No podía creerlo. Mary no podía creerlo. Estaba desconcertada. Lo sabía. ¿y como siquiera había fallado?Uso ambos métodos. Las plantas venenosas y los hechizos. Si una cosa fallara la otra haría su efecto. Aunque Arista hubiera vomitado, el hechizo ya debería estar en ella. Además, la estuvo vigilando casi todo el tiempo y ni siquiera había entrado al baño en todo ese tiempo.-¿Te sucede algo?- la voz de Elian le llego a los oído-¿Qué?-ella tenia su mejilla apoyada en su mano-Te has pasado toda la noche mirando a Arista-Oh… -miro de nuevo hacia la joven -dime, ¿Qué tiene ella que yo no?Aquella pregunta sorprendió al muchacho. Ya habían merendado y todos estaban pasando un rato en la sala de estar cerca de la chimenea.Karim y Arista estaban más allá a lo lejos sentados juntos en un sofá conversando de cosas que no alcanzaba a oír.-No pudiste enamorarlo. Eso no es tu culpa.-Pero, ¿Qué hizo ella para merecerlo?Elian lo pensó -nada- contesto – eso es lo que pasa con el amor. Se l
Parecía un chisteTantos años sufriendo en vano para esto. Sabía que el amor que sentía por su padre no era reciproco, pero… aun así…-¿Por qué no lo liberaste a él también? -la luz de la antorcha iluminaba la habitación de piedra-No preguntaste por el -contesto Karim en su defensa – creí que lo odiabas. Después de todo lo que hizo con los demás reinos... Después de todos esos esclavos... De toda esa gente a la que mando a matar...-¿Qué?- sus ojos crédulos-Arista, Amcher era corrupto. La destrucción de tu reino fue lo mejor que le pudo haber pasado a todosY no podía evitar que sus palabras dolieran. Ese había sido su hogar, pero ella no sabía nada de la monarquía o los negocios. No sabía nada de nada. Ajena a todo.¿Acaso ellos… eran los malos?-Los derrocamos por eso. Fue un convenio entre todos los reinos. Y tu padre, -negó pesadamente – es el peor de todosElla tenía en su interior sensaciones divididas. Le gustaba Karim. Le agradaba mucho. Pero no era bonito escuchar a alguien
-¡No puedes marcharte!-Elian…- el rey siguió guardando ropa y comida en una bolsa-¡No! ¡Lo digo enserio! ¿salir solo ustedes dos? ¿Cómo se te ocurre? ¡no puedes ir allá tu solo!-Iremos rápido y regresaremos de igual manera en el menor tiempo posible-¡¿Solo los dos?! La última vez que invadiste Amcher te llevaste a todo un ejército. ¿Y ahora iras tu solo?-No estaré solo. Además, la última vez había guardias y gente. Actualmente Amcher es un pueblo fantasma. No habrá nadie allí. No correremos ningún peligro.-Eso no lo sabes… -y había impotencia en su voz -si de verdad te marchas, en ese caso... lléveme consigo-No. -empezó su caminar guindándose la bolsa al hombro-O llévate a Mary.- dijo siguiéndolo– cualquiera de los dos te serviría. O a los dos. Solo llévese consigo a un brujo -pidió-Ya me llevo a una bruja; Arista.Elian rodo los ojos – es una aprendiz. Apenas y puede hacer hechizos. Y si bien es cierto reconozco bien sus habilidades extraordinarias, no sabe cómo usarlas. No
La princesa de Amcher. Si claro. La princesa de nada.¿Por qué había abierto la boca?Era la princesa más desafortunada de la historia. La más estúpida. Su reino había caído en desgracia. Los guardias y hombres del reino enemigo habían tomado el castillo y encarcelado a toda la familia real. El rey Karim en persona tan cruel como siempre, con su mirada impregnada en fuego había hecho acto de presencia desenvainando su espada y mostrando su grandeza. Y como todos le tenían temor.Ella no temía. Después de todo, no era más que una bastarda. Si el rey tomaría una prisionera tenía que ser su hermana. La magnifica y más hermosa chica del reino; Adella. Con sus cabellos tan deslumbrantes como el oro, como un tesoro de un rey. Pero no. No. Ella tuvo que abrir la boca.-La sombra es grandeEntonces él se había detenido en seco. Ni siquiera podría decir como fue que la escucho cuando había murmurado tan bajoSin saber exactamente como paso tan rápido, lo único que supo fue que tenía la punta d
