Bianca volvió al auto y abordó de copiloto. Desde entonces ella parecía un poco más silenciosa y el moreno al verla así, se sintió tentado a indagar. —¿Pasa algo? —No, estoy bien. —¿Son muy complicados estos días en la universidad? —Sí, eso creo. En realidad los exámenes me están torturando, no puedo estar tranquila, incluso si me la pasé toda la noche estudiando. Aún así, no me preocuparé demasiado, sé que podré lograrlo. —Esa es la actitud. ¿te apetece comer algo? —No, gracias. Elijah... —Dime. —¿Qué sucederá con nosotros? Digo, ambos nos encontramos en una etapa de nuestras vidas en la que deberiamos elegir que dirección tomar. Es decir...—¿Sabes? Estaba pensando en mudarnos juntos, pero no estaba seguro de hacerte la propuesta. Bianca sintió que su corazón se aceleraba. La idea de vivir juntos la emocionaba y la llenaba de timidez al mismo tiempo. ¿Realmente estaban considerando dar ese paso tan grande?—¿Mudarnos juntos? —repitió, tratando de procesar lo que acababa de
Camila le dio cálido abrazo y la miró con reprobación. —Ay, Lauren, deberías estar en casa descansando, no deberías estar aquí en la oficina. —Entiendo tu preocupación, pero estar embarazada no me vuelve una lisiada. De hecho, estoy de buen ánimo y tengo energía para trabajar. Si estuviera mal, no habría venido.—Bueno, pero aún así deberías tomarte la licencia y disfrutar del embarazo tranquila, me haré cargo de tus pendientes. Así que, despreocúpate. —Es una buena opción, pero aún puedo ocuparme. —Lo sé, trabajarás al menos por los siguientes meses, no darás tu brazo a torcer. Ella sonrió. —Lo pensaré. —Bien. Oye, ¿qué ha pasado entre tú y Alexander? ¿en qué han quedado? —Decidimos estar bien, no digo que pueda ser perfecto, pero consideraré darle una oportunidad. —Ha ganado el amor. —¿Qué dices? —Solo digo, que era inevitable que esto pasara, así que te deseo lo mejor. —Gracias. —Iré a verme con un amigo, ah, por cierto, ¿dónde está Emma? —La despedí, suecedieron algu
El hombre estaba anonadado, no podía creer lo que Alexander le estaba diciendo, por un momento pensó que solo estaba bromeando, pero no podía jugar con algo así, al final necesitó un tiempo para procesar lo que le estaba expresando. —Alexander, ¿Estás hablando en serio? es que para mí es algo increíble, ni siquiera puedo creer que de verdad estás diciendo algo tan... ¿cómo decirlo? Simplemente me parece inesperado. Ustedes dos...—En realidad no necesito darte explicaciones, solo sucedió y sabes que yo intenté a toda costa conseguir una oportunidad pero Lauren se rehusaba a hacerlo, y solo recibía rechazos de su parte... sin embargo este embarazo es un giro inesperado para nuestras vidas y también da un rumbo distinto a lo que era nuestra relación. Nunca antes había estado tan seguro en mi vida como ahora de poner todo mi empeño y esfuerzo en nuestra relación, así que, solo espero que te mantengas al margen y dejes que lo que deba suceder, ocurra.
