Elijah apareció de repente y se quedó mirando a su amigo, quien parecía afectado por alguna situación. Incluso sin preguntarle, ya le venía la cabeza el nombre de Lauren. Ella era el eje de la vida de Alexander. Torno a ella, todo giraba. —Amigo, quita esa cara, apenas ayer fue tu fiesta de compromiso y ya estás otra vez... ¿preocupado? —Elijah, tienes razón. Todo esto del compromiso es un completo error, tienes razón. Lo hice para intentar sacarme de la cabeza a Lauren, presionado por lo que me ha dicho Damián, sin embargo no puedo sentir ni una pizca de cariño hacia Isabella, ni siquiera nos conocemos lo suficiente. El aludido se quedó impactado ante la admisión de Alexander que claramente no se esperaba, ni siquiera sabía que decirle para animarlo. —Oh... ¿Por qué de manera repentina te encuentras tan reflexivo respecto a tu situación? —Porque Lauren está embarazada. Porque la amo, porque quiero que me dé una segunda oportunidad... Elijah, no quiero tirar la toalla en realida
Alexander miró a su alrededor. Todo impecable. Lauren incómoda, le pidió que se sentara. Él lo hizo. —¿Dónde está Lucas? —Ha salido con Bianca a la feria de juegos, de seguro ya están por llegar —pronunció sin mirarlo y se movió a la cocina —. ¿Quieres algo de beber?—Un vaso de agua, estaría bien. Ella volvió pronto y se lo dió. Tomó asiento en el otro sofá. —Alexander, ¿qué se supone que haremos? Él dió un sorbo al líquido cristalino y volvió a mirarla. —No me casaré. —¿Qué se supone que cambia eso? Estoy embarazada, maldita sea, esto no lo quería en mi vida, no otra vez. Estoy asustada Alexander la miró fijamente, como si estuviera intentando comprender cada palabra que decía.—¿Asustada por qué? —preguntó, su voz ahora más suave—. ¿Por lo que piensas que esto significa para nosotros?—Sí —respondió ella, sintiendo que las lágrimas amenazaban con asomarse—. Estar embarazada de ti... de mi exesposo. Todo es tan complicado. No sé si estoy lista para ser madre otra vez, y muc
Bianca volvió al auto y abordó de copiloto. Desde entonces ella parecía un poco más silenciosa y el moreno al verla así, se sintió tentado a indagar. —¿Pasa algo? —No, estoy bien. —¿Son muy complicados estos días en la universidad? —Sí, eso creo. En realidad los exámenes me están torturando, no puedo estar tranquila, incluso si me la pasé toda la noche estudiando. Aún así, no me preocuparé demasiado, sé que podré lograrlo. —Esa es la actitud. ¿te apetece comer algo? —No, gracias. Elijah... —Dime. —¿Qué sucederá con nosotros? Digo, ambos nos encontramos en una etapa de nuestras vidas en la que deberiamos elegir que dirección tomar. Es decir...—¿Sabes? Estaba pensando en mudarnos juntos, pero no estaba seguro de hacerte la propuesta. Bianca sintió que su corazón se aceleraba. La idea de vivir juntos la emocionaba y la llenaba de timidez al mismo tiempo. ¿Realmente estaban considerando dar ese paso tan grande?—¿Mudarnos juntos? —repitió, tratando de procesar lo que acababa de
Camila le dio cálido abrazo y la miró con reprobación. —Ay, Lauren, deberías estar en casa descansando, no deberías estar aquí en la oficina. —Entiendo tu preocupación, pero estar embarazada no me vuelve una lisiada. De hecho, estoy de buen ánimo y tengo energía para trabajar. Si estuviera mal, no habría venido.—Bueno, pero aún así deberías tomarte la licencia y disfrutar del embarazo tranquila, me haré cargo de tus pendientes. Así que, despreocúpate. —Es una buena opción, pero aún puedo ocuparme. —Lo sé, trabajarás al menos por los siguientes meses, no darás tu brazo a torcer. Ella sonrió. —Lo pensaré. —Bien. Oye, ¿qué ha pasado entre tú y Alexander? ¿en qué han quedado? —Decidimos estar bien, no digo que pueda ser perfecto, pero consideraré darle una oportunidad. —Ha ganado el amor. —¿Qué dices? —Solo digo, que era inevitable que esto pasara, así que te deseo lo mejor. —Gracias. —Iré a verme con un amigo, ah, por cierto, ¿dónde está Emma? —La despedí, suecedieron algu
El hombre estaba anonadado, no podía creer lo que Alexander le estaba diciendo, por un momento pensó que solo estaba bromeando, pero no podía jugar con algo así, al final necesitó un tiempo para procesar lo que le estaba expresando. —Alexander, ¿Estás hablando en serio? es que para mí es algo increíble, ni siquiera puedo creer que de verdad estás diciendo algo tan... ¿cómo decirlo? Simplemente me parece inesperado. Ustedes dos...—En realidad no necesito darte explicaciones, solo sucedió y sabes que yo intenté a toda costa conseguir una oportunidad pero Lauren se rehusaba a hacerlo, y solo recibía rechazos de su parte... sin embargo este embarazo es un giro inesperado para nuestras vidas y también da un rumbo distinto a lo que era nuestra relación. Nunca antes había estado tan seguro en mi vida como ahora de poner todo mi empeño y esfuerzo en nuestra relación, así que, solo espero que te mantengas al margen y dejes que lo que deba suceder, ocurra.
