LUCIEN Después de varios días estar fuera, llegué a la manada donde todos me observan en silencio y con miradas complicadas. Subí directo a mi habitación para darme un baño largo mientras dejaba que el agua lavara mi creciente intranquilidad y frustración. Una vez que llegué a mi oficina, Axiel entró con las manos apretadas en la espalda. —Habla. —Lucien, es Ben. Alcé la vista rápidamente mientras dejaba salir mi dominio Alfa. Axiel pasó saliva antes de bajar la cabeza. —Si algo le pasó a mi cachorro… —Está bien, señor, pero está abajo en las celdas con… Golpeé la mesa, lleno de rabia y algo más que se comenzaba a instalar en mí. Todo mi mundo en los últimos días se venía abajo y ahora esto. No sé cómo demonios voy a resolver esto. —Tráelo de regreso, tenemos una reunión que atender y sube a esa mujer también. —Si Alfa. Salió y apenas lo hizo, me desplomé en la silla, cansado, exhausto por tantas cosas. Tomé el dibujo de mi familia, la mism
LUCIEN —No recuerdo que fueras así, Lucien. Su voz me envió una ola de escalofríos por el cuerpo, mi pecho se apretaba y el nudo en mi garganta parecía tragarse mis palabras. —Supongo que perder todo en una noche te hizo así. Apreté los puños mientras mis ojos se cristalizaban. —Lo siento, Lucien, por no poder defender a nuestro hijo. Si ellos no… —¿Nuestro dices?, es solo mío Jazmín, mío, tú no tienes ningún derecho sobre él. —También es mi cachorro Lucien, mi sangre corre por sus venas, una parte de él me reconoció. Sabe que soy su madre. Mis ojos parpadeaban entre el dorado y el azul. Cerré los ojos tratando de controlar a Errick que estaba por salirse de control, mis garras se clavan al trono hasta que sentí que pude tener el control de nuevo. —Solo habla de como fracasaste como madre ese día Jazmín, eras la Reina, tenías la fuerza de hacerlo, estuvieras exhausta o no por el parto. Tu maldit4 negligencia me quitó a mi hijo por 5 años. Ella solo baj
LUCIENRegresé a mi oficina con más preguntas. Sabía que lo que ella había dicho no debía tomarlo a la ligera.Ella misma me advirtió que mi vínculo con Victoria sería probado y aquí estoy, sin ella.No siento el vínculo con Jazmín, pero algo en mi pecho no deja de agitarse. Casi se vuelve doloroso al intentar evitarlo.Solo respiro y me recuesto en la silla, observando el montón de trabajo que tengo.Axiel me ayuda con lo que puede, pero no es una máquina para resolverlo todo.Mi gamma un traidor que está muerto, mi delta ni sé donde está. Me siento ahogado de tantas cosas y las paredes parecen cerrarse a mi alrededor.—"Busquemos a nuestra compañera, ella podría ayudarnos a calmar esto"—"Descansemos hoy, mañana será otro día, mi cabeza va a reventar y no quiero dejar solo a Ben con esa mujer"Me enfoqué en el interminable trabajo que me llevó horas en atender.Solo despegué mi cabeza de ahí cuando la puerta fue abierta.—Lucien, Jazmín… bueno… fue acomodada en el último piso de la
NARRADOR Daniel paseaba de un lado a otro en lo que alguien traía una cubeta de agua fría. Apenas se la trajeron, entró a la pequeña casa donde estaba Victoria. Había estado unos días bien y apenas hace unas horas volvió a caer y esta vez con más fuerza. La fiebre no parecía bajar, su piel estaba pálida y su cuerpo temblaba de forma anormal. Con ayuda de Cristal, lograron detener el sangrado, pero eso no significaba que no estuviera en riesgo. —¿Cómo sigue? —Nada bien Cristal, su fiebre no baja, al menos está dormida. —Necesitamos a Lucien, ella va a seguir empeorando. La bruja se quedó en silencio por un momento, sus ojos brillaban, estaba viendo algo. —Ve y tráelo, Daniel. Él solo la vio de reojo y siguió colocándole pañitos de agua en la cabeza a Victoria. No era por desobedecerla, pero no era suicida. —Vamos párate y ve. —Pero… —No seas cobarde, Victoria necesita a Lucien y él necesita a Victoria o va a perder la cabeza dónde está. Daniel derrotado so
