En la oscuridad de la cueva era difícil ver la expresión exacta de sus rostros. Pero Arista imaginaba por lo seria de su mirada y sus ojos apagados que Karim no estaba feliz.TraiciónUn gesto de traición lo cubría y se lo gritaba en todo su cuerpo. La sombra de algo oscuro naciendo en él.Arista hubiera querido abrir la boca para inventarse algo. Cualquier cosa. ¡Lo que sea! Pero… parecía que más que deducirlo era como si el rey ya lo hubiera sabido todo.“Abre otra vez la boca para decir otra mentira y te corto la lengua”Seguro era lo que estaba pensando el en ese momento, sus ojos eran una amenaza clara, además ya lo había escuchado antes a él también decirle aquello a otras personas.¿Acaso había encontrado restos de aquel día de los explosivos? ¿Acaso el espía del rey llego antes que el de ella a recogerlos?Entonces como para despejar toda duda, Karim levanto su mano a la vista de Arista para que pudiera contemplarla mejor la sortija. Y la acerco a la poca luz que había y dejo
-¿Qué… que… que es esto? -totalmente consternada -¿Qué hago aquí?Los ojos del rey fijos en ella -Querías huir de mi.-el tono tan frio de su voz la tenso-K-karim… eso… es…-¿Eres una clase de espía?¿Qué?-No- respondió de forma rápida y rotunda-¿Todo lo que me dijiste sobre ti, era verdad siquiera? ¿lo de toparnos por el pueblo de pequeños también era parte de tu plan?-¿De qué hablas?-¿Un plan elaborada y maquiavélico que llevaba años ejecutarlo? ¿Lo de hablar el día de la invasión a Amcher fue para que te escuchara apropósito y te eligiera?¿Pero que rayos estaba diciendo?-¿Insinúas que planee todo esto desde pequeña? ¿te volviste loco? Eso ni siquiera tiene sentido- no era su intención sonar herida. Pero fue justo, así fue como sonó; herida.-No lo se. ¿Qué puedo esperar de una mentirosa?Sus palabras la herían. Pero no podían culpar al rey. Una mentira podía poner en duda muchas verdadesArista estaba entre indignada, y molesta. Pero no tenia derecho de estarlo. El rey solo e
Una semana sin que Karim viniera a verla.Los trabajadores del castillo solían traerle comida. A pesar de que la jaula era bastante grande. Claramente le podía hacer daño a las piernas, y a la espalda. Era el mismo Elian quien solía venir a sacarla un rato para que ella estirara las piernas y caminara un poco por la habitación. Como si fuera un perro. Qué horror.Y a pesar de que había querido hablar con él. Explicarle cosas, y preguntar otras, este solo negaba con la cabeza y rechazaba toda interacción.No le dirigía la palabra.Quizás eso había sido una orden... -¿Cuánto tiempo más pasare aquí?Nada. Nada como siempre. Después de una semana debería rendirse de que este le hablaraSuspiro y miro hacia el suelo-Si va a matarme debería hacerlo ahora… prefiero morir a pasar el resto de mi vida encerrada…Elian no dijo nada.-Bien. No me hables. Pero al menos dime, con la mano. ¿Cuánto tiempo más durara mi encierro?Sus ojos verdes se mantuvieron inexpresivos. Él estaba usando su usual
Ese mismo día en la noche ella se preparó para irse.Y en la puerta principal esperándola estaba Elian.Cuando llego hasta el, este le estiro una capucha, una funda pequeña, y una mochilaAun sin tomarla solo pregunto -¿Qué es esto?-Una capa para el frio. Un poco de dinero en la bolsa. Y algo de comida en la mochila.Arista con algo de orgullo no quiso tomar nada. Solo se giró con la intención de seguir caminando lejos de él, pero la mano de Elian en su hombro la detuvo -sabes que no lo lograras allá afuera tu sola. Necesitas esto-No necesito nada. -y sin ánimos de ofenderse replico – y claro que puedo allá afuera yo sola-Las mentiras no siempre funcionan con todos. -contestoUn golpe bajo.-Si piensas sobrevivir allá afuera con tu ingenio para mentir, entonces perderás. No todo el mundo se las tragara. No todos son tan ingenuosElla soltó un bufido con sorna - ¿Cómo ustedes?Elian bajo la mano y su expresión le cambio, pero por su respuesta el pareció ignorar lo que ella le había