Bianca se sintió inquieta mientras miraba su teléfono, dudando si debía llamar a Elijah. Finalmente, tomó una respiración profunda y marcó su número.—Hola, Bianca —la saludó un poco preocupado por la inesperada llamada—. ¿Qué pasa?—Elijah, no me siento bien. Estoy mareada y aturdida. Creo que podría ser un virus. ¿Podrías venir a buscarme a la universidad? —solicitó Bianca casi rogando, con la voz temblorosa. —Por supuesto, voy en camino. Quédate tranquila, ¿sí? —contestó él, sintiendo un nudo en el estómago.Cuando Elijah llegó, Bianca subió al auto, aún descompensada. Él le ofreció un sorbo de agua.—Bebe esto, te ayudará —le dijo Elijah, intentando calmarla—. Te llevaré al hospital, allí podrán examinarte.Durante el trayecto, Bianca sintió un líquido caliente correr entre sus piernas. Miró hacia abajo y vio que su falda estaba manchada. El asiento también. Se sonrojó de vergüenza.—Oh no, esto es tan embarazoso... —murmuró, cubriéndose con las manos.Elijah, notando su incomodi
Días después...Camila entró en la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos brillaban con una alegría desbordante.—¡Lauren! ¡Tenemos noticias increíbles! —exclamó, apenas conteniendo la emoción.Lauren, sentada en el sofá, miró a Camila con curiosidad. No tenía idea de lo que le diría. Sin embargo algo dentro de ella se alborotó y la expuso a sentir una profunda e indescriptible emoción. —¿Qué sucede? —preguntó, sintiendo que su corazón comenzaba a latir más rápido.—¡Hemos encontrado a Jake! —anunció Camila, sin poder contener más la emoción.Las palabras de Camila resonaron en la mente de Lauren. No podía creerlo. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Por fin había logrado lo que tanto deseó. —¿De verdad? ¡No puede ser! —pronunció ella, su voz temblando de alegría —. Camila, por favor dime que de verdad saben dónde está. Camila se acercó y la abrazó fuertemente, mientras Lauren lloraba de emoción.—Sí, sí, es cierto. Al fin vamos a reunirnos con él. ¡Todo es
Alexander llegó pronto, él había hecho un trabajo increíble, gestionando todo el papeleo necesario para que Jake pudiera estar con ellos en un tiempo récord. Lauren no podía estar más agradecida por su ayuda.—No sé qué haría sin ti, Alexander —dijo Lauren, mientras se preparaban para recibir a Jake en su nuevo hogar.—Solo hice lo que era correcto —respondió Alexander con una sonrisa—. Jake merece estar con su familia.Cuando finalmente llegó el día, Jake entró en la casa con asombro y timidez al mismo tiempo. Lauren lo guió hacia su habitación, que había preparado especialmente para él.—Esta es tu habitación, Jake —dijo Lauren, abriendo la puerta con una gran sonrisa—. Espero que te guste.Jake miró a su alrededor, sus ojos se iluminaron al ver la cama con sábanas de colores, los juguetes en la estantería y un pequeño escritorio donde podría hacer su tarea.—¡Es increíble! —exclamó, dejando escapar una risa de felicidad—. Nunca he tenido una habitación así...—Es toda tuya —soltó s