GABRIELLEMaldici0n, es la hechicera blanca, pero acompañada del lycan. El rico olor a manzanas se filtra por mi nariz, impetuoso y dominante.¿De qué manera puedo liberarme de este hombre tan tenaz?*****— Ayúdame a retirarle las vendas, ya la medicina que le puse debe haber hecho lo suyo…— ¡Espera hechicera! – le tomo la mano casi por casualidad - ¿Acaso no puede hacer eso sola? Si no, espere a que venga mi hija u otra mujer que la ayude…— Valeria está ocupada y también embarazada, ¿de verdad quieres darle más trabajo? ¿O que se angustie al verte herida? – su voz masculina firme me responde sin espacio a negarme.Aprieto los labios contrariada, ciertamente no quiero darle más cargas a mi hija, pero ¿por qué esta incapaz bruja no puede hacerlo ella sola?, ¡es solo quitar un vendaje!— Le permito acompañarme porque es su compañero, creo que es mejor que él conozca como atenderla – la hechicera me explica con respeto, pero firmeza.Antes temblaban en mi presencia y ahora se prestan
GABRIELLEEscucho el susurro de la ropa siendo quitada, me imagino ese poderoso, alto y trabajado cuerpo al desnudo.Por alguna razón las ansias de ver cada centímetro de su piel invaden mis sentidos, fantaseo en cómo será su miembro masculino, la forma, el color, el tamaño y trago ante lo que mi mente caliente me va mostrando.Bajo la cabeza algo avergonzada, debo controlarme o mi olor va a delatarme, somos mates y como mismo ese aroma lujurioso a manzana y miel está provocándome, sé muy bien que él sentirá mis deseos.El lazo entre compañeros es algo demasiado serio, ni siquiera conozco a este hombre, pero me siento irremediablemente atraída hacia él.Sus pasos descalzos resuenan en las baldosas, decido levantarme y mostrar autonomía, estoy ciega ¿y qué? No soy una inútil que ni un baño puede darse.Sin embargo, al levantarme demasiado rápido de la banqueta y dar un paso adelante, mi pie resbaló con la humedad que creaba el vapor en el ambiente.Perdí la estabilidad cayendo hacia de
GABRIELLE— Eres muy apuesto por lo que pude ver en el santuario, pareces confiable y comprensivo, sexy, muy… masculino… — y tienes un olor dulce y delicioso que estás para comerte – ejem, en fin, podrías encontrar otra pareja incluso más joven…— Me gustan las maduras y no necesito a nadie más, ya encontré a mi hembra… — agarra mi cabello en un puño y me hace echar la cabeza hacia atrás, controlando mis movimientos.Mi respiración se acelera ante sus palabras y su lengua lame el borde de mi oreja sensualmente, sus dedos recorren mi cuello expuesto.— Tengo muchas más cualidades querida, solo tienes que probarlas y estoy seguro de que te gustarán… — chupa el lóbulo de mi oreja y sus dedos dan giros perezosos en mi clavícula.— Eres demasiado presumido, lycan…— Sé muy bien que te excito Gabrielle, el olor que desprende tu coño tiene enloquecido a mi lobo, no importa cuanto tu boca mentirosa intente negarlo, tus deseos te delatan.— Mmmm – gimo cuando sus caninos rozan peligrosos donde
GABRIELLEMe lo merezco, después de tantos siglos sin hacer nada y estar prisionera dentro de una maldit4 estatua.Agarro el borde de la bañera, tanteando con mis manos y me aferro a ella, moviéndome por completo hacia atrás.Un resoplido sensual sale de sus labios cuando prácticamente me siento sobre su polla que siento temblar contra mis nalgas.Me encanta la manera en que su cuerpo responde al mío a pesar de que sé que estoy en mi peor momento.No pierde tiempo en frotarme el frente, noto que tiene cuidado en los brazos, parece que fueron los más afectados y la zona del pecho, por encima de los senos.Agradezco que llevaba el vestido echo de la sangre de las Selenias y me protegió de la explosión.— Espera, lycan… — tomo su mano cuando comienza a bajar por mi vientre y la otra acaricia perezosamente la aureola de mi seno que se endurece pidiendo su atención.— De verdad deseas que me detenga – su respiración pesada cae en mi cuello enchinándome la piel, sus palabras rocas y sexis i
