ALDRICMiro dentro de los ojos en pánico de esta Alfa.Nunca me ha gustado particularmente, pero su hermano es un miembro valioso de los Guardianes y ahora, el único que puede leer esos Altares.— ¿Por qué te llevabas a Valeria como si estuvieses escapando? Sé que escuchaste muy bien el rugido de mi lycan ¿por qué carajos no esperaste por mí y la pusiste de nuevo en peligro?Aprieto más mi mano con ira al recordar como llegué a ese desagüe para verlas siendo arrastradas por la corriente, no lo pensé ni un segundo en saltar detrás de mi hembra.— Se… Señor… yo… estaba herida de la pelea, tenía… tenía miedo de que salieran más enemigos de esos agujeros oscuros…en la pared… que nos asesinaran antes de que usted llegara… actué por impulso, me arrojé nerviosa sin pensarlo… Me responde en un tartamudeo y me inclino más de cerca, observando en el interior de sus ojos erráticos llenos de pánico.Cuando llegué vi muy bien la sombra de un hombre escapando de mí por ese agujero de la pared que
VALERIACierro la puerta del baño y escucho a Aldric afuera, suspirar frustrado, pero al final se va y me deja sola.Ha entrado al cuarto del segundo piso, con su forma de lycan escalando por la ventana desde el bosque.Lo escucho buscando algo de ropa y cambiándose, la puerta de la habitación se abre y se cierra.Él va a ajustar cuentas con la familia del Alfa, que ya no será más el Alfa de esta manada.Comienzo a quitarme la ropa mojada, mientras analizo todo lo sucedido, trago el nudo en mi garganta al pensar en Edward y cierro los ojos con dolor, guardando su recuerdo en mi pecho.Llevo mis manos al bolsillo interior de mi vestido y esta es la principal razón por la que alejé a Aldric, sentí el poder de la reliquia apenas abrí de nuevo los ojos y la oculté de él.No recordaba bien las cosas como para darle explicaciones si me las pedía. Mi cabeza llena de lagunas, al igual que cada vez que me despertaba de esos episodios raros, pero ahora una persona había sido testigo, Celine.T
VALERIA Debo admitir que cuando vi las antiguas torres del castillo sobre la colina, llenas de niebla, di un suspiro de alivio. Miré a través de la cortina del carruaje al poderoso lycan que cabalgaba a mi lado, siendo admirado por donde sea que pasáramos. Muchas cosas han sucedido en este viaje. Llevo mi mano con disimulo hacia la marca en mi nuca cubierta por el cuello del vestido. Sus poderosos caninos marcados en mi piel, reclamándome como suya, aunque fuera temporal. ¿Ahora, cómo debería comportarme con su majestad? Muchas cosas rondando en mi mente, mentiras y miedos. Decidí hacerlo igual que siempre, como la doncella con derechos a compartir su cama, cada vez que mi mariposa interior estuviese en busca de un delicioso maltrato. — ¿Qué estás haciendo?, ¿por qué regresas a tu habitación? – me toma de la mano y me detiene cuando indico al mozo que lleven mi pequeño equipaje a mi cuarto. — Su majestad, es lógico que… — Lo lógico es que duermas en mi cama, hablaré con Sasha
VALERIA — ¡¿En serio?! ¡Qué buena suerte! – Dave la agarró por los hombros y se le acercó alegre — Hazlo para mí, me gustan mucho las cosas personalizadas, no, no, mejor, ¡serás mi doncella de ahora en adelante! — ¿Qué? – Juliette subió la mirada por un segundo para observarlo y pude ver en sus ojos algo que no había percibido jamás. Ella siempre se burlaba de los otros lycans, pero ahora que lo analizaba, nunca había hablado nada de Dave. “Así que esta era su debilidad” pensé con malicia, encontrando una manera de devolverle sus burlas. — Te espero entonces en mi habitación, doncella… ¿Cómo te llamas? — Ju… Juliette Señor… — Bien July, me sirves a partir de hoy – asintió tomando la decisión por su cuenta, típico de los lycans. — Pero yo… — Oye Valeria, esta tarde vamos a hacer una correría por el bosque, te esperamos en el lago, nos falta una persona, creo que su majestad también va a ir, ¡tienes que estar en mi equipo! – agrega y se va por el pasillo como llegó, como un hu