Bruja“Eres una bruja”Esas habían sido las palabras del rey¿Cómo que una bruja? ¿se había vuelto loco?Arista tenia los ojos como plato mirándolo incrédula. ¿Quién se creía tales historias? ¿acaso este rey tenia la mente de un infante?-¿Perdone?Vestido en su túnica larga y elegante la miraba desde lo alto de su trono con ella arrojada por sus pies.-Te he escogido a ti para que rompas mi maldiciónVaya… entonces no eran solo historias¿Romper? ¿romper qué?Ella no era una bruja. Y no tenia poderes sobrenaturales e increíbles que decían las historias. Ni siquiera estaba segura de que la existencia de las brujas fuera mas que solo un mitoNo sabía cómo decirle tal verdad, o el hecho de que estaba en un error y estaba malinterpretando todo-Pero su majestad yo no…-¿Vas a negarlo? Solo una bruja es capaz de ver la sombra que arrastro. Nadie puede verla salvo de mi asistente. Pero tú, - la señalo con su gran báculo – tu pudiste. Ahora esa será tu tarea. Averiguar como romper este hechi
Hace muchos años atrás, su padre, el gran rey de Amcher había regresado de un viaje con unos metales precioso. Había viajado y había ido muy lejos del reino. Su padre era un aventurero, esa fue una de las razones por la cual su nueva “madre” y su padre peleaban constantemente. Sus hermanas solo se interesaron por las joyas y vestidos que el pudo traer. Nadie le prestó atención a su extraño descubrimiento, a excepción de ella claro. Un anciano le había mostrado su secreto y al verlos interactuar con un preciso metal se dio cuenta de lo que hacían. “Se mueve solo, parece magia papa” le había dicho “Uno atrae y el otro repele” entonces se lo enseño “pero solo funciona con un material en específico” Y sus recuerdos casi parecen ya un sueño lejano. Ella abrió los ojos de vuelta a su presente. Con su solucion viajando a su mente "Necesitaba un vaso en específico." Su mano viajo instintivamente hacia el collar que colgaba en su cuello. Lo llevaba a todas partes. Con este material moverí
Dormir con el rey.Compartir la misma cama con aquel monarca despiadado que decían los relatos. ¿Cómo era eso posible?Y cada segundo que pasaba se preguntaba porque había abierto la boca. Solo tenia que quedarse callada. Con mucha suerte al resto de la monarquía les retirarían su titulo y luego los dejarían en libertad. Ella podía haber sido una de ellas. Una chica mas del pueblo. Después de todo, en su casa, cuando su padre murió ella se había convertido en eso. En nada mas y nada menos que una sirvienta.Ya había planificado el resto de su vida, pero ni en sus mas remotas posibilidades se imagino este giro del destino.-Buenas noches, mi rey -le pareció prudente presentarse al estar frente a la puerta. Aun no podía imaginar que el estuviera de acuerdo con esto. Y la ponía nerviosa lo que pudiera suceder dentro de esta alcoba ya estando a solas.Sin embargo, cuando alzo la vista y lo miro, noto el cuerpo del rey al desnudo. Bueno, al menos su torso. Pues no cargaba puesta su usual t
-Las salas solo se usan en la mañana, y las cocinas se cierran a las diez de la noche, claro que se puede hacer una excepción por nuestros reyes. - dijo -Los cortinas se cierran a las seis... y... Mi reina, ¿me está escuchando? Arista parpadeo y volteo a ver de nuevo al asistente Elian -Si. Disculpa, no sabia que el recorrido demoraría tanto -Bueno, el castillo es enorme- murmuro echándole un vistazo Ella miro a su alrededor tambien -¿el rey nunca está cerca? Eso pareció llamar su atención -¿ya lo extraña tan rápido? La joven se sonrojo violentamente -que tonterías dices. No se trata de eso.- se mordió el labio inferior -más bien… -trato de recordar las cosas de la noche pasada - ¿Alguna vez la escuchaste hablar? -¿A quién?- pregunto distraído mientras echaba un vistazo a unos papeles que sostenía -A las cosas de la oscuridad. Los entes malvados. El rio por lo bajo.- escucharlas… ¿Cómo que escucharlas? -Si, ya sabes, como tener una conversación coherente con estas. El la ob