La boda de Bianca y Elijah se llevó a cabo algunas semanas después, en el mismo lugar donde habían soñado celebrar su amor: Capri. La isla, conocida por su belleza deslumbrante y su ambiente romántico, se convirtió en el escenario perfecto para una celebración tan emotiva. Los días previos a la boda, la emoción se palpaba en el aire. Amigos y familiares llegaron de diferentes partes del mundo, todos ansiosos por ser parte de este momento tan especial. Era un sueño hecho realidad para ellos. Un verdadero cuento de hadas. Danilo y Janet estaban tan conmovidos al ver a su hija casarse. No podían retener las lágrimas de la felicidad que sentían. Danilo y Janet se acercaron a su hija Bianca, que estaba a punto de dar uno de los pasos más importantes de su vida: casarse con Elijah. La emoción en el aire era palpable, pero los padres de Bianca también experimentaban sentimientos encontrados. Recordaban a su pequeña, llena de sueños e inocencia, y ahora, la veían lista para comenzar
Extra Al día siguiente de su mágica noche de bodas, Elijah y Bianca estaban emocionados por visitar más de Italia. Decidieron viajar a Florencia, una ciudad famosa por su arte, historia y, por supuesto, su gastronomía. La pareja se sentía llena de amor y entusiasmo, listos para disfrutar de todo lo que la ciudad tenía para ofrecer. Tras un día de visitas a museos y paseos por las pintorescas calles empedradas, llegó la hora de la cena. Se dirigieron a un lujoso restaurante con vistas al icónico Duomo. El ambiente era elegante, con luces tenues y música suave de fondo, creando la atmósfera perfecta para una cena romántica. Mientras disfrutaban de una gran variedad de platillos que incluían risottos, pastas frescas y delicados mariscos, Bianca y Elijah se sumergieron en conversaciones sobre sus sueños y planes para el futuro. La comida estaba deliciosa, y ambos se sentían afortunados de compartir ese momento juntos. Sin embargo, el momento se tornó inesperadamente incómodo cuando
Extra Era un día soleado cuando Lauren se sentó a almorzar en la cocina, disfrutando de un momento de tranquilidad. Mientras saboreaba su comida, pensaba en lo mucho que echaba de menos su trabajo en la agencia de marketing. Sin embargo, su embarazo complicado la había llevado a tomar la difícil decisión de tomarse una licencia. Este tercer embarazo había sido más desafiante desde el principio, y sabía que debía priorizar su salud y la del bebé. Justo en ese momento, Alexander llegó a casa, su rostro iluminado por una sonrisa. Había estado trabajando en un nuevo proyecto en su trabajo y estaba ansioso por compartirlo con Lauren. —¡Hola, amor! —saludó al verlo —. ¿Cómo va tu día? —Hola, cariño. —correspondió Alexander, sonriendo—. Estoy bien, ajetreado como siempre, ¿Y tú? ¿Cómo te sientes? —De maravilla, eh. ¿En qué has estado trabajando? Alexander, tomando asiento frente a ella le respondió. —He estado trabajando en un proyecto de marketing que creo que podría ser un gran é
Al día siguiente, Lauren decidió llevar a sus hijos, Dina y Lucas, al parque. Era un día soleado y perfecto para disfrutar al aire libre. Lucas, siempre atento y cariñoso con su hermanita, se aseguraba de que Dina estuviera bien mientras jugaban en los columpios y correteaban por el césped. Lauren observaba con una sonrisa en el rostro, sintiendo una profunda felicidad al verlos disfrutar de su tiempo juntos. Mientras los niños jugaban, ella se sentó en una banca cercana. De repente, su teléfono sonó, interrumpiendo su momento de tranquilidad. Al mirar la pantalla, vio que era Bianca. Con una sonrisa, contestó la llamada. —Bianca, que bueno que llamas —saludó, sintiendo una oleada de alegría al escuchar la voz de su amiga. —Lo siento por no llamara antes —respondió Bianca, su tono lleno de entusiasmo—. Quería contarte que Elijah y yo estamos pensando en volver a Nueva York en poco tiempo. Lauren sintió una emoción instantánea. Había extrañado a Bianca y estaba ansiosa por volver