Bianca se sintió inquieta mientras miraba su teléfono, dudando si debía llamar a Elijah. Finalmente, tomó una respiración profunda y marcó su número.—Hola, Bianca —la saludó un poco preocupado por la inesperada llamada—. ¿Qué pasa?—Elijah, no me siento bien. Estoy mareada y aturdida. Creo que podría ser un virus. ¿Podrías venir a buscarme a la universidad? —solicitó Bianca casi rogando, con la voz temblorosa. —Por supuesto, voy en camino. Quédate tranquila, ¿sí? —contestó él, sintiendo un nudo en el estómago.Cuando Elijah llegó, Bianca subió al auto, aún descompensada. Él le ofreció un sorbo de agua.—Bebe esto, te ayudará —le dijo Elijah, intentando calmarla—. Te llevaré al hospital, allí podrán examinarte.Durante el trayecto, Bianca sintió un líquido caliente correr entre sus piernas. Miró hacia abajo y vio que su falda estaba manchada. El asiento también. Se sonrojó de vergüenza.—Oh no, esto es tan embarazoso... —murmuró, cubriéndose con las manos.Elijah, notando su incomodi
Días después...Camila entró en la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos brillaban con una alegría desbordante.—¡Lauren! ¡Tenemos noticias increíbles! —exclamó, apenas conteniendo la emoción.Lauren, sentada en el sofá, miró a Camila con curiosidad. No tenía idea de lo que le diría. Sin embargo algo dentro de ella se alborotó y la expuso a sentir una profunda e indescriptible emoción. —¿Qué sucede? —preguntó, sintiendo que su corazón comenzaba a latir más rápido.—¡Hemos encontrado a Jake! —anunció Camila, sin poder contener más la emoción.Las palabras de Camila resonaron en la mente de Lauren. No podía creerlo. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. Por fin había logrado lo que tanto deseó. —¿De verdad? ¡No puede ser! —pronunció ella, su voz temblando de alegría —. Camila, por favor dime que de verdad saben dónde está. Camila se acercó y la abrazó fuertemente, mientras Lauren lloraba de emoción.—Sí, sí, es cierto. Al fin vamos a reunirnos con él. ¡Todo es
Alexander llegó pronto, él había hecho un trabajo increíble, gestionando todo el papeleo necesario para que Jake pudiera estar con ellos en un tiempo récord. Lauren no podía estar más agradecida por su ayuda.—No sé qué haría sin ti, Alexander —dijo Lauren, mientras se preparaban para recibir a Jake en su nuevo hogar.—Solo hice lo que era correcto —respondió Alexander con una sonrisa—. Jake merece estar con su familia.Cuando finalmente llegó el día, Jake entró en la casa con asombro y timidez al mismo tiempo. Lauren lo guió hacia su habitación, que había preparado especialmente para él.—Esta es tu habitación, Jake —dijo Lauren, abriendo la puerta con una gran sonrisa—. Espero que te guste.Jake miró a su alrededor, sus ojos se iluminaron al ver la cama con sábanas de colores, los juguetes en la estantería y un pequeño escritorio donde podría hacer su tarea.—¡Es increíble! —exclamó, dejando escapar una risa de felicidad—. Nunca he tenido una habitación así...—Es toda tuya —soltó s
Janet miró a su hija y se sintió tan mal al verla desanimada, no entendía que era lo que le estaba pasando. Ya no le creía cuando Bianca le explicaba que solo eran los asuntos de la universidad, había algo más que claramente le estaba ocultando. Aquel momento le dejó unas galletas y jugo sobre la mesita de centro en donde ella ocupaba con la portátil y parecía hacer algunas tareas. —¿Todavía te falta mucho por terminar? —Sí, mamá. Gracias —fue lo único que le dijo, y es que Janet también era consciente de que su hija se había alejado de ella y era cortante con sus respuestas. —Tu padre se ha ido tan emocionado, en realidad se siente mejor trabajando en aquel lugar. Elijah le ha hecho un gran favor a tu padre por esta reasignación. Ella asintió. —Mamá, ¿no ibas a salir? —No, sin embargo ¿por qué siento que me estás echando? Bianca... —ella la volteó a ver —. Necesito que por favor seas sincera conmigo y me cuentes que eso es lo que te está ocurriendo, créeme que puedes co
A los días de estar encerrada en su habitación, apenas probando bocado, Bianca decidió no dejarse caer y mirar al frente con firmeza. Después de ir a la universidad se dirigió a las instalaciones de la compañía Whitmore. Estar allí era como un sueño hecho realidad, pero sería perfecto si fuera aceptada para hacer las pasantias. Lo que estaba evitando pasó, allí estaba Elijah, ingresando al mismo elevador que ella. La última vez que lo vio, fue aquel día en casa de sus padres, cuando el moreno intentó hablar con ella y Bianca se fue a su habitación pasando el pestillo. Los días posteriores la llamó y ella no respondió. Al final, Elijah se sintió rechazado y decidió dejarla tranquila. —Buenos días —saludó con seriedad. Ella solo dió un asentimiento de cabeza. El silencio se volvió tan incómodo y ninguno de los dos fue capaz de romperlo. Hasta que Bianca decidió hacerlo. —Elijah, ¿vas a ver a Alexander? Yo comenzaré hoy mis pasantías. —Bueno... Sí, hablaré con él. ¿Cómo has es