Valentina Petrova Después de aquel almuerzo incómodo con María salí de su habitación y me dirige hacia el laberinto que estaba en el centro de la manada. Definitivamente necesitaba pensar qué es lo quería al menos qué es lo que le diría a Nicolás. Nicolás, me preguntó cómo le estará yendo a Nicolás, espero que los alphas estén aceptando lo que el le está diciendo.Me senté en una banca de madera que había dentro del laberinto, supongo que aquí venían los enamorados a pasar un rato solo y a pesar. Suspire. Tenía mucho en que pensar. No podía dejar Sarah y a su bebé a la deriva, no quería ser otra persona que le fallara y le diera la espalda, ella no lo merecía. Sabía lo que era sentirse solo en el mundo, aunque ya no me sentía así un día fui ella.pasado"Escuché desde la ventana mis padres gritarse. — No entiendes que ya no puedo Charly?!— El grito de mi madre retumbó por toda la casa — No puedo más— Cristal ella te ama— Pero yo no, no me puedes obligar a quererla.Mis padr
Valentina Petrova Pasado— Valentina!!— El grito de mi madre me hizo correr escaleras arriba — Vendrán los hijos de mi amiga— Me dijo al verme — Necesito que te comportes bien no hables y solo sonríe, le dije a mi amiga que erasmuda y así vamos a justificar el hecho de que no hables— asentí con la cabeza — mamá pero yo sí tengo que hablar?— preguntó Catalina llegando con un vestido pomposo y debo admitir muy hermoso. Yo también quería tener un vestido así. — sí, mi amor tú claro que tienes que hablar porque los niños van a venir para poder jugar contigo— le dijo mi madre con un enorme sonrisa en el rostro. Escuchamos el timbre sonar. Mi madre tomó la mano de Catalina y ambas bajaron con cuidado las escaleras yo por otro lado bajé detrás de ellas en silencio. Las tres caminamos hacia la puerta mi madre la abrió y una mujer hermosa y sumamente elegante se dejó ver con dos niños — Ay cristal Qué hermosa éstas— dijo la mujer con una voz bastante chillona—No puedo creer que estas d
Nicolás Harrison — Estás seguro de esto Nicolás?— Preguntó Enrique — Ellos no van a tomarlo muy bien que se diga Eso era algo que sabía pero no tenía otra opción ¿Que se supone que tenía que hacer? Entregarles a Valentina.Ella era mi mate! Ella era mi compañera, no podía entregarla.— Lo sé pero ¿Que crees que debo hacer?— Le pregunté esperando que él me diera una solución.— Dame una maldita solución!— Exclamé El solo suspiro.No había una diferente a esta, si había algo que estaba seguro es que una guerra se acercaba, necesitaba encontrar aliados para que estuvieran.Ambos nos bajamos de la camioneta y caminamos hasta la mansión.Teníamos una mansión en donde solíamos reunirnos era solamente para las reuniones y las veces que teníamos que darnos o las reuniones era de noche. El lugar había sido construido entre todos y estaba en una zona bastante neutra. Una vez que nos adentramos a la mansión comencé a escuchar como los alfas hablaban entre sí, solía ser el último en llegar y
Valentina Petrova — ¡¡¡Nicolás!!!— exclamé cuando se quedó callado y solo me miraba, me desesperaba su silencio. Si mi corazón aún estuviera vivo seguramente estuviera acelerado como un loco, estaba demasiado nerviosa algo me decía que esto iba de mal en peor— !Dime qué está sucediendo! — le exigí.— fui a la reunión— esa parte ya me la sabía— ellos quieren que la entregue.— ¿no nos van apoyar?— Pregunté el negó.María tenía razón ella me lo dijo temprano, supongo que nadie quiere una guerra y menos por Sarah que no la conocen y que es una vampira. ¿Podía culparlos por no querer apoyarnos? Creo que no pero aún así no podía evitar sentirme decepcionada, realmente había esperado que ellos quizás dijeran que así y pudiéramos combatir a los vampiros, ellos nos habían estado atacando mucho antes ¿Por que los lobos no podían hacer lo mismo?— ¿Y porque nos vamos? ¿La vamos a ir a esconderla?— Pregunté era lo único que para mí parecía sensato pero Para mi sorpresa el negó dejándome confu
