días en un desierto, enfrentando mi lado más humano y peligroso. Quería solo unas horas, donde toda la materia que me rodeaba fuera completamente olvidada. Donde pudiera estar a solas con mi fe perdida, y con eso, conseguir oír la voz de Aquel que me puso en este camino. Me senté, ya cansado de caminar y sintiendo la debilidad, por la falta de alimentación. A mi frente, un inmenso descampado. Veía la hierba baja y verde. Algunos caminos de tierra cortaban la vegeta
"En una palabra, el diablo, para nosotros, es la fuerza puesta por un tiempo, al servicio del error, como el pecado mortal es, a nuestro juicio. la persistencia de la voluntad en el absurdo".Eliphas LeviMientras caminaba de regreso, mucho más ligero que cuando empecé estaba seguro de qué camino debía seguir. No sabía exactamente quién era ese chico, pero sabía que no estaba ahí para nada.Mi respuesta había sido dada por Dios! Él me escuchó. Ya no me sentía tan abandonado y perdido. Un poco de mi fe había sido recobrada. No, la fe de un sacerdote, sino la fe que cualquier ser humano debería buscar. Mientras caminaba lentamente, con las manos metidas en los bolsillos, me acordaba de las veces que intenté promover un encuentro personal de los fieles con Dios. ¡Sabías que ese era el cam