ALDRIC— Quinn, necesito que en cuanto te recuperes regreses al Reino, dejé todo en manos de Beof – nos separamos un poco de la puerta para hablar nuestros asuntos, pegados a la ventana que daba al jardín.— Estábamos listos para iniciar la guerra, le dije a Beof que tuviese el ejército listo para atacar el Reino Oscuro, ahora no es necesario, pero temo que no reciba noticias mías y ataque…— No puedo – respondió mirándome de frente, pude ver el desafío en sus ojos – Se le olvida Rey Lycan que mi hermana y yo cometimos traición, lo engañamos y ya no formo parte de la orden de los Guardianes.— ¡No me vengas con esa mierd4! – le gruñí enojado, pero luego miré a la puerta de la habitación y decidí calmarme— Si yo no te he reclamado nada y te envío al Reino a hacerte cargo, ¿por qué crees que es? No somos hembras, Quinn, no vamos a darnos la mano y ser amiguitos, pero es obvio que no tengo nada de que acusarte.— Me engañaste, sí, me encojonó eso, también, pero protegiste a mi hembra y
ALDRICLa verdad es que todo este sentimentalismo me irrita, solo bajo la guardia con mi mujer, pero eso no quiere decir que no lo sienta de verdad.— Redactaré un manuscrito para que se lo entregues a Beof, a estas alturas debe de estar en las fronteras oeste, necesitamos reunirnos y en tu camino averigua la situación del castillo del Rey Vampiro – nos ponemos a planificar.Los ojos de Quinn no dejan la puerta, su mente nunca está realmente pendiente a la conversación.Lo entiendo muy bien, para un hombre de nuestra raza, su mate es lo más sagrado, solo que lo va a tener complicado.A pesar de estar así ahora, Gabrielle es un hueso demasiado duro de roer y aún está por verse, si el chacal será el suegro o me quedaré sin un guardián en la plantilla.*****GABRIELLEDespués de hablar con Valeria, al fin me siento en paz.Nunca pensé terminar en este estado, hasta el último momento Kael me la jugó, siempre lo subvaloré, ese ha sido mi mayor error.Siento una presencia, ahora que estoy c
GABRIELLEMe desperté de golpe y tensa, no era la hechicera sanadora, sabía muy bien de quién se trataba.— Tranquila, no hagas movimientos bruscos, solo estoy manteniendo limpia la piel sana, como indicó la sanadora – su voz baja y suave se vertió en mis oídos.Me lo imagino inclinado sobre mi cuerpo, su cabello rubio cayendo hasta sus hombros y sus ojos dorados concentrados.Lo vi por poco tiempo cuando expandí mis sentidos al renacer, es hermoso y masculino, tan sexy, puede encontrar a una hembra en su raza, yo no soy para él y menos ahora, en lo que me he convertido.— No tienes que hacer esto, hay más personas que pueden…— Por supuesto que tengo que hacerlo, nadie más puede cuidarte mejor que yo – me dijo, recuerdo su voz dándome aliento en medio de tanto caos y dolor.— No – levanto mi mano e intento agarrar su muñeca, me da rabia no ver nada, ni siquiera tengo el poder de “observar” el entorno con mi mente.Nunca pensé verme así tan inútil, tan poca cosa, tan dependiente. — A
QUINN— Celine, ¿de verdad quieres hacer esta misión tan peligrosa sola? – le hablaba a través de la puerta del baño, mientras ella se preparaba para partir — Sé que es importante, pero quizás a través de la magia puedan localizar a Beof.— Hermano – salió de repente ya vestida y con el cabello oscuro recogido en una alta trenza, que caía por su espalda. — Hemos luchado toda nuestra vida por encajar en un sitio, al menos yo, y te he arrastrado conmigo, haciéndote sentir también como un paria. Tú ya encontraste a tu mate y yo debo seguir buscando mi camino.Subió la mano y la puso sobre mi hombro, mirándome con esa valentía innata en sus huesos.— No importa lo que diga, no vas a ceder, ¿cierto? – suspiro tomándola por las mejillas y pellizcándoselas. — De bebé eras tan linda y siempre me perseguías como una colita, ¿en qué momento perdí a mi obediente Celine?Bufa haciéndose la enojada, sus orejas rojas delatan lo mal que sabe disimular cuando la elogian.— Quédate aquí tranquilo c