VICTORIA Estaba en mi mejor sueño cuando la voz persistente de alguien no dejaba de interrumpirlo. Me quejo un poco frustrada hasta que abrí los ojos. —“Creí que no despertarías” —“Bueno, ya estoy despierta, ¿qué quieres?” —“Qué humor traes esta mañana” Escuché a mi loba resoplar antes de comenzar a, ¿ronronear? Levanté la vista para ver como Lucien entraba con una pequeña taza de barro en las manos. —Buenos días mi Reina, te traje un caldito de pollo, dijeron que era muy bueno para ti. Sonreí como tonta al verlo traer con cuidado la taza mientras se sentaba a mi lado, tomaba la cucharita para llenarla de sopa y luego la soplaba para que no estuviera tan caliente. —Lucien, yo puedo comer sola, no estoy enferma ni discapacitada. —Yo lo quiero hacer, así que abre esa boquita. Solo rodé los ojos y dejé que Lucien me alimentara. No sé qué se trae Inara, pero su constante ronroneo me trae nerviosa. ¿Acaso es un gato? —Bien, amor, ahora, tenemos algo q
VICTORIA Una pequeña celebración se alzó en la noche para nosotros, como una despedida y como un gracias. Los guardianes aún seguían algo tensos en la presencia de Lucien y se mantenían alejados de él tanto como podían. Parecían evitarlo como a la peste, no es para menos, esa “sutil” amenaza de seguro aparecerían en sus pesadillas. Me levanté para ya irme a la pequeña paz de la casita que me dieron. Me di un baño rápido y me acosté desnuda. Quiero ver qué tanto aguantará, Lucien. Una sonrisa maliciosa aparece en mis labios al imaginarlo todo tenso. —“Vas a perder, y lo sabes” La puerta se abre y solo observo a Lucien allí parado, comiéndome con la mirada. Creo que sí voy a perder porque esa mirada es suficiente para prenderme. —Nena… … —Te vas a bañar primero antes de venir a dormir. —¿Dormir?— estoy a poco de reírme por ver su cara de horror y ansiedad. —Sí, dormir, ahora ve y date prisa que tengo mucho sueño— me di la espalda mostrándole claramente m
VICTORIA —Mi Rey, mi Alfa, ven conmigo— le dije tomándolo de la barbilla. El dorado de mi lobo se mezcló con el azul de mi Alfa. Tal como los quería. Pude sentir como Inara avanzaba, supe en el momento en que mis ojos se mezclaron con el de mi loba cuando los caninos de mi hombre se alargaron. Cerré los ojos cuando el orgasmo me golpeó, tomé del cabello a Lucien exponiendo su cuello, clavando mis colmillos en su piel profundamente. El orgasmo se intensificó a tal punto que volví a explotar de placer, liberando mis jugos que se deslizaron por mis nalgas hasta las sábanas. El gruñido de Lucien hizo temblar las paredes y a este punto no me importaba si se nos venía encima o si toda la maldit4 manada nos escucha. Expuse mi cuello ante él sin sacar mis caninos de su cuello, sentí su aliento sobre él y luego el dolor mezclado con placer cuando sus colmillos se hundieron en mi piel. Mi centro fue llenado con su caliente semilla, dando sus últimas estocadas dentro de mí. Me
VICTORIA El viaje de regreso fue silencioso. Lucien me mantenía cerca de él mientras una sonrisa siempre adornaba sus labios. Estaba feliz, pero me preguntaba cuánto me duraría. Algo me decía que algo más está pasando. —Mi Reina ya llegamos. Me acomodé para mirar al frente. La manada estaba justo al frente. Fui a decirle algo a Lucien, pero al ver su cara me preocupé un poco. Su rostro era serio, con su ceño fruncido y parecía algo tenso. —Lucien… —Detén el auto. Nos detuvimos en plena calle sin saber por qué. Sus ojos me miraban con nerviosismo. —Hay algo que… se me olvidó decirte. —No puede ser grave o sí. —Bueno… hace unos días fui a atacar directamente a Dementu… —¿Cómo que fuiste directamente hasta allá, estás loco? —Estaba frustrado Victoria, no sabía que más hacer, tú te alejaste, estaba desesperado y lo único que se me ocurrió fue ir hasta allá y quitar un estorbo. Solo lo observé, parecía abatido por un momento, luego solo me miró