NARRADORA Celine, a pesar de su origen híbrido, dio a luz a una verdadera Vlad, de cabo a rabo: mortal, fiera y hermosa, como las criaturas de la noche. Sus ojos con tonos rojizos y el cabello largo, castaño, hasta las redondeadas nalgas enfundadas en un pantalón negro de cuero. —Uf, lo siento, Vicky. Es que estoy muy emocionada de verlas, chicas, ha pasado un tiempo. ¡Lyra! —Amara se acercó entonces a la mujer que más bien parecía una diosa; el cabello platinado ondeó con gracia y los ojos plata brillaron llenos de alegría.Su loba interior, una poderosa Alfa, juntó el morro con el de Amara; se llevaban muy bien.Lavinia también se acercó, su capa gruesa flotando detrás de ella. —Nyx —saludó a la mujer de cabello negro que vino a su encuentro; sus personalidades, más tranquilas, eran muy parecidas. —Lavi, me alegra que hayamos podido reunirnos —la Selenia la abrazó con cariño.Tenía mucha química con Lavinia, a pesar de la diferencia de edad, porque podían hablar de magia y disf
NARRADORALavinia se dio cuenta del misterio, pero le dio espacio a su hermana.Al final, Amara ya tenía veinte años y era una mujer hecha y derecha a pesar de que su padre aún le dijera cachorrita.—Yo… la verdad necesito pedirte otro favor, un hechizo. No me atrevía a pedírselo a Lavi porque me iba a sermonear —Amara le dijo en voz baja, con algo de vergüenza.—Hum, ¿y qué sería? —Nyx alzó una ceja; si Lavinia le echaba la bronca, era por algo.Mientras escuchaba otra de las locuras de Amara, entendió el punto.— Mara, eso es un poco caprichoso. No deberías jugar así con Beof. Él es un buen hombre, te ha esperado por tanto tiempo. Si hubiese sabido con certeza que eras su mate, seguro estaría pidiendo tu mano desde la mayoría de edad.—¿Tú crees, Nyx? Más bien he escuchado que Beof no tiene ningún interés en conocer a su compañera. Tal vez me rechace de plano —el pecho se le apretó a Amara de solo pensarlo.—No te va a rechazar. Él solo… ha sido muy herido por su gran tamaño. No deb
NARRADORAVictoria casi tuvo que rogarle a su padre para que no la obligara a quedarse en una de sus sesiones de aprendizaje “papá y niña”. ¡Que ya era muy vieja para eso!Gracias a todos los cielos que su madre sí la entendía mejor y “entretuvo” al príncipe vampiro para que ella escapara con sus primas.Amara miraba nerviosa desde la colina a las luces más abajo de la ciudad, que estaba dominada principalmente por hechiceros y vampiros.Se podía ver también algún que otro hombre lobo, principalmente en la noche, por la vida nocturna movidita de las tabernas y sitios de “desahogo”.—Manos a la obra, entonces —Nyx suspiró, repasando cómo se había metido en esto. Sacó un frasquito de pócima que preparó y se lo pasó a Amara.—Bébelo y te diré las palabras para deshacer el embrujo —se lo pasó a Amara, que lo tomó asintiendo.—Buscaré a los gemelos para sacarles información… —Ellos te van a descubrir, no tienen un pelo de tontos, lo sabes, sobre todo Magnus. Cuéntales en secreto, seguro
BEOF“Joder, qué hermosa hembra” Soul gruñó bajo al ver a la mujer que subió por la plataforma y ocupó la jaula cuadrada. Sentía mis caninos alargarse y mi miembro comenzaba a despertar en mi entrepierna. Bastante rápido para lo que en ocasiones se demoraba en entusiasmarse, pero es que mis ojos le estaban enviando una señal a mi pene demasiado tentadora. “Totalmente de acuerdo, Soul” le respondí relamiéndome los colmillos, recostándome a la silla para ver el espectáculo que estaba dando. Subí la mirada lobuna por sus pies descalzos que se movían sobre el suelo oscuro, bastante pequeños y delicados para su estatura más alta que las mujeres promedio. Sus pantorrillas carnositas daban paso a los gruesos muslos blancos y las caderas anchas y sensuales que ahora se meneaban dentro de la jaula, agarrándose a los barrotes, pegándose a ellos descaradamente, al compás de la melodía. Mi imaginación pervertida volaba, ya me imaginaba sobre esa deliciosa hembra, dominándola con mis manos e