VALERIA — Elijo a mi doncella, yo la traje y yo la cuido, July ven a mi lado – Dave comenzó y me dio mucha gracia el complejo de tortuga de Juliette cuando era peor que un loro parlanchín. — Elijo a Celine – no dudé en pedírmela, ella conocía mis secretos y no sabía si esto iba a terminar con alguna de mis rarezas. Un gruñido bajo se escuchó de pronto, poniendo a todos nerviosos, pero ni siquiera miré al culpable. Ya que él hacía lo que le daba la gana, yo también podía hacer lo mismo. — Me pido a Erik – Dave siguió escogiendo lycans como si fueran verduras. — Beof… — el gigantón vino a mi lado y la tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo. Solo quedaban Aldric y el guardián Quinn. — Bueno, yo escojo… — Deja que Valeria escoja – su majestad cortó a Dave por completo, su voz estaba cargada de ira y su aura opresiva luchaba por ser controlada — Dinos Valeria, ¿a quién vas a escoger? Me preguntó y subí mis ojos azules para mirar a los grises congelados que me taladrab
VALERIA“Está en estas coordenadas…” — me dice la localización, parece que es una vieja edificación en medio de la nada.“¡No importa cuanto nos desviemos, tú corre hacia allí, nosotros te cubrimos!”Así que casi a ciegas nos internamos en lo que parecía un antiguo cementerio espeluznante.La enorme loba Alfa a mi lado, de repente me empujó con el morro por el costado y me vi rodando por la hierba tomada por sorpresa.Nunca solté la bandera y enseguida me incorporé para verla gruñendo amenazante a otra loba más pequeña pero igual más poderosa que mi pequeña Omega.Sentí una presencia acechando entre la oscura niebla y salté enseguida al lado de Celine a punto de ser capturada por Dave que estaba escondido en una cripta a mi espalda.“¡Valeria, voy a entretenerlos, tú huye!”, dicho y echo, comencé la carrera, pero no iba a ser tan sencillo esta vez.“¡Ni creas que te vamos a dejar!” Dave nos rugió y se abalanzó en su forma humana a pelear contra Celine.No importa su carácter juguetón
VALERIAEsperándome justo delante del claro despejado de unas viejas ruinas de piedra con una bandera azul ondeando en lo alto.— Así que la capitana del equipo pudo llegar hasta el final – me dijo en un tono burlón, levantándose tranquilo de la piedra donde se sentaba.Los rayos escasos del sol alumbraban sus iris alternando en tonos rojizos y grises.Su lobo cerca de la superficie, mostrando los caninos, riñéndome, no necesitaba a un espíritu de loba para verlo.Avancé lento, este era un enemigo que no vencería jamás a la fuerza, así que debía emplear la mejor estrategia.Por el momento le gruñí amenazante viendo si había alguna posibilidad de escabullirme por entre sus piernas.— Sígueme gruñendo gatita, no sabes lo caliente que me pone verte haciéndote la dura – me dice ronco y desafiante adoptando una postura de combate con las piernas flexionadas y los brazos hacia mí.— ¡Ven, vamos capitana, acabemos con esto, los miembros “valiosos” de tu equipo se sacrificaron para que llegar
VALERIAEstoy procesando sus palabras cuando me da un cálido beso en el morro.— Vamos, ya se acercan los demás, le daré la bandera de la victoria a Quinn para que se conforme con eso, quizás se masturbe con ella patéticamente mientras yo me cojo a su capitana – agrega entre dientes y pongo los ojos en blanco.Hombre bruto y celoso.— Por cierto, nena, nos encanta tu lobita. Me convertiré la próxima vez en Azarot y vendremos a una correría privada, pequeña Omega hermosa.Acaricia mi cuerpo mientras me habla bajo y me recuesto a su pecho sintiéndome bien feliz de haber ganado y ser mimada.Creí que todo seguiría saliendo según mis planes, pero nada de eso.Ese mezquino Rey había decidido desquitarse más tarde.*****Regresamos al castillo con Dave haciendo un berrinche por haber perdido y yo en los brazos todavía de Aldric que no quiso soltar mi forma de loba.Pero al fin me liberé de sus garras y escapé a mi habitación a darme un baño “a fondo” y ponerme un vestido sencillo, pero miré