Parecía un chisteTantos años sufriendo en vano para esto. Sabía que el amor que sentía por su padre no era reciproco, pero… aun así…-¿Por qué no lo liberaste a él también? -la luz de la antorcha iluminaba la habitación de piedra-No preguntaste por el -contesto Karim en su defensa – creí que lo odiabas. Después de todo lo que hizo con los demás reinos... Después de todos esos esclavos... De toda esa gente a la que mando a matar...-¿Qué?- sus ojos crédulos-Arista, Amcher era corrupto. La destrucción de tu reino fue lo mejor que le pudo haber pasado a todosY no podía evitar que sus palabras dolieran. Ese había sido su hogar, pero ella no sabía nada de la monarquía o los negocios. No sabía nada de nada. Ajena a todo.¿Acaso ellos… eran los malos?-Los derrocamos por eso. Fue un convenio entre todos los reinos. Y tu padre, -negó pesadamente – es el peor de todosElla tenía en su interior sensaciones divididas. Le gustaba Karim. Le agradaba mucho. Pero no era bonito escuchar a alguien
-¡No puedes marcharte!-Elian…- el rey siguió guardando ropa y comida en una bolsa-¡No! ¡Lo digo enserio! ¿salir solo ustedes dos? ¿Cómo se te ocurre? ¡no puedes ir allá tu solo!-Iremos rápido y regresaremos de igual manera en el menor tiempo posible-¡¿Solo los dos?! La última vez que invadiste Amcher te llevaste a todo un ejército. ¿Y ahora iras tu solo?-No estaré solo. Además, la última vez había guardias y gente. Actualmente Amcher es un pueblo fantasma. No habrá nadie allí. No correremos ningún peligro.-Eso no lo sabes… -y había impotencia en su voz -si de verdad te marchas, en ese caso... lléveme consigo-No. -empezó su caminar guindándose la bolsa al hombro-O llévate a Mary.- dijo siguiéndolo– cualquiera de los dos te serviría. O a los dos. Solo llévese consigo a un brujo -pidió-Ya me llevo a una bruja; Arista.Elian rodo los ojos – es una aprendiz. Apenas y puede hacer hechizos. Y si bien es cierto reconozco bien sus habilidades extraordinarias, no sabe cómo usarlas. No
Los primeros pasos que dieron por el desolado reino la llenaron de un sentimiento de añoranza y terror-Realmente es un pueblo fantasma ahora…-murmuro ella observando todo lo que la rodeabaCasas del pueblo abandonadas. Totalmente deshabitadas -¿Qué le sucedió a toda esta gente?- pregunto-No las matamos. Si es lo que me estas preguntando- menciono mientras insto al caballo a seguir su trote-¿Están en tu reino?-Están en distintos reinos. Fueron repartidos por los territorios. Pero no separamos familias. Se juntaron por como quisieron y según los cupos se repartieron nuevas viviendas. Están bien ahora. No dejamos a nadie desamparado. Además, -dudo si decir lo siguiente, casi como meditándolo – tu reino ya no poseía tantas riquezas… tu pueblo sufría por la bancarrota del reino-No sabía que estábamos en quiebra -reconoció ella como una nueva verdad abriéndose ante sus ojos. ¿Qué clase de princesa había sido en todo este tiempo? No se había preocupado por su gente. Ni por el trono. O p
-¿Y bien?- pregunta -no me digas que está vacío. Di algo.Lo ojos de Arista se humedecen -la recuerdo ahora. -dice contemplando la imagen de una hermosa mujer. -Somos ella y yo. Tiene mis cabellos…. No mis ojos, pero… la expresión, sus rasgos. Se parece tanto ahora...- una calidez en su pecho. -aunque tiene un color de ojos extraños -se ríe -este color no puede ser ni real.-No necesitas mostrármelo.-Agradezco todo esto. No sabes lo que significa para mi – se acercó hasta el ya con el relicario cerrado -¿seguro no quieres verlo?El niega – está bien. Este es tu secreto. Es tuyo. -entonces toma el relicario en su mano. -una cosa tan valiosa debería estar cerca de tu corazón.El rey se coloca atrás de ella -¿me permites?Ella retira su cabello de su cuelloKarim le retira el collar que Arista tenía y ahora le coloca el nuevo. Un relicario dorado en forma de corazón ahora colgando en su pecho.La rodea para tenerla de nuevo de frente – se te ve hermoso-Gracias. -y este agradecimiento l