FellAquel día en la noche Camelia me había estado sermoneando sobre las tareas que no había alcanzado a completar. Aunque de forma comprensiva me había dicho que me ayudaría. No era fácil adaptarse a una vida sin una mano menos.Mi mano izquierda nunca fue la más hábil entre las dos, aun así, era como volver a vivir y adaptarme a todo.Por otro lado, Alice no le veía el problema. Solo decía que estaba siendo dramático, y se burlaba de mí.Era extraño que los tres fuéramos hermanos y pudiéramos ser tan diferentes los unos de los otros.-Ya cállense. De verdad. Me dan dolor de cabeza.- mi bolígrafo voló a mi frente.Aun sentado en mi escritorio seguía redactando las cartas y los acuerdos. Y Camelia ya me había traído mi merienda, aun cuando ya le he dicho que no tiene porque hacer eso. Tiene complejo de mama desde que la nuestra nos dejó. No la culpo, he visto a Camelia como una madre desde que era muy pequeño. Me da un poco de vergüenza admitir que casi no recuerdo a nuestra verdadera
Cuando los ojos de la joven se entornan por completo hacia los tres rostros se sienta de golpe al reconocer a uno de ellos-¿Estoy soñando? ¿ya me morí?-¿Sueñas conmigo, Arista? EncantadoraElla sacude su cabeza y mira a su alrededor -¿d-donde… dónde estoy?-¿No lo recuerdas?Ella se toca la cabeza, se siente algo mareada aun – no… -lo piensa -si -se corrige -estaba… estaba viajando a Ostel. Y… debí… debí estancarme aquí.-¿A Ostel?- Fell la mira confuso -¿Dónde está Karim?Ella siente como le duele el corazón la mención de ese nombre y por vergüenza baja el rostro – en su reino. No le he hecho nada. Solo me he marchado-¡¿Has huido?!- pregunta una de las chicas al lado del rey Fell-¡No!- se apresura a contestar mirándolas desesperadas porque le creyeran -yo solo… el me dejo ir. Me dejo marchar. ¡Deben creerme!-Claro que debemos creerte -suelta una de las jóvenes de mala gana – porque sino es así, pensara que Fairy ha hecho traición en secuestrarte ¿no tendremos problemas por esto,
-¿Te parece buena idea que se quede aquí?-Pues a ti te pareció buena idea curarla-Eso es diferente. Estará conviviendo con nosotros por cinco días.-Podría estar mintiendo, e inventando toda esa historia-Eso sería muy rebuscado ¿no?-¿Y si es así?-Escuchen, -dice Fell serio -nosotros tres hemos decidido creerle su historia. No nos sirve de nada ponernos a dudar ahora. Una decisión tomada es una decisión ya hecha. ¿Estamos juntos en esto si o no?- miro hacia sus hermanasY las dos se miraron y parecieron llegar a un acuerdo -subimos juntos… -Camilia miro hacia Alice esperando algo de ella-O caemos juntos-completo, y luego aseguro en una sonrisa un poco forzada-seremos unas buenas anfitrionas durante su estadía en Fairy.-Bien. -asintió Fell -Trátenla bien. Ya veremos lo que pasa después.-Si se quedara aqui podriamos entonces enseñarle un poco el lugar, pasar tiempo de convivienvia con ella y hacerla sentir como en casa-De eso precisamente estoy hablando. Estoy contando con usted
Después de una semana de convivencia, se podría decir que Camila la adoraba. Aunque eso no tiene mérito alguno. Camelia ama a todo el mundo. El verdadero reto aquí era Alice. Pero sorprendentemente le caía bastante bien.-¿Segura de que no tienes magia?-¿Que? -la chica detuvo su andar-Si, porque pareciera que has hechizado a mis hermanas. A una en especial.-¿Hablas de Alice?-Parece estimarte mucho -dijo mirando al postre que cargaba la joven en su mano- no suele compartirlos con nadie.-Me dijo que era un regalo. Solo me vio y me lo ofreció-Son como sus guarniciones especiales, cosas secretas escondidas, no se las da a nadie-¿Estamos halando de lo mismo? Solo es comida-¡Exacto!- señala -comida que adora.-Creo que estas exagerando-Y tu claramente no conoces al fondo a AliceAmbos ríen y retoman la marcha. Luego de aquel día en la noche en que la recogieron medio moribunda y perdiendo el conocimiento basto unas cuentas comidas y horas de sueño para que recuperara el sentido y l