Extra Era un día emocionante en la oficina de Alexander. Su tío Damián entró con una gran sonrisa en el rostro, y Alexander, que estaba revisando algunos informes, levantó la vista curioso. —¡Alexander! —exclamó Damián—. ¡Tengo excelentes noticias! La compañía Whitmore ha alcanzado la primera posición entre las más importantes del sector. Un sentimiento de orgullo y satisfacción llenó a Alexander. Había trabajado arduamente para llevar a la empresa a este nivel, y sabía que su padre estaría orgulloso de él. —¡Eso es increíble! —respondió Alexander, sintiendo cómo la adrenalina corría por sus venas—. ¡Lo hemos conseguido! Damián se acercó y le dio una palmadita en la espalda. —Felicitaciones, sobrino. Este es un gran logro. Esa misma tarde, comenzó a planear una fiesta en la oficina para conmemorar el éxito de la compañía. Quería que todos los empleados se sintieran parte de este logro y que entendieran que su esfuerzo había sido fundamental para alcanzar esta meta. Alexander
Extra Al llegar a casa esa noche, Alexander notó que la casa estaba en silencio, pero al mirar hacia el cuarto de su hijo Lucas, se dio cuenta de que la luz estaba encendida. Al acercarse, vio a Lucas sentado en la cama, con los ojos grandes y asustados. —¿Lucas? —preguntó Alexander, preocupado—. ¿Por qué no estás durmiendo, hijo? Lucas lo miró con una expresión de angustia. —Tuve una pesadilla, papá. —dijo, con la voz temblorosa—. Pero no quise despertar a mamá porque se veía cansada. Alexander sintió un nudo en el estómago al ver a su hijo así. Se acercó y se sentó en la cama, acariciando suavemente su espalda. —Está bien, hijo. Estoy aquí. ¿Quieres contarme sobre tu pesadilla? A veces hablar de ello ayuda. Lucas asintió, aunque parecía dudar. —Era un monstruo… —comenzó a decir, su voz apenas un susurro—. Me perseguía y no podía escapar. Alexander lo miró con ternura, tratando de darle seguridad. —Los monstruos no son reales, Lucas. —dijo—. Son solo cosas que
Matilda miró a su alrededor y decidió que era el momento perfecto para ayudar. —No se preocupen, yo me encargaré de limpiar esto. —dijo, mientras se dirigía a buscar un paño y algunos utensilios de limpieza—. ¡No quiero que se convierta en un desastre total! Bianca y Lauren se sintieron aliviadas al ver a Matilda tan dispuesta a ayudar. —Gracias, Matilda. —dijo Bianca—. A veces, la cocina puede volverse un poco caótica. Mientras Matilda limpiaba, Lucas y Dina se acercaron, curiosos por lo que estaban haciendo. —¡Esto es divertido! —exclamó Dina, mientras colocaba los utensilios en su lugar. —Sí, y así podremos disfrutar de la tarta sin preocuparnos por el desorden. —dijo Matilda, sonriendo—. Además, ¡el olor ya es increíble! Después de disfrutar de la deliciosa tarta de queso, Bianca comenzó a sentirse mal. Al principio, pensó que era solo un malestar pasajero, pero pronto se dio cuenta de que estaba vomitando. La experiencia fue desagradable y, mientras se recuperaba
Extra Esa mañana, Alexander se despertó sintiéndose bastante mal. Desde el momento en que abrió los ojos, sintió una fatiga abrumadora y un dolor de cabeza punzante que no lo dejaba concentrarse. A pesar de que tenía una lista de tareas importantes en el trabajo, no pudo conseguir terminar nada debido a su malestar. Preocupado por su estado, decidió que era mejor ir al médico para hacerse revisar. No quería arriesgarse a que fuera algo serio, así que se dirigió a la clínica más cercana. Al llegar, fue atendido rápidamente y se sentó en la sala de espera, sintiéndose un poco ansioso. Cuando finalmente entró en la consulta, el médico lo saludó con una sonrisa y le pidió que se sentara. —¿Qué te trae por aquí hoy? —preguntó el médico, observando a Alexander con atención. —Me he estado sintiendo muy cansado y tengo un dolor de cabeza constante. No puedo concentrarme en mi trabajo. —explicó Alexander, tratando de ser lo más claro posible. El médico lo examinó y le hizo alguna