BEOFSe quedó tranquila, aún de rodillas, y verla sometida a mi control, sus ojos llenos de obediencia y deseo, me tenían con las bolas a punto de explotar. Mi pulgar rodeó su barbilla, tragué al quedarme fijo en esos voluptuosos labios rojos. Todo parecía como en cámara lenta.Podía sentir su respiración pesada y nuestros corazones latían golpeando con fuerza en nuestros pechos. — Sshhh – siseé relamiéndome cuando toqué sus labios.La deliciosa pulpa se sentía tan bien al tacto, moría por chuparle la boca, por mordisquearla y besarla a fondo. Ni siquiera era un tipo de besos, pero a ella le haría de todo, me la iba a comer de arriba abajo, claro, solo si me dejaba. Me incliné aún más, siempre observando sus orbes. No veía miedo en ellos y eso me gustó demasiado. Hundí al fin mi nariz en su cabello, seguía molestándome el no poderla oler bien, mi lobo tampoco llegaba a la suya, ¿por qué?Mi boca se pegó a su oído, saqué la lengua y lamí toda la concha, bien despacio y seductor,
BEOF—¿Te vienes dentro de todas las prostitutas que conoces? —al fin me respondió con otra pregunta un tanto extraña.Su voz baja, vibrante, segura, me encantaba. Nos miramos fijamente y juraría que veía algo de reproche en el fondo de sus ojos. —No, de hecho, no acostumbro a hacerlo, pero contigo lo haré. ¿Eso es acaso un problema? ¿No usan aquí esas pócimas para evitar tener cachorros? —fruncí un poco el ceño, de verdad esperaba que me dejara correrme en su intimidad, no creía poderla sacar a última hora. Se quedó pensativa.Comencé a poner un poco ansioso, sobre todo cuando bajó la mirada a mi vara que ya hacía una carpa familiar sobre la bragueta.“Por favor no me rechaces, maldit4 sea, no me rechaces”, me encontré incluso suplicando en mi mente. Su pequeña mano bajó a explorar y la dejé, al final me la iba a ver. No era algo que pudiese modificar.Más valía un dolor rápido a uno lento, si me decía que no, que lo hiciera ahora.Fue la primera vez que sentí que tocaría fondo e
BEOFDi unos pasos hacia la mesa y la silla donde me ubicaron.La bebida dejada a un lado, apenas y le di un sorbo. Tomé la pesada capa del respaldo y la abrí, sacudiéndola, acercándome de nuevo al escenario y pasándola sobre sus hombros para cubrirla. —Ve, Ónix, espérame en tu habitación y prepárate para mí —le ordené dominante, mi bestia interior rugiendo por salir a jugar.La vi levantarse con las piernas medio flojas y sumergirse en la oscuridad del fondo del escenario hasta unas pesadas cortinas verdes por donde se metió. “Bien, Soul, vayamos a ser desangrados.” “Es el mejor dinero que invertiremos en el maldito mundo.” Soul estaba afilándose los dientes. Me alejé, saliendo del salón.Me dolía el miembro y caminaba algo raro. No era para menos si estaba doblado como una gruesa manguera mal acomodada dentro de una caja. Bajé mi mano y lo moví de posición, la humedad del presemen rezumaba de la punta.Aguanté la incomodidad, mis pesadas bolas latían pidiendo liberación. —Mu
BEOFSentía mi pecho apretarse, maldit4 sea, dolía, la decepción y los complejos que tanto me esforzaba por hundir de nuevo salían a flote. Odiaba no ser un lobo normal, ¿por qué la Diosa me tuvo que hacer así? Soul se quedó en silencio, dejó de incitarme a tomarla, sentía toda la turbulencia en su alma. —No la tomaré por primera vez, esto fue un error —dije, cerrando los ojos con cansancio, suspirando.—Espere, no se lo dije para desanimarlo. Si ella lo eligió… —Hizo bien en decírmelo —subí la cabeza y corté su retahíla algo ansiosa. Por supuesto, pensaba que el ganso de oro se le escapaba de las manos. —Pagaré igual, no se preocupe, a usted su comisión y dele las 10,000 monedas de oro cuando la envíe. Firmaré el pagaré —me acerqué a la mesa, obviando la punzada en mi pecho. —¿Le va a pagar tanto dinero a una chica desconocida y sin tocarle un cabello? —no hacía falta que lo dijera así, si ni yo mismo me lo creía. —Para que vea lo generoso que soy —le di una respuesta escueta