En la oscuridad de la cueva era difícil ver la expresión exacta de sus rostros. Pero Arista imaginaba por lo seria de su mirada y sus ojos apagados que Karim no estaba feliz.TraiciónUn gesto de traición lo cubría y se lo gritaba en todo su cuerpo. La sombra de algo oscuro naciendo en él.Arista hubiera querido abrir la boca para inventarse algo. Cualquier cosa. ¡Lo que sea! Pero… parecía que más que deducirlo era como si el rey ya lo hubiera sabido todo.“Abre otra vez la boca para decir otra mentira y te corto la lengua”Seguro era lo que estaba pensando el en ese momento, sus ojos eran una amenaza clara, además ya lo había escuchado antes a él también decirle aquello a otras personas.¿Acaso había encontrado restos de aquel día de los explosivos? ¿Acaso el espía del rey llego antes que el de ella a recogerlos?Entonces como para despejar toda duda, Karim levanto su mano a la vista de Arista para que pudiera contemplarla mejor la sortija. Y la acerco a la poca luz que había y dejo
-¿Qué… que… que es esto? -totalmente consternada -¿Qué hago aquí?Los ojos del rey fijos en ella -Querías huir de mi.-el tono tan frio de su voz la tenso-K-karim… eso… es…-¿Eres una clase de espía?¿Qué?-No- respondió de forma rápida y rotunda-¿Todo lo que me dijiste sobre ti, era verdad siquiera? ¿lo de toparnos por el pueblo de pequeños también era parte de tu plan?-¿De qué hablas?-¿Un plan elaborada y maquiavélico que llevaba años ejecutarlo? ¿Lo de hablar el día de la invasión a Amcher fue para que te escuchara apropósito y te eligiera?¿Pero que rayos estaba diciendo?-¿Insinúas que planee todo esto desde pequeña? ¿te volviste loco? Eso ni siquiera tiene sentido- no era su intención sonar herida. Pero fue justo, así fue como sonó; herida.-No lo se. ¿Qué puedo esperar de una mentirosa?Sus palabras la herían. Pero no podían culpar al rey. Una mentira podía poner en duda muchas verdadesArista estaba entre indignada, y molesta. Pero no tenia derecho de estarlo. El rey solo e
Una semana sin que Karim viniera a verla.Los trabajadores del castillo solían traerle comida. A pesar de que la jaula era bastante grande. Claramente le podía hacer daño a las piernas, y a la espalda. Era el mismo Elian quien solía venir a sacarla un rato para que ella estirara las piernas y caminara un poco por la habitación. Como si fuera un perro. Qué horror.Y a pesar de que había querido hablar con él. Explicarle cosas, y preguntar otras, este solo negaba con la cabeza y rechazaba toda interacción.No le dirigía la palabra.Quizás eso había sido una orden... -¿Cuánto tiempo más pasare aquí?Nada. Nada como siempre. Después de una semana debería rendirse de que este le hablaraSuspiro y miro hacia el suelo-Si va a matarme debería hacerlo ahora… prefiero morir a pasar el resto de mi vida encerrada…Elian no dijo nada.-Bien. No me hables. Pero al menos dime, con la mano. ¿Cuánto tiempo más durara mi encierro?Sus ojos verdes se mantuvieron inexpresivos. Él estaba usando su usual
Ese mismo día en la noche ella se preparó para irse.Y en la puerta principal esperándola estaba Elian.Cuando llego hasta el, este le estiro una capucha, una funda pequeña, y una mochilaAun sin tomarla solo pregunto -¿Qué es esto?-Una capa para el frio. Un poco de dinero en la bolsa. Y algo de comida en la mochila.Arista con algo de orgullo no quiso tomar nada. Solo se giró con la intención de seguir caminando lejos de él, pero la mano de Elian en su hombro la detuvo -sabes que no lo lograras allá afuera tu sola. Necesitas esto-No necesito nada. -y sin ánimos de ofenderse replico – y claro que puedo allá afuera yo sola-Las mentiras no siempre funcionan con todos. -contestoUn golpe bajo.-Si piensas sobrevivir allá afuera con tu ingenio para mentir, entonces perderás. No todo el mundo se las tragara. No todos son tan ingenuosElla soltó un bufido con sorna - ¿Cómo ustedes?Elian bajo la mano y su expresión le cambio, pero por su respuesta el pareció ignorar lo que ella le había