Valentina petrova Nicolás colocó sus brazos alrededor de mi cuerpo intentando consolarme pero yo no podía dejar de pensar en que posiblemente iba a ser mamá. No quería fallarle a este bebé como me habían fallado a mí me daba pánico ser siquiera la cuarta parte de madre que había sido la mía había pasado la peor infancia que un niño pudo haber pasado y no quería hacer que otro ser viviera lo que yo había vivido, y pensar de que posiblemente no eran uno sino dos me asustaba todavía más. — vamos a estar bien, los cuatro vamos a estar bien— lo escuché decir pero sinceramente no estaba segura de sus palabras. ¿Cómo íbamos a estar bien si nos estaban persiguiendo? ¿Cómo íbamos a estar bien si habían personas que querían atraparnos y querían llevarme con los vampiros? ¿Qué iba a pasar con mis hijos y ellos lograban atraparme?Ahora entendía lo que sentía Sara el miedo que tenía de que ellos pudiesen quedarse con su bebé sabía que mis hijos tenían un papá que los protegería pero realmen
Valentina Petrova Dos días después Me sentía bromada en este lugar los síntomas habían comenzado los mareos los vómitos me sentía extremadamente cansada y casi todo el tiempo me la pasaba acostada. Sara había dicho que era sumamente normal que ella también había pasado por esos síntomas en los primeros meses. Quería tener una ecografía y ver a mis bebés pero no podíamos salir de este lugar no sabíamos si los vampiros seguían cerca y Nicolás no quería arriesgarse y salir a averiguar pensaba que tal vez ellos podían estar buscando y él podía traerlos hacia acá con el malestar que sentía no creía poder correr lo suficientemente rápido como para huir de ellos No había mucho que hacer en esta cabaña había salido un par de veces tratando de respirar aire fresco eso me hacía sentir bien quizás estos bebés si eran humanos o lobos. Había pensado demasiado en la idea de irme pero me daba miedo hacerlo sola, también pensé en decírselo a Sara pero qué pasa si ella pensaba que era una mala i
Nicolás Harrison Había escuchado cada cosa que ella tenía por decirme y claro que tenía razón, no podía escoger entre mi manada o mis hijos pero tampoco podía ser que mis hijos huyeran toda la vida.— Voy a ir por algo de comestibles — le dije mientras me levantaba de aquella roca en donde me había sentado. Tenía mucho en qué pensar. No puedo ser tan egoísta ni con Valentina ni muchos menos con mis hijos ¿Que culpa tenían ellos? — Está bien— comencé a caminar— Estaremos bien, te lo prometo juntos vamos a poder con esto Le sonreí y luego me alejé Cómo le digo que no estaba tan seguro que eso no iba a ocurrir.Comencé a caminar tratando de no distraerme en el camino ya estaba cansado de estar encerrado en ese lugar eso no era lo mío al igual que estar huyendo como un maldito cobarde porque así me sentía. La verdad de todo era que no podía proteger a valentina lo único que podía hacer por ella es acompañarla huyendo. Ellos no me querían a mí ellos querían a las vampira— no lo pie
Valentina Petrova No entendía qué es lo que estaba pasando. — Valentina te lo juro que eso fue lo que dijiste, te juro que dijiste que los bebés no eran de Nicolás Podía oír como sala decía mientras yo guardaba las pocas cosas que tenía en este lugar.Yo no pude haber dicho que los bebés no eran de Nicolás porque no tiene sentido que dijera eso solo he estado con Nicolás en mi vida. No le dirigí la palabra Sarah estaba furiosa.— Valentina por favor escúchame.— siempre quisiste estar con él, entonces ve porque ya está solo no quiere saber nada de mí — Te juro que no quiero estar con él lo de Nicolás y yo solo fue una noche él no me gusta de esa manera y de verdad te respeto Me dejé caer en el suelo y comencé a llorar soltando la frustración que tenía, hace unos minutos había dicho que mi mamá voy ahora me estaba dejando porque creía que mis hijos no eran de él, me sentía como una maldita estúpida. Y ahora que se supone que haría? Estaba embarazada y unos vampiros me perseguían