QUINN— Gracias por la lección, ya me la aprendí de memoria – gruño de repente en su oído mordiéndole el lóbulo con fuerza hasta sentir el punto de sangre cayendo sobre mis papilas.Mi hembra tiembla de pies a cabeza, sé muy bien que a su parte de vampira le encantan las mordidas.Tomo el control después de dejarla jugar un rato, bajo mi mano y mis dedos van directo a su vulva más que preparada y chorreando puro deseo.— Aahhhh – gime como una hermosa cortesana arqueando la espalda cuando la penetro de golpe con tres dedos, directamente comienzo a masturbarla adentro y afuera, sin mucha resistencia de su dilatada y mojada vagina.Me la imagino acostada sobre la cama con las piernas abiertas, recibiendo mi falo dentro de esta cosita cachonda, apretándome y sacándome hasta la vida y mis deseos vuelan por las nubes.— Sshhh ggrr nena, ¿quién te dijo que podías parar de meneármela? – le gruño agarrando su mano y apretándosela sobre mi verga, haciéndola que siga con su masturbación.¿No qu
VALERIA— ¿Estás… estás segura Esther? – le pregunto con la voz quebrada.Mi corazón late apresurado, lleno de felicidad.— Muy segura Luna, aquí está en el ultrasonido, es esta pequeña mancha oscura. Está embarazada. Me señala en la pantalla y veo la frágil vida de mi cachorro formándose en mi interior.— ¿Por qué no he podido olerlo o su padre? – le pregunto preocupada.— Es muy reciente, quizás por eso, dele más días y debería percibir sus feromonas.Me responde y asiento, con los ojos nublados por las lágrimas.Soy la Luna de manada “Bosque de Otoño”.Hace tres años me casé con el hombre que amo con locura, a pesar de no ser mates destinados, mi Alfa Dorian.He dado todo por ser la Luna perfecta, el pilar al que pueda apoyarse, sin embargo, una sombra opaca mi matrimonio y era el tema del heredero.Nunca había podido salir embarazada y admito que no comparto mucho la cama con Dorian, pero sé que sus obligaciones de Alfa lo tienes demasiado ocupado y estresado.— Por favor, no le
VALERIAMe muerde con saña en el muslo y me arrastra debajo de su cuerpo, controlándome sin piedad.Intento resistirme, pedir ayuda, mis manos sobre mi vientre tratando de defender a mi cachorro, pero sus garras, como armas mortales, perforan mi piel, destrozando todo mi pequeño cuerpo vulnerable.Tengo que subir los brazos por instinto, cuando sus garras afiladas se dirigen a mi rostro y grito en agonía debido a una profunda herida que atraviesa mi mejilla desde mi frente.Al dejar descubierta mi barriga, él arremetió contra nuestro hijo.— ¡¡¡NOOOO, el cachorro no, por favor Dorian, MI HIJO NO…!!!Las lágrimas salían sin cesar de mis ojos mientras le suplicaba, pero sus caninos devoraban mi carne y sus garras buscaban en las profundidades de mis entrañas a sangre fría, queriendo sacar la vida que llevaba dentro.No sé cuánto tiempo duró esta agonía, sollozaba implorándole mientras pude hablar.El dolor en todo mi cuerpo era insoportable, pero más mi alma, que sangraba destrozada.Es
VALERIA Escucho gritos estridentes, cristales que se rompen, un rugido animal, gruñidos de Alfa, forcejeo y pelea. Algo caliente me salpica la cara y los brazos, mis garras destrozan y mis caninos desgarran. No puedo detenerme, no puedo, la rabia me consume por dentro y grita liberación. No sé qué hago, no tengo consciencia de mí misma, solo sé, que cuando recupero el control de mi cuerpo lo primero que miro son mis manos llenas de sangre. Estoy de rodillas en el suelo, a mi alrededor todo se ve en rojo, destrozos y partes de lo que alguna vez fue un poderoso Alfa, de Dorian. ¿Qué hecho? ¡¿Qué he hecho por la Diosa?! Miro la cabeza arrancada a un metro de mí. Los ojos mieles aún me miran con pánico y siento como las arcadas suben por mi garganta. Vomito a un lado sin poderlo evitar, asqueada por toda esta escena llena de muerte y violencia. ¿Yo hice todo esto? Aquí no hay nadie más. Miro a mi alrededor, no sé a dónde fue Sophia, solo sé que alguien fue arrojado por la venta