NARRADORATodos de pie sobre el saliente. Nyx observó el cielo sobre sus cabezas; no se veía nada, solo una densa capa de oscuridad.—Pienso que debemos atravesar esta cueva, no pude elevarme más con mis portales —Lavinia comunicó.Había un campo de energía flotando sobre la montaña.—. Chicos, creo que la brecha aquí está por abrirse —les dijo emocionada.—Espera a mi regreso —Laziel se giró para comandar a la cabeza gigante y negruzca que sobresalía a su espalda.Un siseo bajo se escuchó desde la bruma oscura espectral.Así, con más imprudencia que valentía, la generación nueva y poderosa de seres sobrenaturales se internó por el túnel oscuro, ahora iluminado por luces mágicas invocadas por Nyx.—Hay espectros más adelante, estén atentas. Voy a controlarlos, iré al frente —Laziel avanzó primero.Con la presencia de espectros, él era el indicado para enfrentarlos.A medida que seguía la claridad al final del camino, la mala premonición crecía en el pecho del príncipe, pero también su
NARRADORALa enorme loba de color medianoche con mechones dorados le encajó con saña los dientes a la criatura.Cualquiera pensaría que sus fauces atravesarían la nada. Fuerza bruta contra algo inmaterial era difícil de combatir.Sin embargo, Lyra, al igual que sus hermanos, era un ser especial y con características únicas.Aztoria, la loba de Lyra, desgarró los pedazos de magia oscura y los engulló, absorbiendo toda la energía macabra del espectro, algo que un lobo ni un lycan común podrían procesar en su cuerpo.—¡Estos hijos de puta ya me tienen harta! ¡Aahh! —Vicky rugió, abriéndose heridas profundas en las dos palmas de las manos y pegándolas al suelo.Sus labios comenzaron a recitar hechizos rápidos e incomprensibles.La montaña se estremeció, el bosque bajo sus pies se agitó.Como hija de su padre y descendiente del príncipe oscuro Zarek, estaba llamando a algunos de sus muertos vivientes para que los ayudaran en la lucha.Todo parecía indicar que los espectros tenían los segun
Hola, hola, queridos lectores. Vaya, parece que fue ayer y ya llevamos meses y meses en esta aventura que llegó a su fin.Y siii ya sé que se quedaron como: ¡¿A dónde fueron esos niños revoltosos?! ¡Quiero saber más! (jajajaj)Pues bien, primero confesar que no me gustan las sagas en libros separados, porque mis historias tienen muchos detalles y subtramas que luego es complejo explicar de cero en un nuevo libro.Además, los nuevos lectores luego comienzan por el orden equivocado y se pierden con la secuencia de los eventos, en cualquier caso, me arriesgaré a probar y veré como lo integro todo.Como se imaginan, esos portales llevaran a los hijos de papá y mamá a otros mundos, reinos, continentes (lo que se me ocurra jajaj) y vivirán ahí sus propias historias.Aclaro: NO SALDRÁN MÁS LOS PERSONAJES QUE YA SE TOCARON EN ESTE LIBRO. Quizás de refilón en algún momento, al final cuando se reúnan, pero solo de pasada, no puedo seguirlos arrastrando para siempre.Comenzaré con la historia de
LYRANo sé dónde estoy ni qué me sucedió.Mi cuerpo se siente como licuado, desmembrado y vuelto a coser de mala manera.Un gemido doloroso sale de los labios de alguien. Creo… creo que soy yo misma.Mis largas pestañas parpadean con cansancio, solo quiero quedarme dormida para siempre. Recuerdos vagos inundan mi mente.—Aahh… —gimo de nuevo al intentar mover la pierna derecha y una punzada excruciante recorre mi cuerpo.Mis ojos se abren y se cierran con molestia; la luz repentina me apuñala las retinas."¿Aztoria?" llamo a mi loba y comienzo a entrar en pánico al no sentirla.No tengo muy claro si está débil o si es algo peor.Tomo la autonomía de mi cuerpo y me voy incorporando lentamente. Estoy herida por todas partes y sin sanar muy bien.Mis poderes están restringidos. Flashes aparecen en mi cerebro embotado.Estaba con mis hermanos, con… con Lavinia. Sí, sí… y también con Vicky.El rostro de Laziel gritándome que me aferrara a su mano asalta mi cabeza.Me incorporo de golpe. ¡Fu
