VALERIAMe moví enseguida a un lado, observando el suelo abrirse chirriando como una vieja maquinaria oxidada.En las profundidades de la tierra se mostró un oscuro pasadizo, descendiendo por unas antiguas escaleras a lo que parecía un sótano debajo del invernadero.— ¿Qué fue ese ruido, Srta. Valeria? ¿Está bien? – la voz de Edward me llegó y me asomé para verlo donde mismo lo había dejado sentado en su silla de ruedas con el rostro preocupado.— Sí, estoy bien, fue una ventana atascada que intenté abrir y sonó así. Espérame ahí, no te preocupes – le mentí porque ya no confiaba por completo en nadie.Él no podía subir solo hasta aquí, había unas escaleras y menos bajar hasta este lugar tan angosto.“Celine, creo que encontré el sitio correcto del Altar a la Diosa, bajaré a leerlo, cuídame la espalda aquí arriba, dejé a Edward dentro del invernadero, no lo pierdas de vista”“Valeria, esto no me gusta nada, llamaré a mi hermano para que venga, creo que es mejor esperar…”“Tu hermano ven
VALERIAMe grita y es tan impresionante ver las facciones distorsionadas de Edward en expresiones adultas y crueles.Meto la mano en mi escote y saco la estrella con las puntas en rojo, llena de mi sangre.Él estira la pequeña mano y se acerca más, yo voy estirando la mía en un temblor.Algo me grita que no debe tenerla, que ya he revelado demasiado.Mi mente piensa frenéticamente, intento no mirar a su espalda para no delatar a Celine que se va acercando, aprieto la reliquia entre mis dedos y el metal brilla como la luz de luna.Justo antes de que caiga en sus garras, se tensa y se gira de repente para enfrentar el ataque a traición de la Alfa.Sombras oscuras se proyectan del pequeño cuerpo que lucha ahora con Celine.— ¡Así que lograste vencer a mi centinela, eres una chica con muchos secretos!, me pregunto que diría Aldric Throne al respecto – se burla.Veo con horror cómo garras afiladas crecen desde las manos de Edward, su velocidad a penas se puede seguir con la vista y un mant
CELINE Pensé que había llegado mi momento de morir, la verdad nunca creí terminar de esta manera. Un dolor agonizante atravesó el lomo de mi loba y me convertí enseguida en mi forma de híbrida, con algunos rasgos de vampiro, siseando amenazante en una esquina rodeada por crueles enemigos. Me llevé la mano a la profunda herida que me atravesaba desde la espalda hasta el estómago, resistía como podía, pero no lo iba a lograr si me volvían a atacar. De repente, un rugido que helaba la sangre hizo eco retumbando en todas las viejas paredes. Al igual que yo, todos miraron al unísono para ver algo increíble. Valeria se estaba levantando de su esquina oscura, el cuerpo rígido de ese niño descansaba en el suelo y ella avanzó paso a paso con un siseo parecido a una bestia depredadora a punto de atacar. — Se… Señor… ¿Qué es eso?… — Solo es una pulgosa tratándonos de intimidar, ¡deja de jugar a la valiente conmigo o asesinaré a esta mujer peor de lo que hice con el mocoso! – el vampiro a
THANE (El hechicero que acompañaba a Darius, el General Vampiro)Nunca había tomado una decisión tan acertada en mi vida.Los métodos tan extremos de Darius no me gustaban, pero solo podía seguir sus órdenes.Él era quien mandaba así que forcé más de su poder vital dentro del cuerpo ya débil de ese cachorro, sabiendo muy bien que no sobreviviría a esa invasión tan agresiva.Escuché toda la traducción del Altar de la boca de esa rara mujer, porque mi magia actuaba como mediadora en el cuerpo del chico.Cuando llegó el momento de la pelea, me quedé en la cripta para sostener el hechizo de los portales por donde los hombres del General Darius pasaron para luchar.Todo se fue a la mierd4 en un segundo y a pesar de no estar físicamente en el sitio, igual temblé de miedo al “observar” todo mediante mi magia de sombras.Mi mente trabajando a mil, el General estaba muerto y nadie había sobrevivido, ¿quién carajos era esa mujer?No lo sabía con exactitud, pero si entendí algo muy rápido, el Re