GABRIELLEMaldici0n, es la hechicera blanca, pero acompañada del lycan. El rico olor a manzanas se filtra por mi nariz, impetuoso y dominante.¿De qué manera puedo liberarme de este hombre tan tenaz?*****— Ayúdame a retirarle las vendas, ya la medicina que le puse debe haber hecho lo suyo…— ¡Espera hechicera! – le tomo la mano casi por casualidad - ¿Acaso no puede hacer eso sola? Si no, espere a que venga mi hija u otra mujer que la ayude…— Valeria está ocupada y también embarazada, ¿de verdad quieres darle más trabajo? ¿O que se angustie al verte herida? – su voz masculina firme me responde sin espacio a negarme.Aprieto los labios contrariada, ciertamente no quiero darle más cargas a mi hija, pero ¿por qué esta incapaz bruja no puede hacerlo ella sola?, ¡es solo quitar un vendaje!— Le permito acompañarme porque es su compañero, creo que es mejor que él conozca como atenderla – la hechicera me explica con respeto, pero firmeza.Antes temblaban en mi presencia y ahora se prestan
GABRIELLEEscucho el susurro de la ropa siendo quitada, me imagino ese poderoso, alto y trabajado cuerpo al desnudo.Por alguna razón las ansias de ver cada centímetro de su piel invaden mis sentidos, fantaseo en cómo será su miembro masculino, la forma, el color, el tamaño y trago ante lo que mi mente caliente me va mostrando.Bajo la cabeza algo avergonzada, debo controlarme o mi olor va a delatarme, somos mates y como mismo ese aroma lujurioso a manzana y miel está provocándome, sé muy bien que él sentirá mis deseos.El lazo entre compañeros es algo demasiado serio, ni siquiera conozco a este hombre, pero me siento irremediablemente atraída hacia él.Sus pasos descalzos resuenan en las baldosas, decido levantarme y mostrar autonomía, estoy ciega ¿y qué? No soy una inútil que ni un baño puede darse.Sin embargo, al levantarme demasiado rápido de la banqueta y dar un paso adelante, mi pie resbaló con la humedad que creaba el vapor en el ambiente.Perdí la estabilidad cayendo hacia de
GABRIELLE— Eres muy apuesto por lo que pude ver en el santuario, pareces confiable y comprensivo, sexy, muy… masculino… — y tienes un olor dulce y delicioso que estás para comerte – ejem, en fin, podrías encontrar otra pareja incluso más joven…— Me gustan las maduras y no necesito a nadie más, ya encontré a mi hembra… — agarra mi cabello en un puño y me hace echar la cabeza hacia atrás, controlando mis movimientos.Mi respiración se acelera ante sus palabras y su lengua lame el borde de mi oreja sensualmente, sus dedos recorren mi cuello expuesto.— Tengo muchas más cualidades querida, solo tienes que probarlas y estoy seguro de que te gustarán… — chupa el lóbulo de mi oreja y sus dedos dan giros perezosos en mi clavícula.— Eres demasiado presumido, lycan…— Sé muy bien que te excito Gabrielle, el olor que desprende tu coño tiene enloquecido a mi lobo, no importa cuanto tu boca mentirosa intente negarlo, tus deseos te delatan.— Mmmm – gimo cuando sus caninos rozan peligrosos donde
GABRIELLEMe lo merezco, después de tantos siglos sin hacer nada y estar prisionera dentro de una maldit4 estatua.Agarro el borde de la bañera, tanteando con mis manos y me aferro a ella, moviéndome por completo hacia atrás.Un resoplido sensual sale de sus labios cuando prácticamente me siento sobre su polla que siento temblar contra mis nalgas.Me encanta la manera en que su cuerpo responde al mío a pesar de que sé que estoy en mi peor momento.No pierde tiempo en frotarme el frente, noto que tiene cuidado en los brazos, parece que fueron los más afectados y la zona del pecho, por encima de los senos.Agradezco que llevaba el vestido echo de la sangre de las Selenias y me protegió de la explosión.— Espera, lycan… — tomo su mano cuando comienza a bajar por mi vientre y la otra acaricia perezosamente la aureola de mi seno que se endurece pidiendo su atención.— De verdad deseas que me detenga – su respiración pesada cae en mi cuello enchinándome la piel, sus palabras rocas y sexis i