VALERIA — ¿Estás… estás segura Esther? – le pregunto con la voz quebrada. Mi corazón late apresurado, lleno de felicidad. — Muy segura Luna. Está embarazada. — ¿Por qué no he podido olerlo o su padre? – le pregunto preocupada. — Es muy reciente, quizás por eso, dele más días y debería percibir sus feromonas. Me responde y asiento, con los ojos nublados por las lágrimas. Soy la Luna de manada “Bosque de Otoño”. Hace tres años me casé con el hombre que amo con locura, a pesar de no ser mates destinados, mi Alfa Dorian. He dado todo por ser la Luna perfecta, el pilar al que pueda apoyarse, sin embargo, una sombra opaca mi matrimonio y era el tema del heredero. Nunca había podido salir embarazada y admito que no comparto mucho la cama con Dorian, pero sé que sus obligaciones de Alfa lo tienes demasiado ocupado y estresado. — Por favor, no le digas a nadie en la manada. Deseo sorprender a mi esposo. — Pierda cuidado Luna, no diré nada. ¡Felicidades! – me sonríe y le devuelvo la
VALERIA Me muerde con saña en el muslo y me arrastra debajo de su cuerpo, controlándome sin piedad. Intento resistirme, pedir ayuda, mis manos sobre mi vientre tratando de defender a mi cachorro, pero sus garras, como armas mortales, perforan mi piel, destrozando todo mi pequeño cuerpo vulnerable. Tengo que subir los brazos por instinto, cuando sus garras afiladas se dirigen a mi rostro y grito en agonía debido a una profunda herida que atraviesa mi mejilla desde mi frente. Al dejar descubierta mi barriga, él arremetió contra nuestro hijo. — ¡¡¡NOOOO, el cachorro no, por favor Dorian, MI HIJO NO…!!! Las lágrimas salían sin cesar de mis ojos mientras le suplicaba, pero sus caninos devoraban mi carne y sus garras buscaban en las profundidades de mis entrañas a sangre fría, queriendo sacar la vida que llevaba dentro. No sé cuánto tiempo duró esta agonía, sollozaba implorándole mientras pude hablar. El dolor en todo mi cuerpo era insoportable, pero más mi alma, que sangraba destroz
VALERIA Escucho gritos estridentes, cristales que se rompen, un rugido animal, gruñidos de Alfa, forcejeo y pelea. Algo caliente me salpica la cara y los brazos, mis garras destrozan y mis caninos desgarran. No puedo detenerme, no puedo, la rabia me consume por dentro y grita liberación. No sé qué hago, no tengo consciencia de mí misma, solo sé, que cuando recupero el control de mi cuerpo lo primero que miro son mis manos llenas de sangre. Estoy de rodillas en el suelo, a mi alrededor todo se ve en rojo, destrozos y partes de lo que alguna vez fue un poderoso Alfa, de Dorian. ¿Qué hecho? ¡¿Qué he hecho por la Diosa?! Miro la cabeza arrancada a un metro de mí. Los ojos mieles aún me miran con pánico y siento como las arcadas suben por mi garganta. Vomito a un lado sin poderlo evitar, asqueada por toda esta escena llena de muerte y violencia. ¿Yo hice todo esto? Aquí no hay nadie más. Miro a mi alrededor, no sé a dónde fue Sophia, solo sé que alguien fue arrojado por la venta
VALERIASu actitud gritaba soy el puto amo de todo aquí, el dueño absoluto.Enseguida bajé la cabeza temblando, no importaba que no tuviese loba interior, el poder que emanaba de ese hombre parecía asfixiarte, estrangularte el alma y estaba incluso un poco distante de mí.Era un Lycan, la especie superior de los hombres lobos, la mayor evolución y estaba casi segura de que se trataba del más poderoso de todos, Aldric Thorne, el Rey Lycan.— Sasha, encárgate de sacar la basura y asegúrate de que mi próxima doncella personal no sea una zorra intrigosa o perderá más que la cabeza – su voz ronca, intimidante, fría, se escuchó y luego pasos alejándose.— Esto es un desastre, ya es la quinta en dos meses, no sé qué tienen estas niñas en la cabeza, mira que se los advierto.La Gobernanta, que es la señora que administra el castillo, se acerca y saca un pequeño frasco de entre las manos de víctima.— Otra que intenta darle un afrodisiaco al Rey, mujer idiota. Llamaré a un sirviente para que s