ALDRICMiro dentro de los ojos en pánico de esta Alfa.Nunca me ha gustado particularmente, pero su hermano es un miembro valioso de los Guardianes y ahora, el único que puede leer esos Altares.— ¿Por qué te llevabas a Valeria como si estuvieses escapando? Sé que escuchaste muy bien el rugido de mi lycan ¿por qué carajos no esperaste por mí y la pusiste de nuevo en peligro?Aprieto más mi mano con ira al recordar como llegué a ese desagüe para verlas siendo arrastradas por la corriente, no lo pensé ni un segundo en saltar detrás de mi hembra.— Se… Señor… yo… estaba herida de la pelea, tenía… tenía miedo de que salieran más enemigos de esos agujeros oscuros…en la pared… que nos asesinaran antes de que usted llegara… actué por impulso, me arrojé nerviosa sin pensarlo… Me responde en un tartamudeo y me inclino más de cerca, observando en el interior de sus ojos erráticos llenos de pánico.Cuando llegué vi muy bien la sombra de un hombre escapando de mí por ese agujero de la pared que
VALERIACierro la puerta del baño y escucho a Aldric afuera, suspirar frustrado, pero al final se va y me deja sola.Ha entrado al cuarto del segundo piso, con su forma de lycan escalando por la ventana desde el bosque.Lo escucho buscando algo de ropa y cambiándose, la puerta de la habitación se abre y se cierra.Él va a ajustar cuentas con la familia del Alfa, que ya no será más el Alfa de esta manada.Comienzo a quitarme la ropa mojada, mientras analizo todo lo sucedido, trago el nudo en mi garganta al pensar en Edward y cierro los ojos con dolor, guardando su recuerdo en mi pecho.Llevo mis manos al bolsillo interior de mi vestido y esta es la principal razón por la que alejé a Aldric, sentí el poder de la reliquia apenas abrí de nuevo los ojos y la oculté de él.No recordaba bien las cosas como para darle explicaciones si me las pedía. Mi cabeza llena de lagunas, al igual que cada vez que me despertaba de esos episodios raros, pero ahora una persona había sido testigo, Celine.T
VALERIA Debo admitir que cuando vi las antiguas torres del castillo sobre la colina, llenas de niebla, di un suspiro de alivio. Miré a través de la cortina del carruaje al poderoso lycan que cabalgaba a mi lado, siendo admirado por donde sea que pasáramos. Muchas cosas han sucedido en este viaje. Llevo mi mano con disimulo hacia la marca en mi nuca cubierta por el cuello del vestido. Sus poderosos caninos marcados en mi piel, reclamándome como suya, aunque fuera temporal. ¿Ahora, cómo debería comportarme con su majestad? Muchas cosas rondando en mi mente, mentiras y miedos. Decidí hacerlo igual que siempre, como la doncella con derechos a compartir su cama, cada vez que mi mariposa interior estuviese en busca de un delicioso maltrato. — ¿Qué estás haciendo?, ¿por qué regresas a tu habitación? – me toma de la mano y me detiene cuando indico al mozo que lleven mi pequeño equipaje a mi cuarto. — Su majestad, es lógico que… — Lo lógico es que duermas en mi cama, hablaré con Sasha
VALERIA — ¡¿En serio?! ¡Qué buena suerte! – Dave la agarró por los hombros y se le acercó alegre — Hazlo para mí, me gustan mucho las cosas personalizadas, no, no, mejor, ¡serás mi doncella de ahora en adelante! — ¿Qué? – Juliette subió la mirada por un segundo para observarlo y pude ver en sus ojos algo que no había percibido jamás. Ella siempre se burlaba de los otros lycans, pero ahora que lo analizaba, nunca había hablado nada de Dave. “Así que esta era su debilidad” pensé con malicia, encontrando una manera de devolverle sus burlas. — Te espero entonces en mi habitación, doncella… ¿Cómo te llamas? — Ju… Juliette Señor… — Bien July, me sirves a partir de hoy – asintió tomando la decisión por su cuenta, típico de los lycans. — Pero yo… — Oye Valeria, esta tarde vamos a hacer una correría por el bosque, te esperamos en el lago, nos falta una persona, creo que su majestad también va a ir, ¡tienes que estar en mi equipo! – agrega y se va por el pasillo como llegó, como un hu